Funeral

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”Que la oscuridad dentro de ti encuentre paz en la luz", era lo que decía en el tumba de Ben en el patio de la mansión, con una estatua de él encima.

Estábamos reunidos en el funeral de papá, guardando silencio con nuestros paraguas negros, a excepción de Klaus que llevaba uno rosa. Pogo le dio un acento con la cabeza para que Luther diera vuelta las cenizas de papá, lo cual fue decepcionante.

-Hubiera sido mejor con viento.

Cuando cayeron las cenizas Klaus se tensa, como si fuese su culpa.
-Que hiciste Klaus- le susurro- porque pones esa cara.

Solo me da un gesto con la mano de que no había pasado nada, pero lo conozco, tuvo que haber pasado algo con la cenizas de papá.

-¿Alguien quiere decir algo?- pregunta Pogo.

Nadie dijo nada, ¿Que íbamos a decir?, ¿Gracias papá por hacernos pertenecer a una familia de raros?

-Muy bien, en todo sentido, Sir Reginald Hargreaves me hizo lo que soy hoy en día, solo por eso, estaré siempre en deuda con él, él era mi amo... Y mi amigo, y lo extrañaré mucho. Deja un legado muy complicado...

Lo que decía Pogo me ponía triste ya que de verdad, la única persona que siempre estuvo para él fue con papá, hasta lo llegué a entender, eran unas bonitas palabras, hasta que Diego abrió su bocota.

-Esta un monstruo.

Aunque tuviera en lo cierto con lo que decia, no era el momento de sacar lo malo de papá. Y no entendía porque Klaus se reiría, le pegue en la brazo para que se ubicara.

-Era una mala persona y un peor padre, el mundo está bien sin él.

-¡Diego!- eleva la voz Allison.

-Mi nombre es número dos, ¿Sabes por qué?, Porque nuestro padre no se molesto en darnos nombres de verdad, mamá tuvo que hacerlo.

-¿Alguien quiere comer algo?- pregunta mamá.

-No, está bien mamá- le responde Vanya.

-Bueno.

-¿Si quieren presentar sus respetos?, Adelante, pero al menos sean honestos sobre quién fue.

-Deberias callarte- le dice Luther.

-Tú en especial deberías de estar de mi lado, número uno.

-Te apuesto $20 dólares que empezarán a pelear- le susurró a Klaus.

-Trato.

Cinco nos mira con cara de en serio harán eso ahora.

-Te lo advierto...

-Después de todo lo que te hizo...

-¡Tuvo que enviarte a un millón de kilómetros de aquí!

-Diego, deja de hablar...

Las cosas se estaban poniendo un poco calientes por aquí.

-¡Eso es lo mucho que no podía soportar de verte!

Ahí así fue como comenzó la pelea, con un puño de Luther hacia Diego.

Le estiro la mano a Klaus para que me de mi dinero, había perdido la apuesta.

-Sabes hermanita te lo daría pero lo gracioso es que no tengo dinero encima... Pero tengo un cigarro por si lo quieres.

Y antes de que pudiera contestar cinco se me adelanta.

-Ella no recibiera nada extraño viniendo de ti.

-Gracias cinco, pero yo puedo defenderme sola, y no Klaus no lo quiero, las aves se comen los cigarros pensando que son alimento, así que te cobraré los $20 dólares en otro momento.

Un Futuro Contigo (Cinco Y Ocho) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora