Los niños y los ebrios dicen la verdad

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-Primero hay que encontrar a cinco, tiene que saber que hay algunas personas buscándolo, luego nos preocuparemos de Klaus, puede estar en cualquier lado drogándose- dice Luther.

Echando una mirada a mi dirección, para ver cómo reaccionaba.

-Fue lo mismo que me dijo Allison.

-tú estate tranquila, ya aparecerá ese drogadicto- responde esta vez Diego.

Solté un suspiro pesado.

Los tres (con Oliver) caminábamos hacia a MeriTech, ya que ahí fue donde vimos por última vez a cinco en su camioneta robada.

Más le valia que estuviese ahí, para terminar con esto rápido.

Las calles se encontraban tranquilas y despejadas como si no supieran que se avecinara una catástrofe.

-Esa es la camioneta- Nos avisa Luther con la mano.

Luther fue el primero en querer entrar a la camioneta, pero esta se encontraba bajo llave, Diego intenta abrir la puerta con uno de sus cuchillos y con un par de vueltas tuvo éxito.

Doy un paso atrás cuando veo a los dos queríamos entrar por la puerta del copiloto a la fuerza.

-Yo soy el número uno.

Le reprende Luther como excusa.

Oliver me imita poniéndose a un lado mío.
-¿Es normal que hagan ese tipo de cosas?

-Sip, muy normal, a si que acostúmbrate, por que esto no es nada.

Al final número 2 entra por la parte trasera de la camioneta.

Me acerco a la puerta por donde había entrado Diego, para echar un ojo, pensaba que cinco podría haber estado durmiendo, pero no, estaba vacío, ni la plástica de Dolores se encontraba.

Oliver también aporta con la búsqueda, va de un lado a otro oliendo las cosas que se encuentra.

-Hay un olor muy fuerte y es asqueroso- Oliver hace sonidos de arcadas de vómito cada vez que se acerca a las botellas de vidrio.

-Es alcohol- le aclaro desde afuera- no vayas a tomar nada Oliver, eso no te hace bien.

Recibo un sí de forma de miau de su parte.

-Se me olvidaba que también eres la loca que habla con los animales- de la parte delantera Luther sacaba algunos papales de la guantera para revisarlos.

-No te metas por ahí Luther,que yo también tengo buenos comentarios sobre ti- hago referencia de su cuerpo con los ojos.

Me apoyo a un lado de la camioneta y le respondo con una sonrisa maliciosa.

Él se da la vuelta en el asiento para tratar de defenderse.

-Ey, chicos- nos llama la atención Diego- miren esto.

Los dos miramos lo que Diego nos mostraba, era un libro, que en su portaba salía el nombre de "Un recorrido Salvaje" con una fotografía mía por toda la portada con algunos leones al rededor mío.

Se lo quito de sus manos al saber que era el libro que había publicado hace poco.

Reviso las páginas de atrás hacia delante de forma rápida. Las hojas estaban desgastadas y amarillentas, como si lo hubieran leídos muchas veces, en algunas hojas tenía anotaciones a los márgenes, respondía algunas preguntas que yo misma me hacia, había ecuaciones y más cosas sobre matemáticas, hasta había subrayado algunas frases. Al pasar por las primeras hojas del libro se encontraba la dedicatoria que le había hecho a número cinco, abajo de ella decía "sí que lo hiciste ángel"

Un Futuro Contigo (Cinco Y Ocho) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora