Casa

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-Le conseguiremos una casa.-

Me tomaron varias fotos, tomaron mis huellas y volvieron a hacerme muchas preguntas, comí y después de eso probaron mis habilidades, ¿para que?.

-Buen rendimiento, tecnicas y análisis, creo que puede entrar a la academia.- me miró al decir eso

-Como usted diga Lord Hokage, vamonos a tu casa Reiki.-

Me parecía extraño que Sora se preocupara por mí si acaba de conocerme, ibamos caminando cuando decidí despejar esa duda.

-¿Puedo preguntarle algo?.-

-No me hables de usted ¿si?.-

-¿Por qué tanta confianza? y corrigeme si estoy equivocada... pero siento que te preocupas por mí, nisiquiera me conoces.- le exprese mirandolo y el sonrió de una manera que no habia visto en mucho tiempo, un sonrisa sincera.

-No lo se, la vida no te hace conocer personas solo por casualidad, y los sentimientos que puedes llegar a experimentar por alguien al instante de verlo, son un misterio y no puedes controlarlo.-

Yo me quede con cara de... ¿?

-¡No no! no me malinterpretes, solo que... por algo yo estaba en ese lugar y la vida decidió que nos conocieramos, en pocas palabras, no es un deber cuidarte por el Hokage, es por que quiero cuidarte.-

Eso hizo que me hiciera sentir un poco menos tensa, ya que todo mi cuerpo lastimado, sucia y las miradas de los aldeanos me ponían nerviosa, llegamos a mi nuevo hogar, una pequeña casa de dos pisos.

-Bueno, no es muy lujosa pero tampoco esta mal ¿no?.-  habló mientras abría la puerta, al entrar hay una pared impidiendo el paso, a la izquierda tambien una pared, como un pequeño pasillo que te indica que la entrada es a la derecha, hay unos sillones cafés muy bonitos al rededor de la estancia, en el centro una mesita con unas flores celestes.

Atrás de las paredes mencionadas de encuentra la cocina, una estufa, refrigerador, una vitrina que tiene platos, vasos etc.

Entre la cocina y la estancia unas escaleras, al subir hay 2 cuartos uno de color rojo y otro sin pintar, ambos con una cama sin mucha decoración, el baño estaba muy grande y tenía bañera con regadera.

-¿Ya viste todo?.- dijo algo risueño mientras bajaba las escaleras.

-¿Qué te da risa?.-

-Ves todo muy detalladamente, bueno, esta será tu casa siempre, te daremos dinero por semana para que compres lo que necesites, cuando puedas hacer misiones tus ingresos aumentaran, y si necesitas algo me marcas.- estiró su mano con su número de teléfono.

Comence a llorar de felicidad, el se preocupa más por mi que mi propia madre.

-¿Por qué lloras?.-

-Gracias, nisiquiera mi madre se preocupaba por mi.- corrí y lo abrace, aquellos ojos verdes hacen que me sienta segura y querida.

-Bueno, mañana vengo a las 4pm para decirte algo y hablar contigo, ¿sabes cocinar?.-

-Sip, adios.-

Revise el refrigerador y no había nada, tampoco en las vitrinas, y la ropa que traía estaba muy mal, marque a casa de Sora y tardo en contestar.

-¿Bueno?.-

-Sora, tengo un problema.-

-¡¿Qué pasa?!.- gritó alterado

-Tranquilo, es que no hay comida y mi ropa esta desgastada.-

-Oh, espera.-

Se escuchaba como Sora pedía permiso para salir, no se que estara haciendo, hasta que volvio hablar.

-Disculpa, estoy haciendo papeleo y no me dejan irme, el dinero lo deje en la mesita, ve CON CUIDADO a comprar algo de comer y la ropa yo me encargo mañana que vaya a verte.-

-Gracias, un beso.-

Escuche su risa y colgamos, me metí a bañar para no estar muy sucia, la ropa que tengo es un short hasta un poco arriba de la rodilla, una blusa normal de color celeste y unas sandalias pero no como los de aquí, tome el dinero y salí, paseé por mucho tiempo sin encontrar una tienda para comprar hasta que decidí preguntar a una chica de pelo corto con unas marcas moradas en la cara.

-Um, disculpa.-

-¿Si?.-

-¿Sabes... donde esta una tienda?.- le pregunte sonrojada

-¿Eres nueva?, ¡que bonito cabello!.- gritó mientras me acariciaba el pelo

-S-si soy nueva.-

-Ven- dijo tomando mi mano

-¿A donde vamos?, ¿y si te regañan?.-

-Vamos a la tienda que buscas, estoy sola, mi nombre es Rin Nohara.- caminamos y despues de un rato le conteste.

-Soy Reiki Yuki.- me miró  -¿del Clan Yuki?.

Asentí, ella me platico que sabía sobre mi Clan pero que ella no tenía motivos de odiarme.

-Llegamos.- una puerta electrica se abrió y entramos al supermercado

-Esto no había donde vivía, solo pequeñas tiendas.-

Compre lo necesario y salimos hacia mi casa, le explique que no tengo padres y ella comparte lo mismo conmigo, esta sola.

-¿Así que aquí vives?.-

-Si, es algo grande la verdad, un día te invitó, cuando la arregle.-

Asintió y se fue, yo entre y comence a cocinar, tenía ganas de algo con carne y lo hice, compre muchas cosas pero aún así me sobro algo de dinero.

Cene sola con la tele prendida, lave los trastes y me sente a pensar muchas cosas hasta que decidí irme a dormir, el cuarto rojo tenía una cama más grande que la otra así caí dormida allí emergida en mis pensamientos.

La chica del Clan Yuki (Kakashi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora