Astoria
—No puedo creerlo —estalló Hermione—, quiero decir, sí, lo creo, ella es muy decidida, pero no puedo creer que haya tomado esa decisión contigo tan repentinamente.
Draco intento calmarla, nunca la había visto tan alterada, era evidente que le preocupaba, se trataba de una de sus mejores amigas y uno de sus mejores amigos, dos amistades sumamente importantes para ella, y ambos estaban dejándose, abandonándose.
—Me sorprende que no se haya puesto en contacto con nosotras todavía —dijo Luna, de cierto modo le extrañaba que no les hubiese contado con antelación a ella y Hermione.
—Ahora que lo dices... —asintió Hermione—, es verdad...
—¿Qué? —dijo Ron apenas. Todavía no se podía creer que su hermana y su mejor amigo no pasarían el resto de sus vidas juntos. Escuchar la noticia fue como recibir un pinchazo que después derramaría sangre.
—Es raro —siguió diciendo la castaña—, me sorprende que no nos haya dicho nada aún.
—Olvídate de eso —dijo Luna—, me ofende que no nos haya dicho nada antes —remarcó.
—Tienes razón —puntualizó Hermione—, nos contábamos todo, ¿en qué momento acabó eso?
—Creo que deberíamos calmarnos un poco —sugirió Draco—. Esto está saliéndose del tema.
—No —lo detuvo Hermione—, Ginny no ha hablado con nosotras desde hace semanas, por no decir que casi dos meses.
—¿Y eso porque les preocupa? —preguntó Ron aún más desconcertado.
—Porque nos abandonó —dijo Luna.
—Nos dejó antes de que dejara a Harry y no hicimos nada —dijo con tristeza en su voz.
—Yo no diría que las abandono —repuso Draco.
—¿A ti tampoco te ha llamado o si? —le preguntó Hermione a Ron.
El negó con la cabeza.
—¿Saben qué? —hablo por primera vez Harry y todos voltearon a verlo—. Parece que no es necesario seguir hablando sobre esto, la decisión ya está tomada y creo que lo mejor es que deje de pensar en ello, de todos modos firmaré los papeles del divorcio.
—Harry..., ¿estás seguro? —preguntó Hermione melancólica.
El se encogió de hombros.
—No voy a sentirme miserable, no sería justo. Y algo me dice que es mejor dejarlo ahora que retrasarlo y echar a perder la vida de ambos.
Ninguno dejo de mirarlo. Harry los llenaba de orgullo. Había tomado una decisión bastante madura, considerando que todavía eran jóvenes e iban empezando con la vida adulta, sin embargo, nadie les aseguraba que no se deprimiría, y era evidente que sucedería, especialmente porque él era bastante sensible.
Ron tampoco iba a sentirse del todo bien tan fácilmente, seguramente encontrarse con su hermana cuando visitaran a sus padres sería bastante incómodo, tanto para él como par Luna, así que intentaría ir lo menos posible.
Por otro lado, a Hermione y Draco también les dolía ver así a su amigo. Pero tenían la esperanza de que saldría adelante dentro de poco. Era un buen chico, así que, la vida no podría tratarlo tan mal por mucho tiempo.
•••
Habían pasado cuatro meses desde que Ginny se había ido de la casa, y tres desde que había firmado los papeles del divorcio.
Al principio no se mintió a sí mismo tratando de ignorar lo vacía que se sentía la casa, por lo que, intentaba llenarla poco a poco, había adoptado un búho idéntico a Hedwig, no sabía qué nombre ponerle, así que no tenía uno, después, para su sorpresa, Dobby y Kreacher volvieron, los elfos mágicamente se enteraron de que estaba solo y acudieron a su casa para consentirle haciéndole la comida a todas horas y sin falta.
Esa mañana se levantó más enérgico y feliz que de costumbre, el clima era pésimo, relampagueaba y lloviznaba cada media hora, pero a pesar de eso no se echaba a perder su estado de ánimo.
Iba acercándose al edificio, cerro su paraguas, seco sus zapatos en el tapete y se sumergió en la tranquilidad y el silencio que le brindaban su trabajo.
Siguió su camino de todos los días, iba directo a su oficina. Saco la llave de su bolsillo derecho del pantalón, pero no alcanzo a meterla al cerrojo.
Se distrajo con la mujer que refunfuñaba en la puerta de un lado.
—¿Primer día? —preguntó Harry amistosamente.
Ella lo miró, no sabía porque ni como, pero juraría que si pudiera verse en un espejo en ese mismísimo instante confirmaría que sus ojos resplandecían.
Sin embargo, le hizo mala cara, no iba a sonrojarse frente a él.
—Llevo un mes trabajando aquí.
Harry se sintió absurdo.
—Lo lamentó —dijo de inmediato—. No sabía que ya habían ocupado esa oficina.
—Bueno... —dijo sarcástica—, ahora lo sabes.
—Entonces... ¿Llevas un mes lidiando con la puerta así?
—¡Sí! —dijo y siguió refunfuñando—. De hecho, me sorprendía que fueras el único que no me dijera que me callara —sonrió incomoda.
—Lo siento, si te hubiera escuchado..., desde el primer día te habría ayudado.
—Descuida —dijo—, Draco ha sido de mucho apoyo estas semanas.
—Ah, ¡cierto! —exclamó sintiendo que terminaba de unir las piezas de un rompecabezas—. ¡Tú estabas en slytherin!
No pudo contenerse, se sonrojó. Nunca cruzó palabra con él en el castillo, por lo que era raro que la reconociera.
«Aunque quizás sea porque me vio con Draco», pensó.
—Déjame ayudarte.
Harry dejó su maletín y paraguas en el suelo para ir a ayudarle.
—A propósito —dijo al mismo tiempo que movía la llave de un lado a otro en el cerrojo—, ¿cómo te llamas?
Ella sonrió débilmente. El sonrojo se potenciaba cada vez más. Al final ya no le importaba, estaba detrás de él y así no podía verla.
—Astoria Greengrass.
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Ya casi acaban los one shot!!! Se me ha ido muy rápido. No pensé que esta parte de Harry fuera a ocupar tantos 😅
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Amor Correspondido (Dramione)
FanfictionEra inevitable no querer observar cada cosa que hacía, cada movimiento, cada sonrisa, cada sensación que sentía. Para ella esa cabellera rubia, esos ojos grises y esa piel pálida era lo más hermoso que había visto en toda su vida. Continúa leyendo m...