Hoy es el día, hoy voy a ir de compras con Luzu y su familia, y para qué engañarnos, tengo muchas ganas. Además la ropa que voy a llevar hoy me la eligió expresamente él y creo que no iré tan mal como pensaba al principio.
Termino de peinarme y me miro por ultima vez al espejo para comprobar si llevo bien puesta la ropa y el pelo, creo que todo correcto.
Agarro mi móvil y me lo guardo el bolsillo para luego ir a por el abrigo. Al entrar al salón mi padre está tirado en el sofá como todos los malditos días cuando vuelve de trabajar, no hace otra cosa, solo sentarse, comer y quejarse de todo y de todos.
-¿A dónde se supone que te vas? -pregunta al verme ponerme el abrigo.
-He quedado.
-¿Con una chica? Si es así, yo que tú me cambiaría de ropa, pareces un maricón así vestido -insulta.
Cojo aire profundamente y luego suspiro con toda la intensidad que puedo para no cabrearme, odio que me diga eso, odio que me lo diga en tono despectivo y odio que sea algo malo para él, lo odio.
-¿Y si lo fuera habría algún problema? -pregunto retándolo.
-Que no volverías a pisar esta casa en tu puta vida. Me daría igual tu madre, tú o tu estúpido gato.
Me encantaría responder, pero no puedo. Me he quedado sin palabras, simplemente no quiero tener problemas, aunque lo que me acabe de decir me duela más que una patada en los huevos y a pesar de tener ganas de llorar aquí en medio, y de pegarle un puñetazo.
-Me voy -respondo intentando decir las palabras justas.
No sé si se ha despedido o me ha dicho algo, no lo he oído, ni quiero volver a escucharlo en mucho tiempo, cuando más tarde tenga que ver su estúpida cara más feliz estaré.
Camino sin mucha prisa hacia la casa de Luzu, llego con tiempo y además quiero disfrutar un poco el aire fresco. Cada paso que doy me recuerda más intensamente las duras pero tajantes palabras de mi padre, sabía que era un idiota, pero no sabía que podría llegar a es punto, le mantenía un poco de respeto.
Al llegar a mi destino me paro en la puerta y llamo esperando a que alguien abra, no tarda en aparecer su madre, con esa sonrisa amable tan característica suya de oreja a oreja.
-Buenos días -saludo sonriendo y de la forma más educada posible.
-Buenos días, Borja está en su habitación, puedes subir hasta que nos vayamos -responde dejando un hueco para que entre a la casa.
Asiento y subo las escaleras a paso tranquilo. Antes de entrar a su habitación decido llamar a la puerta y a los escasos segundo el chico ya se ha levantado y ha abierto. Va vestido con una sudadera amarilla muy básica y unos vaqueros de color grisáceo, tiene el pelo ligeramente despeinado y sus ojos brillan con esa bonita intensidad de siempre. Hasta vestido como la persona más normal del mundo a mí me sigue pareciendo lo más bonito de este mundo.
-Por fin llegas -dice tirándose hacia mí para abrazarme.
-Si he llegado antes incluso de la hora -río mientras le correspondo el abrazo.
Me encanta su olor, no lo sabría describir bien, sé que hay canela y por eso siempre que la huelo me acuerdo de él, pero el resto de olores son simplemente indescifrables, solo sé que me encanta.
-Para mí llegas tarde -se separa un poco y se pone de puntillas para dejarme un dulce beso en los labios.
-Ayer te eché de menos cuando te fuiste -digo mientras abrazo su cintura-. No debería haber actuado así, creo que fui muy brusco. Lo siento.
-No tienes que pedirme perdón, si tu padre no lo sabe entiendo que te pillara por sorpresa -responde de forma comprensiva-. Por cierto, vas muy guapo, me deberías decir quien es tu estilista.
-Es el mejor chico que he conocido en mi vida: guapo, inteligente, amable, dulce y además muy sexy -susurro acercando un pocos nuestros rostros.
Noto como se pone rojo casi al segundo, no se esperaba en elogio y me encanta pillarlo por sorpresa me parece tan adorable su reacción y tan adorable él. Tras un rato hablando su madre aparece para avisarnos de que su padre acaba de llegar y que nos vamos ya.
Estoy muy nervioso, demasiado diría yo. Solo quiero causar una buena impresión y si no me tranquilizo empezaré a decir estupideces y la cagaré como suelo hacer siempre.
Nos subimos al coche y saludamos a mi padre que nos devuelve el saludo con una ligera sonrisa mientras examina a Raúl de pies a cabeza sin dejarse el mínimo detalle. Sé que está nervioso, se lo noto, sobretodo por la cara que tiene puesta y porque no formula más de una oración seguida por miedo a cagarla.
Cuando mi padre se gira pongo mi mano sobre la suya y sonrío un poco para intentar que se tranquilice. En cuanto mi madre se sube al coche este arranca y empieza el viaje. Yo tengo un problema, los viajes en coche me dan mucho sueño y siempre suelo ponerme los cascos y dormir, el problema es que no quiero dejar a Auron despierto con mis padres.
-¿Quieres escuchar? -pregunto ofreciéndole uno se los auriculares. Este asiente y se lo pone en la oreja.
Le doy al modo aleatorio de mi playlist de Spotify y la primera canción que sale es The Green Gentleman, de Panic! At The Disco. Apoyo mi cabeza en el hombro del chico del piercing y cierro los ojos un poco, este como respuesta agarra mi mano y la acaricia ligeramente con su pulgar.
-Si quiere dormir adelante -me susurra.
Asiento ya con los ojos cerrados y me centro en el ritmo de la canción que me sé de memoria mientras disfruto de la silenciosa compañía de Raúl a mi lado y al relajante tacto de su mano en la mía.
🌻💛🌻
Puede, solo puede que me haya equivocado y haya subido el 11 antes que el 10. Si lo has leído, aquí no ha pasado nada ;) cosas que pasan y te das cuenta tres horas más tarde se agradece no hacer spoiler porfa. Sí, soy idiota.
-SunflowerPana 🔥🌻
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Flowers To Thank You [Luzuplay]
Fanfiction-Lo siento, no me gusta ser así. -Lo sé, Auron, lo sé. ✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨ Donde Auron le agradece las cosas a Luzu con flores. ✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨ Esta historia ocurre a la vez que en Esa Pulsera [Fargexby], historia que hay en mi perfil. Empieza: 13/10...