VI • El primer apretón

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Estaban tan enojados con ellos mismos por hacer que los atraparan debido a que estaban hablando muy fuerte y a la vez tan felices porque al menos tenían la esperanza de que su castigo incluyera pasar tiempo juntos.

—Síganme, los llevare con el profesor Snape, ya verán como les va —decía con malicia aquella vieja voz.

Caminaron por largos pasillos hasta las frías mazmorras y Filch tocó a la puerta que según Hermione debía ser la del profesor Snape. Después de varios segundos la puerta se abrió con un rechinado débil y el profesor Severus se dejó ver de entre la oscuridad.

—¿Sucede algo? —dijo con molestia al ver a su alumna de Gryffindor allí.

—Estos dos andaban en los pasillos sin permiso —dijo Filch.

—¿Malfoy? —se sorprendió Snape y Draco solo asintió. —Yo decidiré su castigo, puede irse —le dijo a Filch y este se fue.

—¿Por que estaría usted con alguien como la señorita Granger, Malfoy? —pregunto con severidad el profesor.

—No estaba con ella, solo íbamos por el mismo pasillo y después Filch nos trajo hasta aquí —dijo el rubio demasiado convincente.

—¿Y que hacía a estas horas por los pasillos? —dijo Severus con el mismo tono de voz.

—Venía de practicar —justificó.

—¿Y usted Granger? —volteó a verla.

—Venía de la biblioteca —dijo con tranquilidad.

—Bien —actuó con normalidad. —El día de mañana se encargarán de ordenar los libros de la biblioteca —dijo.

—Pero mañana son las audiciones de quidditch —se apresuró a decir la castaña.

—Eso lo hubiera pensado antes —le recriminó su profesor de pociones.

—¿A caso es malo ir a la biblioteca? —pregunto feroz y valientemente.

—No hará que cambie de opinión señorita Granger, ahora retírense y vayan directamente a sus habitaciones o el castigo será peor —y dicho eso cerró la puerta de golpe. Ambos chicos caminaron en silencio por unos segundos y después hablaron.

—Lo siento —dijo Draco.

—¿Por qué? —pregunto la castaña.

—No quería que te perdieras las audiciones de quidditch —dijo el.

—De hecho creo que no habrá problema con eso, las audiciones serán a las siete y las clases de ambos terminan a las dos así que es tiempo suficiente, creo —Hermione estaba preocupada, ahora quería estar en el equipo por ella, ya no era tanto por Draco, era por ambos.

—Entonces habrá que apurarnos —dijo divertido.

—¿Te divierte estar castigado? —pregunto la Gryffindor.

—Será divertido estar contigo.

—Haces que todo se vea bien —dijo ella.

—Se que estaré bien si estoy contigo, eres muy inteligente —le dijo con una sonrisa sincera.

—Lo mismo digo —le devolvió la sonrisa.

Caminaron de regreso por todos los pasillos a los que Filch les había hecho pasar y se dirigían a la sala común de Gryffindor sin decir nada, minutos antes de llegar él había tomado la mano de la castaña y la había acariciado con su dedo pulgar para después apretarla delicadamente, como si tuviera miedo de que se fuera a romper, Hermione no podía evitar sonrojarse y menos tener una tonta sonrisa en el rostro, después el levantó la mano de ella y deposito un tierno beso en su mano seguido de otro beso en la frente.

Amor Correspondido (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora