La chica del Clan Yuki (Kakashi)

Fallo

Apenas reaccioné, termine de llorar y me paré. No iba a detenerme en su búsqueda, de ese modo no iba a salvarse por mi sola. Avancé rápidamente con la esperanza de poder captar algún olor, algún chakra, cualquier sonido distante, pero lo único que escuchaba dentro de mí era el grito de Reiki con mi nombre. Seguí así hasta que perdí las esperanzas después de varias horas de rastreo, y que mi cansancio era tal que caí al suelo mientras brincaba entre las ramas. Resignado regresé a la aldea de Konoha, pero no sabía que hacer cuando pise el suelo de ella. ¿Debería decirle a Iruka?, ¿Tsunade-sama?, incluso considero decirle a Guy, aunque el no convivía mucho con ella. No tuve otra opción más que ir con la Hokage. Llegue y subí la larga hilera de escaleras, no sabía que decir exactamente como empezar a decirle... pero antes de poder completar y relfexionar una manera de decirselo ya estaba enfrente de ella, con Shizune a un lado.

-Kakashi, ¿por qué no estas con tu compañera?.- todo mi poco valor acumulado se fue y por su puesto que ellas lo notaron

-Tsunade-sama, Reiki... ella fue secuestrada.-  la quinta hokage abrió los ojos y se soprendió. Me regañó claramente, pero sin salirse de sus escrúpulos y tiene razón, ¿cómo pude permitir eso?, claramente se enfadó, me hizo las preguntas de reconocimiento y formó un escuadrón de busqueda para este caso especial, conformado por: Shikamaru, Guy y yo, pocas personas pero con Shikamaru como líder hay más esperanzas de encontarla. Shikamaru ya todo un buen ninja táctico a sus 16 años. Naruto quería interponerse entre todo, pero Tsunade-sama dijo que no le parecía coherente que él fuera con nosotros.

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La esperanza es lo último que muere... pero tras 4 meses de búsqueda, todo es un fallo. Resignados volvimos a Konoha después de habernos ido 1 semana entera fuera, estaba siendo egoista, como si Guy y Shikamaru no tuvieran sus propias cosas que hacer. Ofrecí una disculpa a mis compañeros del pequeño escuadrón de rastreo, pero claramente no tenían ni una presencia de enojo dentro de sí por ser parte de esto, el enojo, la decepción y frustración era por no poder ayudar a un elemento de Konoha.

-¡No te des por vencido Kakashi, la juventud esta con nosotros!.- el aura de mi eterno rival era blanca con dorado y brillitos, mientras que la mía patéticamente era un aura negra y pestilente, pestilente en forma de ser. No he podido dormir bien, tengo pesadillas y esto cada vez me lastima más. Me despedí de ellos y fuí a mi casa. Llegué y todo era tan monótono y el día contrastaba completamente con mi actitud y estado mental/emocional. El día brillaba y mientras yo veía vagamente por la ventana no dejo de pensar en ella, su risa, su voz, sus besos. Debo admitirlo, me gusto aquella vez que estuvimos en la cama, pero aunque halla estado con otras chicas después de ella, odio admitirlo era diferente, me gustaba más con ella, todo con ella era más interesante. Pero no puedo entregarme a una persona aún, y menos si se resiste a mis deseos. ¿Por qué carajo estoy pensando en esto?. 

Fuí a la oficina de Tsunade-sama, iba a pedirle deshacer el escuadrón de rastreo.

-Tsunade-sama, tengo que pedirle algo.- entré y Shizune estaba cabizbaja

-Primero, yo tengo que decirte algo.- se paró, miró hacia la aldea por la ventana dandome la espalda

-Debes dejar el seguimiento del caso de Reiki.-

Whoooola!

Panecillos les gusta? diganme la verdad ehhh jaja