En una prestigiosa Academia de Corea se encuentran chicos y chicas de distintas edades, todos en busca de cumplir sus sueños.
Entre los alumnos existen distintas "pandillas" que se verán enfrentados a rivalidades, amores y desamores y sobretodo, el...
- Chaeyeonnie... no sé si estoy lista para esto... es mucha responsabilidad y aún somos muy jóvenes – la voz de Hyewon sonaba algo atemorizada
- Estoy segura de que lo harás estupendamente, eres preocupada, a Minhee nunca le falta nada y siempre lo has cuidado – repuso Chaeyeon abrazándola por la espalda
- Pero, el bienestar de este pequeño dependerá completamente de mí, ¿y si lo hago mal? ¿y si se me enferma o no puedo calmar sus llantos? – Hyewon se mordía los labios ante el desafío que le habían puesto delante
- No estarás sola, también es mi bebé ¿no?, lo haremos juntas – dijo Chaeyeon sonriéndole y girando el rostro de Hyewon hacia ella y dándole un dulce beso en los labios. Luego se separó unos centímetros de ella - ¿Confías en mí? –
- Claro que sí... confío en ti cien por ciento – asintió Hyewon
- Entonces cárgalo – dijo Chaeyeon soltando a Hyewon e invitándola a tomar a la criatura entre sus brazos
Hyewon estaba algo reticente, pero finalmente venció sus miedos y se acercó hasta los brillantes ojitos que la miraban con amor
- Hola pequeño – susurró inclinándose hacia él y alzándolo – es blandito, y cálido – dijo entonces animándose
- ¿Ves? Sabia que congeniarían de inmediato, ahora ponle nombre – dijo Chaeyeon mientras disimuladamente tomaba su celular para capturar el tierno momento en una foto.
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- Se llamará Chai-Latte – declaró Hyewon muy contenta mientras sostenía al dulce perrito que intentaba de juego morderle los dedos
- Que así sea – sonrió Chaeyeon mientras cambiaba su fondo de pantalla por el de Hyewon con Chai-Latte
Ambas salieron del refugio muy contentas. Después de dejar a Minhee en la Academia Chaeyeon la había escoltado hasta casa para que dejara su vehículo y se cambiara al enorme jeep de los Lee. Luego la había "secuestrado" para almorzar juntas, pasear y finalmente para ir al refugio donde Chae ya había escogido un perrito para ella.
El celular de ambas sonó y vieron que habían recibido un mensaje de su líder
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