6 "Prepárate"

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Habían transcurrido ya casi 5 días en aquel local. Mi herida mejoró bastante, pero aún se me dificultaba caminar por más de diez minutos, lo que nos dificultaba mucho ahora que las raciones apenas sobraban para un día y medio.

Intenté a toda costa practicar mi caminar, pero siempre caía y caía luego de unos minutos. Hubo noches en las que lloraba en silencio al sentirme tan inútil, podría terminar arruinando todo el plan de Chan y la posibilidad de una mejor vida, fuera de una tienda de ropa.

Los chicos siempre buscaron ayudarme con mis prácticas, pero era más que notorio en sus rostros la tristeza cuando caía. Todos empezaban a perder las esperanzas, y yo también.

Fue precisamente la tarde del quinto día que me encontraba practicando una vez más. Los chicos habían bajado a colocar varias cajas en la entrada de la tienda, dejándome solo con Chan para evitar accidentes de algún tipo.

– ¡Es inútil! ¡Yo soy inútil! Solo los estoy retrasando y jamás vamos a poder ir al maldito almacén. – Con mis ánimos por el suelo me dejé caer sobre una de las sillas, luchando por no soltar lágrimas en un momento así. Pude sentir como Chan se arrodillaba frente a mi, tomando mis manos y acariciando estas como si fueran sumamente delicadas. –

– Ken...eres más fuerte que esto, lo sé. No quiero que te rindas ahora, no cuando nos falta tan poco para irnos de este lugar y seguir avanzando en nuestro camino por la supervivencia.

– Pero no puedo caminar tanto tiempo, los puntos de Jeongin podrían no aguantar, sigo gastando los suministros médicos de Seungmin, puedo notar que Minho está cada vez más nervioso por irse de una vez. Al único que no pude ver por completo es a ti; no sé lo que piensas de todo esto.

– Pienso en ti, solo en ti. No es sano que te veas como alguien inútil cuando estás dando tu mejor esfuerzo, y todos te apoyamos aunque no lo digan.

– No quiero decepcionar a nadie...– Eso fue suficiente para que dejara caer las primeras lágrimas, las cuales fueron a parar en las manos de Chan. Secó todas con cuidado al igual que mis mejillas, pero nunca apartó después su mano de mi rostro. –

– No nos vas a decepcionar, sé que no.

Nuestras miradas se conectaron al terminar de decir aquella oración, dejándonos completamente perdidos en los ojos del otro. Quisiera saber lo que expresan los míos, pero los de él, estaba segura de que mostraban curiosidad, miedo, algo reprimía en su interior.

Apenas si noté que nuestros rostros se acercaban cada vez más, era casi involuntario, como si el universo nos estuviera juntando cada vez más.

Llegamos a rozar nuestras narices solo dos segundos, pues Seungmin llegó apurado hacia nosotros y nos vimos obligados a cortar toda la cercanía. Esto fue igual de frustrante que en cualquiera de mis series cuando el protagonista por fin le daría un beso a su amante. ¿Yo sería el protagonista?

– Creo que con los chicos encontramos la solución perfecta a la pierna de Ken.

La emoción de Seungmin nos dejó únicamente confundidos, pues lo único que pude pensar en ese momento fue en unas muletas, pero no las vi por ningún sitio.

Al final, todo quedó más claro cuando nuestro amigo dejó colgar de su dedo las llaves de un auto.

Nuestra suerte si podía cambiar.

(Día siguiente, 08:14 AM.)

Había demasiada tensión en el aire, se podía sentir. Todos se encargaban de arreglar sus mochilas y llevar lo necesario, mientras que yo solo podía esperarlos con mis cosas listas de la noche anterior.

Nuestro miedo era obvio, pues finalmente saldríamos y posiblemente nos enfrentemos a varios infectados en el camino. Ninguno tiene experiencia matando, a duras penas confiamos en que Minho sepa ponerle seguro a su arma.

– Quiero que todos me presten atención. – Minho se colocó en medio del lugar y nos dió un rápido vistazo a todos. – Chan tiene listo el mapa para guiarme por la ciudad, y, tal y como lo mencionó, son diez minutos en auto. Por desgracia, el camino no pasa tan lejos de las calles principales y podemos encontrarnos con sorpresas desagradables. Lo único que les pido es estar preparados, pensar en lo peor y mantener su mente y cuerpo unidos para no cometer errores.

Esto parecía el típico discurso alentador en un partido, y lo digo porque realmente me inspiró, no quería defraudar a nadie ahora.

– Seungmin, Jeongin y Ken irán atrás, quiero que vigilen bien su pierna por si los puntos llegan a saltar. Chan y yo nos encargamos del resto.

Sin perder el tiempo, los chicos comenzaron a bajar, con Chan y yo siguiéndolos a un paso no tan apresurado.
Al llegar afuera de la tienda y ver el garaje improvisado que tenía el antiguo dueño, quedé algo impresionado. No porque este fuera de los más increíble, sino que detrás del portón se podían escuchar algunos podridos queriendo entrar.
Quise retroceder y volver a la tienda, pero Chan me lo impidió.

– Tranquilo, no estás sólo...todos nos cuidamos.

No dudó en llevarme de una vez al auto y dejarme dentro de este con todas las mochilas. Minutos después entraron los demás y nos colocamos el cinturón a pedido de Minho.

– Sé que no va a ser la mejor idea, pero...– Nos permitió ver un pequeño control remoto con el dibujo de una puerta en él. Pude reconocer de inmediato a qué pertenencía. – Los dejaremos pasar y luego los atravesaremos con el auto.

– ¡Eso es una locura! ¿Que tan seguro estás de eso funcione? – Si, yo y mis constantes dudas.

– Ninguno está seguro, pero es la única solución si queremos usar el auto para salir de una buena vez. ¿Alguna otra oposición? – Nadie más se atrevió a levantar la voz. – Bien. Aseguren sus cinturones.

Luego de presionar el botón con algo de miedo, las puertas se abrieron frente a nosotros, dándole paso a un grupo de un poco más de seis infectados. No tardaron en alterarse al ver el vehículo queriendo pasar, por lo que corrieron hacia nosotros al mismo tiempo en que Minho aceleró.
Atrás estábamos todos aferrados de la mano y temblando, los únicos que no mostraban su miedo eran nuestros amigos al frente.

Creímos que ya estábamos casi a salvo cuando el auto pasó las puertas, pero al doblar, nos chocamos con un infectado que dejó el parabrisas un tanto destrozado y por poco nos hace dar varias vueltas. Por fortuna, frenamos a tiempo y el cuerpo cayó, permitiéndonos seguir nuestro camino.
La vista no estaba del todo obstruida, solo una esquina de ésta. Íbamos a llegar, tenía el presentimiento de que las cosas saldrían bien esta vez.

Grupo Apocalíptico↣(Stray Kids x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora