Flowers To Thank You [Luzuplay]

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La Navidad ha llegado, y con ello el final de nuestro viaje a la nieve, lo que no podía suponer antes de subirme a ese bus que nos llevaría al paisaje helado más bonito que he visto, es que el último día el chico que me lleva gustado poco menos de un año se me iba a declarar y como no, acepté. 

Al volver a casa sencillamente no me lo creía, no me creía ese bonito trayecto en bus en el que se quedó dormido en mi hombro o ese último paseo por la nieve mientras pasaba su brazo por mis hombros y me acercaba a él. Nunca pensé que acabaría saliendo con el chico del piercing en la ceja.

Ahora mismo estoy tumbado en mi cama intentando asimilar lo bien que me están saliendo las cosas, al final va a ser verdad que Navidad es la época más mágica del año. La nieve cae de forma muy brusca fuera de mi casa, tanto que creo que cerrarán las carreteras, pero eso ahora me da igual, porque soy la persona más feliz de este mundo.

Soy incapaz de quitarme esta boba sonrisa de la cara y no paro de sentirme afortunado por tener al mejor chico que alguien podría desear. Tiene sus pros y sus contras pero si no quieres a una persona con sus defectos... Realmente no la quieres.

La puerta de mi habitación se abre de imprevisto y doy un pequeño respingo al salir de la fantasía que me estaba inventando en la cabeza.

-Borja, me tendrás que contar que tal tu viaje, ¿no? -dice mi madre irrumpiendo en mi habitación.

-Cuando baje a cenar os lo contaré todo, tranquila -sonrío y esta asiente satisfecha para volver a cerrar la puerta e irse.

En el mismo momento que mi madre abandona mi cuarto suena una notificación en mi teléfono, mis ilusiones de que sea él se desvanecen en cuanto veo el nombre de Alex escrito en la notificación ¿Debería decírselo ya? Sé que es mi mejor amigo, pero creo que esperaré hasta mañana y así nos vemos en persona.

Cuando he deshecho toda la maleta y he guardado las cosas cuidadosamente en mi armario me decido para bajar a cenar y contarle todo (o casi todo) a mi familia. A lo mejor esto no llega a mucho más y no quiero decirlo antes de tiempo, a pesar de que yo ya me esté imaginando nuestra boda.

Escuchan atentos todo lo que tengo que decir mientras mi hermana juguetea con su pelo aburrida de que toda la atención caiga en mí porque ella ya había contado su parte del viaje.

Al terminar de cenar subo las escaleras hasta mi habitación y me paso otra hora jugando en el ordenador hasta que me doy cuenta de lo realmente cansado que estoy y decido que es buen momento para irme a dormir.

Mientras me pongo el pijama suena mi teléfono y me acerco a mirarlo, esta vez la notificación me hace mucha más ilusión de la que me hacía antes de que me pidiera salir, si eso es físicamente posible.

Sonrío ante la despedida y me tumbo en la cama mientras abrazo mi almohada. Creo que mañana va a ser un gran día, solo espero que pueda salir de mi casa sin quedar hundido en cinco metros de nieve.

Me despierto con una alegría que podría calificar como inhumana. Es sábado y todo está cubierto por una gran capa blanquecina que me hace sentir como en las típicas películas de Navidad Estadounidenses. Me cambio de ropa pero aún así  mantengo la comodidad de una sudadera y unos pantalones anchos calentitos, al bajar mi padre ya nos ha preparado el desayuno como casi todos lo findes de semana.

-Buenos días -saludo con una sonrisa que soy incapaz de quitarme de la cara.

-Buenos días, hijo. Que contento estás ya a primera hora de la mañana.

Si supiera el motivo de mi felicidad no sé que diría, creo que ni siquiera saben que soy gay, en ningún momento he tenido esa escena tan típica en la que los padres están sentados en el sofá y su hijo le dice: "papá, mamá, soy gay". Creo que les daría igual, son personas geniales y nunca he oído malos comentarios sobre ese tema, pero aún así me da miedo.

- Voy a salir esta tarde ¿puedo? -le pregunto al terminar.

-Acabas de llegar y ya te quieres ir -bromea- ¿Quién irá? 

-Creo que Alex, Raúl y Samu.

Mentira, solo va a ir Auron, pero prefiero ser precavido. 

-Pues que te lo pases bien, yo me voy a trabajar. A ver si consigo sacar el coche.

Asiento y observo como sale de la cocina no sin antes dejarme un dulce beso en la frente. No podría tener una familia mejor. Me levanto y subo a la habitación, al mirar el móvil veo una bonita notificación de Alex diciendo que lo sabe todo y que quiere que le cuento lo que ha pasado ahora mismo. Lo llamo y nos pasamos al rededor de una hora hablando hasta que me doy cuenta de que tengo que hacer la comida.

Las horas pasan excesivamente lentas para mi gusto, quiero que lleguen ya las cinco para que Raúl llegue a por mí. He elegido cinco conjuntos distintos para ponerme antes de que mi alarma suene, al final me decido por el más caliente y el más cómodo, lo acompaño por unos guantes y mi gorro negro.

Exactamente dos minutos pasados las cinco suena el timbre de mi casa y prácticamente corro para abrir la puerta. No quiero parecer un niñato estúpido, pero estoy muy emocionado por quedar con él como oficialmente pareja.

Abro la puerta y ahí está, con la nariz y las mejillas ligeramente sonrojadas por el frío y las botas cubiertas de nieve. El camino de su casa a la mía no es muy largo, aunque es lo suficiente para congelarte en él a menos dos grados.

-¿Hace frío? -bromeo al verlo.

-No, por mi me bañaba en la piscina de Guille ahora mismo. De hecho iba ya ¿te vienes? -dice siguiéndome la broma.

-¿Quieres pasar un rato y luego vamos a la nieve? -pregunto. Asiente y cuando para me deja un beso en la mejilla- Estás frío -me quejo.

-Lo sé -responde sonriendo de forma traviesa.

Este chico es perfecto.

🌻💛🌻

Estoy tan contenta de traer ya el primer capítulo oficial de esta nueva historia... Espero que os guste. Los que habéis leído: Esa Pulsera imagino que sabréis que pasó durante la nevada uwu.

-SunflowerPana 🔥🌻

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