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- Si quieres al final te regalo la cinta... - le dijo divertido. Lú no quiso mirar lo que hacía. Cada cosa que escuchaba de su boca solo le provocaba nauseas. Sus pequeñas lágrimas no dejaban de salir. - eh... ¿Por qué lloras? - le preguntó fingiendo estar interesado. Fue cuando se acercó a la butaca en la que. Lú se encontraba sentada. - tienes miedo?

Ella levantó la mirada. Encontrándose
con los ojos negros y profundos de
Guillermo. Llenos de odio, de rencor, de ganas inmensas por hacer daño.

-Crees que mi hermana no lo
tuvo? -gritó esta vez. La piel de Lú se erizó de nuevo, supuso que sus manos estarían sudando frío. Pero no lo sentía. No, no podía. Sus propias manos estarían apunto de dejar de circular sangre por la forma en la que Guillermo las había amarrado. - crees que ella se sintió feliz cuando Cornelio y sus amigos le dejaron marcas en el cuerpo para violarla? sí? -le preguntó de nuevo, esta más cerca a su boca. Lú se sintió asqueada. -así
vas a sentirte tú, nena...así y mejor...
por que Cornelio lo verá todo. - miró a la cámara. - saluda. - Sonrió.

- Ella no estaría feliz con esto... - murmuró Lú. Casi no se le podía escuchar.

- Perdona? Ella me ha pedido esto. Ella me ha dicho que quiere observar como cada uno de esas ratas sufren tanto como yo sufrí...

- iElla está muerta! -gritó Lú. Impulsiva. - está... - Lú intentó decir algo de nuevo, pero las manos de Guillermo volvieron a golpearle
el rostro. Esta vez logrando romperle
el labio inferior por la intensidad del
golpe. Ella no lloró esta vez. Escupió la sangre al suelo.

- Está muerta por Cornelio. - inció él.
Sabiendo que eso sería lo que más
le dolería a Lú escuchar la verdad. - por que Cornelio le abrió las malditas piernas y la fo.lló como a tí Lucrecia, como a todas las pu.tas a las que se ha
tirado. - la fricción volvió. Necesitaba
lorar. Descargarse. Los ojos se le
llenaron de lágrimas al más mínimo
segundo de escuchar su nombre, el
nombre de Cornelio. - tú no eres más que el montón. Déjame adivinar.. Cuántas veces te han abierto las piernas? Tal vez...siempre? -
Ella lo escupió esta vez. El se abstuvo
para no golpearla de nuevo. No ganaría nada con eso. Al contrario, solo le dio fuerzas para comenzar con su verdadera venganza.

- Cornelio ama ver porno.. - se rio. - y esto le encantará. - se bajó los pantalones...

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Amigas lloro y no las quiero hacer esperar porque la verdad, yo lloro con estas partes..

S-E-C-R-E-T-O-S ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora