Harry
«El divorcio», no dejó de pensar en esa palabra durante toda la mañana. No podía ser posible que hubiese fracasado tan rápido.
Estaba en su oficina, sentado, viendo a la nada, sus ojos miraban más borrosos que de costumbre, su respiración se agitó. Se puso de pie y para cuando se dio cuenta, había arrojado la lámpara al piso, no se dio cuenta de la fuerza que empleó al arrojarla, pero se hizo añicos.
No pudo detenerse, arrojó lo siguiente que tenía a su paso, los vasos de vidrio y una jarra que solían llenarle de agua fresca todas las mañanas. Uno a uno hicieron su ruido al estamparse contra la pared o la puerta.
Continuó sacando los libros de su estante y después desocupando el escritorio. Todos los papeles acabaron en el piso.
Después, para sorpresa de Harry, Draco estaba de pie en la puerta, observando el desastre que había provocado, sin embargo, el rubio cerró la puerta detrás de si.
Ninguno dijo nada, solo se observaban. El rostro de Draco expresaba genuina preocupación.
Harry se derrumbó. Cayó sentado al piso. No tenía fuerzas en las plantas de sus pies.
Draco se aproximó a él con cuidado de no resbalarse con los papeles.
—Si quieres que me vaya no digas nada —dijo el rubio. Y de nuevo reino el silencio. Decir eso había sido un error, podía imaginar el reproche de Hermione por la estupidez que acaba de decir.
Estaba por darse media vuelta cuando...
—Ginny —dijo él.
Draco volteó a verlo.
—¿Qué sucede con Ginny? ¿Ella está bien? ¿Le pasó algo?
El muchacho volvió a llenarse de ira.
—Ginny quiere el divorcio.
De todas las noticias que Draco esperaba recibir esa no era una de ellas. Se recargó en el escritorio, casi sentándose en él. No lo entendía, estaban hablando de la hermana pequeña de Ron, aquella que siempre había estado enamorada de Harry, que lo observaba todo el tiempo y se sonrojaba cuando hablaba con él.
Suspiró.
—Maldita sea —dijo—. ¿Qué pasará?
Harry estaba lleno de ira. No sabía cómo hablar de eso.
—¿Qué pasará? —preguntó sarcásticamente—. Ginny no quiere arreglar nada, esta decidida a dejarme, no le importa, quiere que firme el maldito divorcio y desaparecer de mi vida.
—¿Sabes que? Soy un idiota —dijo Draco—. No estoy siendo de mucha ayuda y tal vez deberías hablar de esto con Hermione primero, quizás ella pueda hacer entrar en razón a Ginny y hacerle entender que es una decisión bastante repentina...
—No —se ajustó los anteojos—, no tendría que necesitar convencerla de estar conmigo.
—Harry por favor, no te comportes como un niño que aún está en Hogwarts, esta es la vida adulta y se toman decisiones difíciles todo el tiempo —le sermoneó—. Mira, tal vez Ginny esté confundida en este momento, puede que crea que el divorcio es lo mejor ahora y más adelante se arrepienta y quiera volver contigo, si los dos no actúan razonablemente y sigues haciendo berrinches como destruir tu oficina ambos acabarán arruinándose. Ella por creer estar segura de algo, y tú, por dejarla hacer lo que quiere.
—No quiero encadenarla a mí —entendía perfectamente lo que Draco le decía, y quizás ambos estaban a punto de arruinar sus vidas, pero algo le decía lo contrario, algo le decía que si seguían juntos entonces se arruinarían de verdad—, no pretendo negarme a firmar el divorcio, no quiero ser una carga ni una molestia para ella, no quiero que lleguemos al punto en que me insiste para firmarle el divorcio y yo me niego después de varios años.
—Estas exagerando.
—No estoy exagerando.
—Si, estas exagerando —dijo el rubio—. Además...
—¿Qué?
—¿Ya pensaste cómo se lo dirás a Ron?
—Tal vez sea mejor que Ginny se lo diga, ella es su hermana.
—Y tú eres su amigo. Harry, no quieras huir de tus responsabilidades, fue el primer amigo que tuviste, hasta yo entiendo que la amistad entre tú, él y Hermione es demasiado grande —dijo—, y sigo pensando en que deberías decirle a Hermione, tal vez ella te ayude a contarle a Ron, o mejor díselo a los dos al mismo tiempo, puede que Ron se sienta excluido al ser el último.
—No quiero.
—Si, párate —insistió Draco.
Después de media hora intentando levantarlo del piso el castaño al fin se puso de pie. Arreglaron la oficina con sus varitas y después acordaron de verse después del trabajo en casa de Draco.
•••
Harry tenía que llegar a su casa antes, no quería ir con el uniforme, necesitaba ropa cómoda, una sudadera, cualquier pantalón. Lo que fuera menos el uniforme.
En cuanto entro fue fácil percatarse de que la casa estaba sola, no había señal de Ginny. En la mañana, antes de dejar la casa para irse al trabajo, no imagino que Ginny pensara irse tan pronto.
Era la casa de Sirius. Dobby y Kreacher solían visitarlos y prepararles algo de comida, pero llevaban todo un mes sin presentarse.
Entro a su habitación y encontró la cama perfectamente tendida, se sorprendió de que a pesar de que Ginny no había dormido en ella se había ocupado de tenderla. No quiso pensarlo tanto, abrió los cajones para buscar ropa y se llevo la sorpresa de que ya no estaba la ropa de ella.
Sintió un apretón en el pecho. De nuevo lo invadía el dolor. Aún le costaba entender que eso estaba pasando.
Se apresuró a vestirse, debía encontrarse con Draco, Hermione, Ron, incluso Luna estaría allí porque Ron no quería dejarla sola.
Se vistió y salió rumbo a la casa de sus amigos. Ya no tenía caso arreglar algo que estaba roto.
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Amor Correspondido (Dramione)
FanficEra inevitable no querer observar cada cosa que hacía, cada movimiento, cada sonrisa, cada sensación que sentía. Para ella esa cabellera rubia, esos ojos grises y esa piel pálida era lo más hermoso que había visto en toda su vida. Continúa leyendo m...