(10:47 AM) Chan.
– ¿Alguien puede ver algún infectado cerca?
Al oír la pregunta de Minho, no perdimos tiempo en acercarnos a las ventanas y mirar con detenimiento nuestros alrededores.
Al ser otra zona que no teníamos planeada, tuvimos que acercarnos aún más al centro. La estación ya no tenía combustible y el auto que íbamos a tomar, lo había tomado alguien más. Eso nos bajó mucho los ánimos, pero Kai se encargó de traernos a una no tan lejos de la primera.– No veo nada, todo despejado por ahora. – Kai no esperó las palabras de nadie más y estacionó el auto a un lado de las mangueras, las cuales esperábamos que aún tuvieran gasolina. –
– Bajen con cuidado, siempre atentos, no quiero errores que nos puedan costar la vida. – A pesar del discurso tan motivador de Minho (nótese mi sarcasmo) fui el primero en abandonar el auto y sostener firme aquel palo de hockey que había traído Kenma en primer lugar. Debe ser útil contra estas cosas. –
Pocos segundos después pude sentir cómo detrás de mi llegaban los demás, cada uno con su arma lista.
– Iré primero. Chan, detrás de mi. – Kai no aguardó una respuesta y se adelantó, dejándome algo sorprendido por su iniciativa. –
Mientras lo seguía, pude sentir algo dentro de mi. Era cierta incomodidad que me dejó más alerta que antes.
Antes de que Kai abriera la puerta, un infectado salió por detrás de la estación y no perdió tiempo en dirigirse hacia Kai.
Este aún no reaccionaba, y los demás permanecían estáticos en su lugar. Esta vez era mi turno de tomar la iniciativa, por lo que corrí lo que mis piernas me permitieron y di un golpe directo a la cabeza del infectado.Este cayó de inmediato con un ruido seco, dejándonos impresionados por lo fácil que resultó.
Claro, no todo tiene que salir bien. Apenas si pude pensar en mis palabras cuando noté cómo se levantaba del suelo y nos dejaba ver el golpe en su cabeza, la cual tenía la marca de mi reciente golpe. Solo pude encontrarle similitud a una pelota desinflada.
Mis pies no se movían, solo podía ver cómo se acercaba con decisión hacia mi, lanzando gruñidos horribles que te dejaban temblando.
– ¡Reacciona de una vez, imbécil!
Todos volteamos en dirección a la voz femenina, proveniente de aquella chica que venía corriendo en nuestra dirección. Apenas si requirió de poco más de 3 segundos para tomar al infectado por el cuello desde atrás y clavar una daga en su cabeza, terminando así lo que había empezado.
La misteriosa chica solo miraba el cuerpo en descomposición frente a ella, ni siquiera nos prestó atención hasta que Kai decidió abrir la boca.
– ¿Quién te enseñó a luchar de esa manera? Y más importante, ¿Cómo sabías que eso acabaría con el infectado?
– ¿Debería darle mi secreto a unos desconocidos?
– Tan desconocidos no podemos ser si decidiste salvar a nuestro amigo. – Antes de que la chica pudiera responder, una segunda voz femenina hizo presencia. –
– ¡Por qué nunca me haces caso! Te dije que dejemos a los imbéciles a su cuenta y tú solo corres hacia ellos. – Ella en verdad lucía molesta, mientras la primera chica solo nos miraba con cierta picardía a todos. – Ustedes, imbéciles. Denme una buena razón para no dejarlos a su suerte antes de que lleguen los infectados.
– ¡Irene! Recuerda por qué te dije que deberíamos salvarlos.
Ahora, nuestros rostros deben ser de pura confusión. Hablaban de nosotros como si no estuviéramos allí, y lo peor, hablaban más alto de lo debido. Es como si apenas les preocupara el hecho de que podrían venir los enfermos.
– Bien, bien...ya que les salvamos la vida, por así decirlo, queremos algo a cambio.
– ¿Y qué quieren de nosotros? No tenemos más que nuestras cosas. – Minho habló finalmente mientras se colocaba frente a mi, provocando que Irene lo mirase de abajo hacia arriba con cierto desdén. –
– Sabemos que tiene un auto, lo queremos.
Perfecto, fuimos salvados por un par de locas. Como si fuera sencillo conseguir otro auto para darles el nuestro.
– No, rechazamos eso. Es nuestro único auto y aún necesitamos otro. – Seungmin habló más firme que de costumbre, causando mi sorpresa. Kai solo se mantenía con una sonrisa divertida. De verdad quería borrar esa sonrisa de un buen golpe. –
– Entonces nos llevarán con ustedes. Si necesitan otro auto es porque tienen más gente, y, como no veo a esa gente, supongo que están ocultos en un lugar seguro.
– Está bien, yo lo acepto.
– ¿¡Estás loco!? – Minho caminó furioso hacia Kai hasta empujarlo fuertemente, ganándose una horrible mirada de su parte. –
– ¡Solo digo lo que nos conviene! Estas chicas pueden ayudarnos a conseguir el auto, no nos cuesta nada llevarlas y pagarles con un hogar. –
– No sabemos si son de fiar. – Intervine finalmente en su disputa al alejarnos lo más que pude uno del otro. –
– Te salvaron la vida, ¿No crees que es suficiente para confiar?
– Seguimos aquí, ¿Saben?
– Lo sabemos perfectamente. – Mi tono de voz fue más despectivo del que esperaba, cosa que incluso a mi me sorprendió. La primera chica se acercó dos pasos hacia mi, lo que me puso en alerta para tomar el palo con más fuerza. Ella notó esto y solo rió, casi en burla. –
– Cariño, esa no es manera de hablarle a la persona que te salvó la vida.
– Ya, está bien. Irán con nosotros. – Apenas si Minho me dejó intentar responderle a la chica, pues se interpuso entre nosotros y nos dió una mirada de advertencia. –
– ¡Bien! Preciosa, tú irás a mi lado. – Kai estaba dispuesto a pasar su brazo por los hombros de la primera chica, pero ni bien lo hizo, en un par de maniobras acabó en el suelo y con el pie de la desconocida en su nuca. –
– Cielo, yo decido con quién ir. – Con fuerza se apartó de él y se colocó a mi lado, cosa que me dejó más confundido que antes. – Por cierto, soy Joy. Un placer haber salvado tu vida. – Kai nos observaba desde el suelo con cierto desprecio, a mi sobretodo. Como si me importara robarle a su próxima conquista. –
– Deja de hacer amistades, Joy. Nos quedaremos con ustedes un tiempo, el suficiente para que podamos reponernos y pensar en nuestro próximo destino. Ayudaremos en lo posible, pero no abusen de nuestra amabilidad. – Definitivamente, Irene me asusta un poco. Esa mirada nos advertía que podía terminar con nosotros si nos atrevíamos a decirle algo. –
– Pueden empezar ayudando a llenar los bidones con gasolina. Arreglaremos uno de los autos en calle de enfrente y nos iremos. Nuestra gente nos puede necesitar en cualquier momento. – A pesar de que las chicas no nos mostraron que confiaban al cien por ciento en nosotros, no dudaron en tomar los bidones que cargaba Seungmin y alejarse para llenarlos. Minho realmente tenía poder en sus palabras. –
– Más les vale sacarnos del centro antes del atardecer, no pienso estar aquí cuando los zombies son más veloces en la noche.
– ¿A qué te refieres? – Por fin, luego de tal humillación, Kai se dignó en hablar otra vez. –
– ¿Acaso nunca estuvieron de frente con esas cosas? – Nuestro silencio fue suficiente respuesta para Irene, quien nos miraba como si fuéramos completamente idiotas. – Los zombies no son tan activos durante el día. Saben de nosotros, saben que somos su comida, pero su resistencia es casi nula, como los típicos zombies de The Walking Dead. – Creo que no todos captaron su referencia, pues de inmediato mostró una mirada de fastidio antes de continuar. – Todo cambia en las noches cuando se vuelven más rápidos, casi como una persona normal. Eso nos dificulta mucho el matarlos, o al menos salir ilesos. Por eso les pido que se apuren o nos iremos en su auto al terminar con estos bidones.
No fue necesario que lo dijera dos veces, ya que Seungmin y Minho se quedaron con ellas mientras nosotros corríamos hacia el auto más cercano.
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Grupo Apocalíptico↣(Stray Kids x Male Reader)
Fanfiction¿Es necesario un golpe total al mundo para que uno reaccione y se dé cuenta de lo mucho que ama su vida? Creo que fué lo que yo necesitaba. 20 años, apenas terminaba mis estudios pero ya con mi propio apartamento. Completamente soltero, sin mascota...