Amor Correspondido (Dramione)

Epílogo

Se abrazó más a sí misma, sus dudas habían sido aclaradas a la perfección, el sentimiento de culpa ahora la invadía, tal vez debió confiar más en él. Volteo para verlo a los ojos, sus grises y preciosos ojos y vio amor y tristeza en ellos.

Bajo la vista de nuevo, espero a que su respiración se volviera normal y habló.

—Lo siento —susurró con voz quebrada, le ardía la garganta cuando lo hacía—, soy una tonta...

—No Hermione, no lo eres, yo debí buscar una manera para hablar contigo, tú no tienes la culpa de nada, al contrario, tienes razón, debí acercarme a ti esta mañana, debí buscarte antes de ir a mi sala común o incluso de siquiera dirigirme al gran comedor y no lo hice, no lo hice porque soy un idiota, fui yo quien hizo las cosas mal, no tú, si alguien debe pedir disculpas soy yo —se mantuvo a su lado, tomando su cabeza entre las manos y acariciándosela levemente para que lo mirara—. Y lo siento, lo siento mucho, jamás pensé que tú la estarías pasando mal pensando en esto a cada rato, discúlpame..., lo siento tanto...

—Draco —volvió a susurrar ella, se le encogía el corazón de solo escucharlo, puso sus manos encima de las de él—, no vuelvas a alejarte así —a ambos se les cristalizaron los ojos, se unieron finalmente en un fuerte abrazo y pasaron mucho tiempo en esa posición no queriendo soltarse ni separarse.

•••

No cabía duda que el tiempo se iba volando, Hermione recordaba perfectamente esa noche en los baños cuando el único miedo que sentían era el de separarse y querían permanecer unidos en todo momento.

Ahora se encontraban guardando las maletas porque su último año de Hogwarts había finalizado, era triste dejar el castillo, demasiado triste para todos, no le gustaba la idea de no regresar allí, pero le reconfortaba que tenía toda una vida por delante al lado del hombre que más amaba.

Además pensaba regresar para ser maestra de encantamientos.

Draco por su parte, pensaba ser auror junto con Harry y Ron, quienes verdaderamente se volvieron sus amigos fieles, aquellos que nunca le darían la espalda y lo apoyarían.

Salió de su sala común solo para verse con su novia, al llegar a la sala común de los Gryffindor se encontró con que todos estaban listos y esperándolo para encaminarse al tren.

—Es triste dejarlo —musitó Ron decaído—. Pensé que este día tardaría una eternidad en llegar.

—Coincido contigo, jamás pensé en cómo me sentiría cuando llegara este día —dijo Harry, iba tomado de la mano de Ginny, la dulce pelirroja no decía nada puesto que a ella aún le quedaba todo un año para disfrutar el enorme y precioso castillo.

—Es lo más parecido que he tenido a un hogar —destacó Draco encogiéndose de hombros al lado de Hermione, quien resopló.

—¿Ese fuiste tú o Harry? —quiso bromear. Afortunadamente su comentario no fue mal recibido, sus amigos se limitaron a sonreír solamente.

La caminata fue más corta de lo que pensaban, esta vez querían que todo fuese eterno, que durara para siempre, que recordaran cada instante porque ya no se volvería a repetir.

Subieron al tren listos para regresar a sus vidas fuera del castillo, y aunque para Draco sea evidente que irse de ese lugar tan maravilloso lo ponía triste, también era evidente que estaba ansioso, pues se dirigía a otro maravilloso lugar, y tenía una gran sorpresa por revelarle a su novia.

•••

—¿Nervioso? —le pregunto Harry elevando ambas cejas antes de las chicas regresarán de comprar comida a la anciana del carrito de golosinas.

—Un poco —Draco mostró una amplia y temblorosa sonrisa.

—Tranquilo, le encantará.

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Espero que lo disfruten y muchísimas gracias por los 9k!!! No saben lo feliz que me hace ver que votan en mi historia y ver sus comentarios de que les gusta💛🤧✨☁️