Capítulo 14

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Estaba preocupada por este capítulo. No parecía ir suave. Pero ahora que lo he releído y cambiado, me parece que en realidad ha logrado mucho más de lo que imaginé originalmente.

X

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Hermione no pudo concentrarse mucho esa tarde. Se largó a la biblioteca y enterró la cabeza en libros, siempre una manera de distraerse de las complejidades de la vida. Pero mientras sus ojos se vertían sobre las palabras, encontró su mente viendo sólo la imagen de él sujetándola sobre el escritorio, embistiendo duro dentro de ella una y otra vez.

Era su propia reacción lo que ahora ocupaba sus pensamientos más que nada. Aunque una vez que él había comenzado, ella lo había permitido, esencialmente la había forzado, y en el momento en que ella pensó que él podría detenerse, reconsiderarlo, ella había sentido una decepción desesperada. Había querido que la tomara de esa manera más que nada, y el orgasmo que había alcanzado había sido uno de los más vívidos.

¿Y qué había de él? Sus celos infantiles, su posesividad – eran tranquilizadores por derecho propio, pero claramente habían revelado una faceta de él que sólo había necesitado en sus momentos más bajos y oscuros. ¿Estaba preparada para aceptar eso también? Sabía por lo que él había pasado, y las razones por las que lo había hecho, pero a pesar de su confesada necesidad de control y orden, cuando era empujado había revelado sus más profundas inseguridades y demonios internos.

Sabía que sería así, pero nunca había lo experimentado tan visceralmente con él. ¿Es eso lo que quería en una relación? Sentada mirando las hileras de libros ante ella, una niebla pareció despejarse en su mente y llegó a una súbita comprensión.

Era exactamente lo que quería.

El contraste entre este hombre complejo, brillante, atormentado, y la expresión de ojos brillantes, vacua, inocente, de Laurence Filmore, lo hizo todo aún más claro. Ella, Hermione Granger, no podría sobrevivir con nada menos.

Pensó en sus conversaciones recientes. A su manera habitual, ella había sido áspera, penetrante. Quizá había sido demasiado apresurada, enfrentándose a él sobre Lily y el amor tan temprano. Se sintió un poco avergonzada, pero recordó que él no había sido demasiado reacio a hablar con ella. Necesitaba que él viera que el amor no correspondido, no recíproco, que sentía por Lily, aunque innegable, y noble y hermoso en sí mismo, no era un amor completo. Para que alguien amara por completo, no se trataba simplemente de una cuestión de pasión ardiente y lealtad inquebrantable. Se trataba de respeto, tolerancia, compromiso. Sólo cuando puedes aceptar el amor a cambio, llegas a una comprensión completa de eso.

Amor – la palabra sonó hueca en su cabeza. ¿Es eso lo que sentía por él? ¿Ya había llegado tan lejos? No estaba claro para ella.

Sabía que quería continuar. Sabía que quería averiguar lo que estaba sintiendo, sabía que existía la posibilidad de que pudiera ser amor, pero no podía precisarlo del todo como tal todavía. ¿Era eso injusto? ¿Le estaba dando falsas esperanzas? ¿Estaban ambos tan maltrechos que el salto hacia el amor verdadero era demasiado difícil para ella, y también para él?

Se encontró agarrándose la cabeza con las manos, tirándose del pelo con los dedos. Había oscurecido afuera, y echando un vistazo al reloj, vio que ya era la hora de cenar. Enseguida recogió sus cosas y corrió al Gran Comedor. Él no estaba allí. No estaba sorprendida, sino más decepcionada de lo habitual. Sabía que lo que había ocurrido entre ellos lo había sacudido tanto como a ella. Parecía poco lo que podía decirse después, y ella se había marchado de repente. Ahora necesitaba saber que él estaba bien.

Comió velozmente. En un momento que levantó la vista, miró más allá en la mesa y se encontró con los ojos de Laurence Filmore, que estaba mirándola fijamente con los ojos abiertos de expectación. Él le sonrió ampliamente, sus ojos azules centelleando con optimismo. Ella le devolvió una cortés sonrisa falsa y bajó la cabeza enseguida. "Mierda," murmuró por lo bajo. Suponía que debería sentirse halagada; era considerado el ligón del colegio, pero no tenía ningún encanto para ella en absoluto. Podría prescindir de esto también. La vida era lo suficientemente complicada.

Fuera de las ProfundidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora