Seokjin y Kihyun son dos omegas que vivían ocultando su lado lobuno en una ciudad dominada por un hombre que odia a los cambia formas y busca acabar con ellos. Sin embargo su vida cambia cuando se ven demasiado involucrados con la manada Kim, donde...
—Kihyun ¿Dónde está mi crema Para las arrugas?— el castaño buscaba por todos lados su apreciada crema, sin embargo no logro encontrarla.
—Jin tú no tienes arrugas— expreso girando los ojos el joven de pelo negro.
—es gracias a mi crema, ¿Dónde está?
—Se terminó, tire el frasco ayer.
—¡¡QUE!!— Grito el castaño —¡¡Y porque no me dijiste!!
—Perdón te avisare la próxima— comentó Kihyun, rezando internamente por poder
Cumplir lo que acababa de decir.
—Más te vale— amenazó el castaño —me iré a bañar.
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Observe como mi compañero caminaba en dirección al baño, cuando lo perdí de vista tome el teléfono y pedí una pizza, sabía que Jin no había hecho nada de comer, pues de ser así ya me hubiera dicho. Espere unos minutos a que la pizza llegara, sin embargo estaba tan cansado por lo ocurrido la noche anterior, que me quede dormido.
—Kihyun— escuchaba una ligera voz que me llamaba, no sabía de quien era. —Kihyun despierta— seguía escuchando ruido, lentamente abrí mis ojos.
—¿Mama?— intente levantarme para abrazarla, pero ella me lo impidió.
—No te levantes, debes estar cansado por lo de anoche.
—Sí, cada vez me cuesta más controlar la trasformación— mi madre se sentó a un lado mío.
—Eso ya no será un problema— dijo para después sonreír.
— ¿Por qué lo dices?— mi madre dejo de sonreír.
—Por fin lo hiciste mi amor, ahora estas completo.
— ¿De qué estás hablando?— mi madre volvió a sonreír, su mano recorrió mi mejilla.
—Sabía que ese chico era especial desde el momento en que lo vi por primera vez.
—¿Estás hablando de Jin?— ella asintió.
—Tu padre lo quería para él, pero desde que lo vi nacer supe que debería ser para ti— ella me abrazo y comenzó a dejar suaves caricias en mi espalda.
—Él es mi mejor amigo—correspondí a su abrazo, mire mis manos manchadas, me asuste.
—Era tu amigo— respondió ella, me solté de sus brazos y me levante bruscamente buscando desesperadamente a mi compañero, no estaba.
—¡Jin!— grite, corrí hasta su cuarto, pero caí antes de llegar, mire lo que me hizo caer. —¡Jin!— lagrimas comenzaron a salir de mis ojos —¡¡JIN!!— moví bruscamente el cuerpo de mi querido amigo. Pero de nada sirvió, ya estaba muerto.
