Capítulo 08

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ASHLEY Y ANDREW estaban fuera de la casa de Muriel sentados en las escaleras mientras reían; después del juego, los jóvenes se juntaron a revisar los escritos de los alumnos y se los dieron a Muriel ese mismo día para la publicación.

Ahora, pasaban tiempo juntos.

— No me gusta para nada. — dijo Ashley haciendo una mueca de desagrado.

— ¿Las fresas, en serio, no te gustan? ¡Es la mejor fruta del mundo! — Exclamó Andrew con tono indignado.

— Es asquerosa...

Ashley frunció su nariz mientras sacaba la lengua, y Andrew se cubrió con las hojas de su mano para bloquear sus risas.

— ¡Basta! — Le dijo Ashley mientras golpeaba levemente su hombro.

Andrew volvió a soltar una sonora carcajada y la castaña rodó los ojos, aunque le parecía graciosa la actitud del chico, ella se desesperaba fácil.

Ashley empezó a reír mientras negaba con la cabeza.

— ¿A ti qué es lo que no te gusta? — Le preguntó Ashley.

Andrew borró su sonrisa y lo pensó por unos segundos.

— El pay. — dijo Andrew.

Ashley asintió en respuesta.

— ¿Te gusta la música? — Le preguntó Andrew.

La castaña sonrió, la música era una de las cosas que más disfrutaba.

— Me encanta, me transmite mucha paz, cuando toco la guitarra me transporto a otro mundo. — Respondió con una sonrisa.

— ¿Tocas la guitarra? — Ashley asintió. — ¡Vaya! Eres una caja llena de sorpresas, Ashley Brooke.

— Y conoces las primeras... — Respondió Ashley.

Andrew observó a Ashley con interés, él veía la tristeza dentro de ella, como si no pudiera escapar de ella, porque Ashley no podía huir de la presión, ni de sí misma.

****

Ashley, Moody, Charlie y Gilbert estaban sentados en el suelo del salón de clases mientras leían un libro, estaban esperando a Muriel para iniciar la clase. La castaña llevaba puestos unos pantalones y una camisa holgada; Moody y Charlie se veían entre ellos, riéndose de su amiga.

Ashley era de esas chicas que disfrutaba hacer anotaciones en sus libros, ya que, según ella, los hacía más personales; y tenía razón, escribir en un libro lo volvía más tuyo.

Moody y Charlie volvieron a mirarse con intenciones de burlarse de la castaña.

— Ya sé que se ríen de mí, basta. — Pidió Ashley sin mirarlos.

Los dos jóvenes se observaron con sorpresa, mientras Gilbert reprimía una risita.

— ¿Cómo supiste que nos reíamos de ti? — dijo Moody con cierto temor en su voz.

Ashley soltó algunas risas inaudibles.

— Llevan mirándose entre ustedes los últimos minutos, por supuesto que me iba a dar cuenta. — Les respondió Ashley.

Gilbert rió junto con Ashley.

— Lo sentimos. — Respondieron Moody y Charlie.

Ashley les sonrió e hizo un ademán con la mano restándole importancia. Cuando Gilbert iba hablar, los alumnos que faltaban empezaron a ingresar a la escuela, lo que provocó que los amigos de Ashley pararan su actividad y caminaran hacia sus asientos.

𝐁𝐋𝐀𝐍𝐊 𝐒𝐏𝐀𝐂𝐄  - 𝒈𝒊𝒍𝒃𝒆𝒓𝒕 𝒃𝒍𝒚𝒕𝒉𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora