Deambulo por el pasillo, arriba y abajo, una y otra vez. Nervioso, culpable y molesto.
Si la pierdo otra vez, si la pierdo de nuevo no me lo perdonaré nunca.
—Víctor. ¿Qué haces aquí fuera? —me doy la vuelta y me encuentro con Marel cara a cara. Va acompañada por Nacho—.
—¿Ha pasado algo? —pregunta Nacho entregándome un vaso de café. Agarro el vaso, huele alcohol.
—Llévate esto de mi vista —respondo de mala manera.
—Pero si son de los que te gustan, café cargado.
—Lo sé, pero ya no bebo.
—¿No bebes? ¿Desde cuándo? —pregunta Marel con una mueca en la cara.
—Sí, no bebo desde hace unas horas.
—¿Qué ha pasado Víc? —Marel vuelve a preguntarme. Lleva una pequeña maleta de mano junto a una carpeta marrón y otra maleta negra mucho más pequeña en la otra mano.
—Empezamos a hablar y en algún momento comenzamos a gritarnos. Empezó a sangrarle la nariz, se llevó la mano a la cabeza y yo salí en busca de alguna enfermera. Cuando volvimos a entrar estaba teniendo una crisis. Ahora mismo están dentro con ella. Estoy esperando que alguien salga y me diga algo.
—¿Una crisis? —pregunta Marel.
—Sí... empezó a convulsionar, a agitarse violentamente —me apoyo en la pared con la mano apoyada en la frente.
—Seguro que sale de esta Vic —añade Nacho intentando consolarme.
—Marel ¿has traído la ropa?
—Sí, la traigo en la bolsa de viaje —responde enseñándome la bolsa—. También tengo el bolso que llevaba cuando la encontraron en la iglesia, aunque aún está un poco empapado y apesta.
—Bien —me da las bolsas, la maleta marrón de mano y una especie de maleta pequeña de color negro—. Marel sobre la víctima de anoche, ¿qué sabemos?
—Presenta el mismo patrón que las otras víctimas. Cortes limpios, apenas sangró, le partieron las costillas izquierdas y le han extirpado el corazón.
—Al igual que con las demás, el que lo ha hecho es un experto. Un médico, un cirujano, un carnicero...
—Eso ya lo sabemos Nacho —añado con poca paciencia—. La pregunta es ¿quién? Marel ¿Cabe la posibilidad de que estemos ante un imitador?
—No lo creo. Todo está perfectamente calculado y elaborado como para que sea un imitador; los cortes, la forma de partir las costillas, la extracción del corazón, la forma de cerrar los cortes a la hora de dar los puntos de sutura... demasiado perfecto para tratarse de un imitador.
—Nacho, ¿puedes traerme el informe del caso y todo lo que tengamos?
—¿Vas a trabajar aquí? —interviene Marel.
—Sí, por ahora sí. No quiero separarme de ella, al menos no hasta que salga de aquí.
—Pero este no es un lugar para ponerse a trabajar... —Marel parece ponerse a la defensiva.
—Me da igual. No me pienso mover de su lado hasta que sepa con seguridad que está bien, y a salvo de ese hijo de puta.
—¿Pero tú te estás escuchando? No la conoces de nada, por mucho que te empeñes en idealizarla como alguien que no es. Porque no lo es. —Marel eleva la voz más de la cuenta—. No es Emilia, Víctor. ¡Abre los ojos de una maldita vez! Es imposible que sea ella.
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El Ladrón de corazones
Mystery / ThrillerVíctor es un joven inspector de policía al que la vida no le ha tratado muy bien. Un asesino en serie meticuloso y que no deja pista alguna tiene a la ciudad de Úbeda sumida en la incertidumbre y el miedo. La llegada de Alba a la vida de Víctor la...