Seokjin y Kihyun son dos omegas que vivían ocultando su lado lobuno en una ciudad dominada por un hombre que odia a los cambia formas y busca acabar con ellos. Sin embargo su vida cambia cuando se ven demasiado involucrados con la manada Kim, donde...
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Me quede parado mirando la puerta, como si Jin regresara en cualquier momento, claramente eso no paso. Se hacía cada vez más tarde, y Jin no llegaba. Comencé a preocuparme en cuanto el sol empezó a ocultarse, si Jin tardaba más cerrarían la puerta y quedaría fuera. No lo pensé más y corrí hasta la puerta.
—¿Vas en busca de Jin?— un guardia conocido me detuvo.
—Van a cerrar la puerta pronto— lo mire —sabes que él nunca se tarda tanto en llegar— el asintió.
—lo sé muy bien, lamento decirtelo pero no puedo dejarte salir.
—¿Por qué?— dije casi gritando —aun no es hora de que cierre la puerta— intente corre pero me detuvo.
—Nos ordenaron meter a los trabajadores de inmediato y cerrar la puerta.
—Solo serán unos minutos— el negó —¿Por qué?
—Hubo un ataque cerca de aqui— se quedó callado por algunos segundos —varios lobos asesinaron a trabajadores— intente hablar pero de la sorpresa no pude articular palabra, el guardia adivino lo que quería decir.
—Jin no estaba entre los fallecido, ni con los heridos...está desaparecido.
Saber que Jin no está entre los muerto me calmo un poco, cabía la posibilidad de que al estar con Juwon y saber del ataque se haya ido con él, sin embargo tenía el miedo que los atacantes se llevaran a Jin.
—¡Todos los trabajadores entraron, cerrar la puerta!— un grito se escuchó desde arriba del muro, aprovechando la distracción del guardia corrí lo más rápido que pude y Salí justo antes de que la puerta terminara de cerrarse, detrás de mí solo alcance a escuchar el grito del guardia.
Seguí corriendo hasta llegar al punto donde nos reunimos con Juwon, no había nadie, ni siquiera los centinelas de Kim. Me transforme en lobo he intente buscar el aroma de Jin, era leve pero logre encontrarlo, estaba dentro del bosque.
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—¿No entiendo por qué podemos olernos?— hable
—Lo más extraño es que Jimin no puede olerte, ni tu a él— hablo Tae.
