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Lú abrió la puerta del auto y salió corriendo de ahií. El de inmediato terminó de desvestirse para ir tras ella. Le tenía ganas. Y ahora no tenía por qué negarlo como antes.
- Ven aquí... - le dijo una vez fuera de la camioneta.
-Ven tú... -le dijo Lú. Llamándolo con las manos, Cornelio se fijó en ellas... eso solo hacía que se estremeciera más por dentro.
Lú retrocedió unos pasos, alejándose más de Cornelio, y llegando a tocar el agua del lago con la punta de sus pies. Un espasmo le recorrió el cuerpo.
- Vas a meterte sola? -le preguntó él. Lú le dio la espalda, se metería de una buena vez antes de que sintiera más frío. Cornelio relamió sus labios. - mnh, qué lindo.. - se sobó las manos, observando el bonito cu.lo de Lú. Con unas finas braguitas que sólo enseñaban las nalgas. Cuanto quiso quitárselas en ese momento... pero ella ya había entrado al agua. Y él la espero aún afuera. Lú era preciosa, en todas las facetas, pero algo que a él le gustaba muchísimo era verla mojada. En el sentido literal de la palabra. Cubierta de agua. Una Diosa afrodisiaca. Suya y nada más que suya. Decidió entrar al agua también, aguantándose el frio. Empezó a buscarla, palpando. Hasta sentir la cintura de Lú bajo el agua, se la tocó.
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- ¡Cornelio! - saltó ella, saliendo del agua.
- Ah, eras tú... - dijo él riendo. Se hundió en el agua para perder el frío también.
- A quién más esperabas tonto? - le dijo ella, lo vio salir del agua, fue entonces cuando lo abrazó por el cuello, colgándose de él y enredando sus piernas tras la espalda de Cornelio.
- A nadie más, no sea fiera... - le acomodó el cabello tras la espalda, su cuello quedó libre, para él, para su boca. Se lo besó de inmediato escuchando un pequeño gemido de entre los labios de Lú. - Solo a ti...
-Me habías dicho algo antes de salir de la camioneta. - le sonrió.
- Si... - le respondió él. Apretó sus piernas para que le abrazaran más la espalda. Los bóxers pronto reventarían. Necesitaba liberar todas esas inmensas ganas que traía dentro de él. Lo necesitaba. Se había acostumbrado a su delicioso sabor, a sus gemidos, a lo bien que se sentía cuando le hacía el amor, la tocaba y de inmediato estaban los dos... besándose, comiéndose la boca. La manera en la que se amaban era única. - creo que sabes perfectamente como estoy ahora...
- La verdad no. - mintió.
- Pensé que sí. - bajó la mirada, encontrándose con los senos de Lú. Apretados por su cuerpo, su tibia lengua se posó sobre uno de ellos.. Lú se mordió el labio, apretó la espalda de Cornelio al sentir su lengua sobre sus dos senos, probándolos como un dulce caramelo. La mataría. - necesito..
- No lo digas... - solo hazlo, pensó. Suavemente besó los labios de Cornelio. - yo también lo necesito..
Él sonrió. De inmediato bajó a Lú de su cuerpo, ahora abrazándole la cintura, posicionó sus manos sobre sus caderas, bajando por ellas hasta el limite. Le bajó las bragas. Lú se retorcía por dentro, todo esto la enloquecería...quería sentirlo de una pu.ta vez dentro de ella, fo.llándola con todas la fuerzas que tenía su guapo novio. De inmediato hizo lo mismo que él, bajó los bóxers de Cornelio, mientras ambos se hundían en el agua de nuevo.
- Y si alguien viene...
- Shh... - la cayó él. Besándole en los labios. - nadie pasa por aquí a estas horas... y si viene alguien, que suerte va a tener de ver esto...
Jajaja mañana que actualice les cuento la jalada que me contestó mi hermano, por que pues el esta haciendo tarea y yo no tengo a quien castrar! Bueno las amooo!