"Me gustas, desde ese primer día".
Capítulo +18 (si no desean leerlo, pues no lo lea, pero al final sé que lo la va a leer ok.) Ahora sí, se confiesan.
Dominick Harts.
Esa noche en la fiesta, no había salido como yo esperaba, todo estaba yendo de la mierda... ala muy mierda. Todo se jodió desde que Nala llegó, parece garrapata pegada a mí, y honestamente, me siento asfixiado.
Me estaba gastando todo el oxígeno.
Estaba sentando en una mesa de las esquinas, observando a toda la gente bailar. Nala se encontraba justo a mi lado, Malik, justo ala par de ella, y Sofy a la par de Malik.
Deseaba que ese día si pudieran consagrar su amor.
—¿Donde dejaste a la castaña, Drac? —Preguntó Sofy.
La volteé a ver mientras me encogía de hombros.
—Se perdió —respondí simple—. Ojalá la esté pasando bien.
«Mentira, estoy furioso porque está saber dónde, y con quien.»
—Ya... deberías ver a tu izquierda —dijo divertida.
Como si se tratase de un robot, me giré a mi izquierda, logrando ver lo que no deseaba.
Harrison estaba sentada en el bar de la fiesta, hablando con un imbécil. Pude notar como su vestido —el cual se ceñia a su piel—, empezaba a subirse, y ella, ni siquiera lo notaba.
Mis puños se apretaron sin razón alguna. Se me secó la garganta, así que agarré un trago que estaba en la mesa y me lo tragué sin preguntar de quién era. Escuché la risa de Sofy inundar la mesa y Nala resoplar.
—¿Quieres ir donde ella? —Preguntó Nala, asqueada.
Me giré a ella furioso.
—La verdad ni te interesa —espeté. Estaba más furioso de lo que admitía—. Honestamente, no sé qué mierdas haces aquí.
Una mueca cruzó su rostro, pero no me importó en lo absoluto. Estaba enojado con ella, y conmigo mismo.
—Drac... —Empezó Sofy, pero la ignoré.
—No, dime —le hablaba a Nala—. ¿Somos amigos tuyos?
Su quijada temblaba.
—No, pero tú y yo... —dijo en voz baja.
Me reí irónicamente.
—¿Tú y yo? —Volví a reír. Ignorando las miradas recriminatorías de Sofy—. No existe tal. No salgo con nadie, y mucho menos contigo.
—Drac...
—Vete —escupí—. Me has estropeado la noche desde el comienzo.
Quizás fui un hijo de puta, pero en ese momento, me importó muy poco. Nada en lo absoluto la verdad.
—No tenías que ser así —empezó Sofy—. Todos sabemos que estás con humor de perros porque la castaña está ligando con el bartender.

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Inevitable
Teen FictionElla no debía de saber de su existencia. Él tenía que cumplir con su lista. Ella no debía intentar ser su amiga. Él carecía de sentimientos hacia alguien que no fuese si mismo. Ella cayó en un hoyo sin fondo. Él era el hoyo sin una salida. Ella se e...