5 "Amigos"

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Al oír esas voces, Chan presionó con fuerza mi mano y se negó a voltear. Sentía su miedo, el mío lo acompañaba. No importaba cuánto me doliera en estos momentos la pierna, quise mantenerme firme y no abandonar a mi amigo.

– ¡Volteen de una vez o abandonen la tienda!

– ¡Minho, cálmate, tienen a un herido!

Chan, sin soltar mi mano, volteó lentamente y me ayudó a repetir su acción. Estaba muy confundido, todos se miraban sin decir nada, pero podía sentir a Chan temblar.
Sin aviso comenzó a moverse hacia los chicos sin soltarme y se frenó cuando estuvieron a un paso de distancia. Bajaron su única arma y todos se fundieron en un gran abrazo, dejándome, obviamente, entre todos ellos al no poder separarme de Chan.

– Esperen, esperen...mi pierna. – No tuve que decir mucho antes de que otro de los chicos me llevara hasta la silla detrás del mostrador para revisar mi herida. No me sentía incómodo, pero tampoco del todo seguro. Veo que se conocen, pero prefiero tener a Chan cerca. – Solo fue un cuchillo...

– Sí, uno de cocina por lo que se ve.

¿Cómo lo sabe?

– Y tienes razón. Tuvimos mala suerte escapando de nuestro edificio.

– Al menos están a salvo ahora. – Habló finalmente el chico que nos apuntó en primer lugar. – Perdona la bienvenida tan intensa. Soy Minho, ellos son Seungmin y Jeongin, todos amigos de Chan.

– Descuiden, su amigo me recibió con un golpe que me dejó inconsciente. – Todos voltearon a verlo bastante sorprendidos, parece que no esperaban algo así de él. – Al menos me dió un lugar para dormir, eso se lo agradezco. – Pude notar una mirada tranquila en mi dirección, no era necesario voltear para saber de quién era.

– Pueden quedarse todo lo que quieran, es bueno volver a reunirnos, incluso con un nuevo integrante. Jeongin se encargará de cuidar mejor tu herida, podrás caminar dentro de poco. – Seungmin me entregó una botella de agua y se retiró junto a Minho para conversar de algo que seguramente no nos correspondía. –

– ¿Cómo te encuentras, Ken? – Chan se arrodilló a mi lado y colocó su mano en mi pierna sana mientras me miraba con algo de preocupación. Ver eso en él me conmovía mucho. –

– Descuida, estoy bien. Solo necesito descansar y comer algo para estar como nuevo. Tú también lo necesitas, cargarme no debió ser fácil.

– Olvídate de eso, no podría dejar atrás a mi amigo. – Antes de irse depositó un corto beso en mi cabeza, luego nos dejó para ir con los demás. –

– Me alegra que Chan no haya estado sólo en todo esto. – La voz de Jeongin llamó mi atención. – Nosotros tuvimos que huir sin nada porque estábamos en un parque, apenas si ayer pudimos escaparnos a la estación de servicio para conseguir algo de comida y establecernos aquí. – Mientras narraba su historia, se encargaba de retirar las vendas empapadas de sangre y cambiarlas por nuevas, todo con sumo cuidado. – Me alegra que estemos juntos ahora, tenemos más posibilidades de sobrevivir.

– Estoy de acuerdo...Chan habló muy bien de ustedes, ansiaba conocerlos algún día, incluso en el apocalipsis. – Las risitas de Jeongin provocaron mi sonrisa, y estas acabaron al mismo tiempo que finalizó sus cuidados en mi pierna. – Gracias por todo. Solo necesito descansar un rato.

– Avísame si necesitas algo, Ken.

Ahora sí estaba sólo. Chan, Minho y Seungmin estaban apartados, hablando de quién sabe qué, y pronto estaba Jeongin con ellos. Todos me dieron una rápida mirada y volvieron a lo suyo. Admito que me sentí algo intimidado con tantas miradas encima, pero el leve dolor me distraía lo suficiente de todo.

Estaba tan perdido en mis pensamientos que apenas si pude notar como las puertas comenzaron a ser golpeadas. Eso nos alteró a todos, porque solo significaba una cosa: infectados.

Chan no perdió tiempo y me tomó nuevamente de la cintura para pegarme a su cuerpo y mantenerme lejos de la puerta. Podía ver el miedo en el rostro de todos, no nos enfrentamos nunca a un infectado y dudo mucho que podamos ahora.

– Iremos al segundo piso, ahí solo hay más cajas con ropa y la puerta tiene seguro, estaremos bien un poco más. – Minho no tardó en darnos una solución y todos lo seguimos sin dudar al segundo piso. Todos nos encerramos ahí, colocando el seguro a la puerta junto con algunas cajas. – Estaremos bien aquí un tiempo, al menos hasta que pensemos en nuestro siguiente movimiento para salir de esta.

– Ken y yo íbamos de camino al almacén de un viejo amigo. Estoy seguro de que sigue bien abastecido y su casa es suficiente para nosotros. Podemos arriesgarnos e ir allí, estoy seguro.

– No lo sé, Chan...– Finalmente escuchaba mejor la voz de Seungmin. – Es un viaje largo, deberíamos salir muy temprano, y solo contamos con el arma de Minho. Sumando a eso, ninguno sabe defenderse y tenemos a un herido. – Que lindo sentirse útil. Creo que fue muy obvia mi expresión, pues Jeongin ya estaba presionando suavemente mi hombro para calmarme. – Haremos el intento, pero no pronto. Debemos planear muy bien todos nuestros movimientos y evitar enfrentarnos a los infectados.

– Lo sé, conocemos un atajo que solo nos dejaría a diez minutos de distancia en auto, veinte o treinta caminando. – Chan de verdad quería convencerlos de ir. Yo igual ansiaba llegar, pero tuvimos el accidente. – Sé que podemos llegar, somos capaces.

Hubo demasiado silencio después de las palabras de nuestro amigo. Pude notar algo de desilusión en sus ojos al ver algo de desconfianza por parte de los demás, incluso yo me sentí mal por esto.

Pronto se levantó Minho del suelo y guardó el arma en su cinturón mientras daba unos pasos a Chan.

– Confío en ti más que en cualquier otra persona. Te seguiré a todos lados si crees que es buena opción.

Solo eso bastó para que los demás se unieran y le dieran un fuerte abrazo. La escena me conmovió muchísimo. Hubiera querido tener un grupo tan unido como éste.

– Por supuesto, vamos a dejar que Ken descanse para que no tengamos inconvenientes en el camino. Necesito la energía de todos para este viaje. – Todos asentimos a las palabras de Minho y luego pasaron a dispersarse por el lugar. –

De verdad me gustaba el lazo que tenían, son como una familia y se apoyan en todo.

– ¿Confías en mi? – La repentina aparición de Chan a mi lado me hizo saltar en el lugar, provocando que me quejara por lo bajo al sentir el dolor en mi pierna. – Perdón, es difícil acercarme a ti mientras estás distraído.

– No, no, soy muy asustadizo. Puedo acostumbrarme a tus llegadas repentinas. – Ambos reímos con esto y el ambiente se aligeró bastante, lo que me hizo sentir en paz. – Confío en ti como nunca confié antes en otra persona. Sé que estaremos bien.

– Tu confianza es suficiente para que yo crea en mi mismo y en todos nosotros. – Sus dedos se entrelazaron con los míos sin aviso y ambos bajamos la vista a dicha unión. El pulgar de Chan se movía suavemente sobre mi mano, causando en mi algunos escalofríos, aunque no entendí muy bien el por qué. Pronto nos separamos y Chan apartó la mirada unos segundos, lo que hizo que yo mantuviera la vista baja, incapaz de volver a mirarlo. – Iré con los chicos a preparar las camas, quédate aquí, vendré luego a buscarte.

Me sentí más tranquilo cuando se alejó, pude respirar sin dificultad. Pero...al mismo tiempo deseaba tenerlo cerca una vez más, sobretodo sentir la calidez de su mano sobre la mía.
¿De verdad un amigo puede causarme tanta seguridad?

Grupo Apocalíptico↣(Stray Kids x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora