ETERNO - EVUGO

Capítulo 2

Eva
Son las 8am y suena el despertador, el maldito sonido de la alarma hace que Iris se despierte, esto hace que llore desconsolada. Como duermo con ella y Dani la cojo rápido y la calmo, le doy un juguete para que se entretenga y me cambio.

Hoy vuelvo a España junto con mis dos pequeños, mi familia no sabe que he adoptado a Iris y no estoy segura de que algunos sepan de la existencia de Dani. Otra persona que no lo sabe es el padre de mi hijo, en su momento no quiso ocuparse de él y por eso cortamos, espero con toda mi alma no encontrarmelo en Madrid, pero sé que es imposible porque nuestros padres son amigos y su hermana es mi mejor amiga.

Hace unos días me ofrecieron una plaza en el hospital Infanta Sofía que no pude rechazar, he alquilado un piso en el centro y me quedaré ahí.

Los lloros de Iris hacen que salga de mis pensamientos, su llanto significa que tiene hambre así que le preparo un biberón mientras despierto a Dani y le visto. Al principio me costó no volverme loca estando sola con dos bebés y sin ningún tipo de ayuda, al final me acostumbré y fue genial.

Le doy el biberón y la preparo, a las 10am tenemos el vuelo y tengo que llevarme muchas cosas. Los muebles los voy a dejar aquí ya que conservaré la casa, pero al ir con niños pequeños debo llevar bastantes cosas.
Las maletas las preparé anoche, terminó una bolsa con ropa de cambio para los dos pequeños y biberones. También cojo el carrito y la cuna, dormirá conmigo, pero no estará de más llevarla. Por último recojo sus juguetes favoritos, mis aparatos electrónicos y los billetes.

Los coloco en el carrito doble y cojo la cuna y las maletas, llamo a un taxi y son las 9:30 cuando llego al aeropuerto, desayuno algo en la cafetería junto a Dani y antes de montar al avión aviso a mi madre de que estoy saliendo.
Montamos en el avión y el camino es bastante relajado, al llegar montamos en un taxi que nos deja en el alquiler de coches, escojo uno cómodo y pongo las sillas, meto todo en el maletero y ato a los niños, arranco y me dirijo al piso, una vez ahí dejo todo y vuelvo al coche para ir a casa de mis padres.

Es domingo así que harán una barbacoa con los padres de mis amigos, obviamente ellos también estarán ahí para saludarme, sólo algunos saben que llego con dos sorpresitas. Seguramente él también esté y aunque vaya a ser bastante incómodo es una situación necesaria para mi salud mental.

Estoy llegando y mis nervios crecen, aparco y salgo del coche, saco el carrito aunque Dani va andando e Iris en mis brazos. Toco al timbre. Rezo porque no esté o al menos no sea él el que me abra la puerta. Parece que la suerte no está de mi lado y ocurre lo que temía.