17 "Juntos, pero bajo su poder"

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Narrador Omnisciente:

Todos en aquella habitación estaban sorprendidos por la manera en que aquel sujeto admiraba la presencia del pequeño golpeado. Algunos dudaban de su cordura en aquel momento. ¿Por qué se mostraba tan devoto al pequeño? ¿Cuál era su razón para mirarlo de tal manera?

Jisung solo podía sentir odio en ese momento, tanto hacia ellos como hacia si mismo al no haber podido defender a Kenma cuando lo apalearon en su secuestro al intentar zafarse. Juró venganza ni bien pudiera soltarse de esas sogas.

Los más "relajados" eran Bin, Minho y Lucas. Trataban de ser la calma en un momento de claro pánico al estar entre secuestradores, que quién sabe qué planeaban hacerles. Los demás se limitaron a mantener sus cabezas bajas o mirando la escena de esos dos.

– Jefe, ¿Lo conoce? –Marcus temía por su vida en ese instante, pues, al ver cómo acariciaba las mejillas golpeadas de Kenma con cierta ira reprimida, supo que cometió un error. –

– En lugar de contestarte, querido amigo, te sugiero que te dirijas tú mismo afuera de estos muros y pases el resto de la noche solo con un cuchillo y agua. De no hacerlo, cortaré tu asqueroso cuello aquí mismo. – Sus palabras eran más aterradoras al ser dichas sin ninguna expresión. Podrían jurar que los pantalones de Marcus habrían salido por si mismos fuera de ese lugar por todo el miedo. –

– L-lo lamento tanto, jefe. Ni siquiera sabía que lo conocía, de haberlo sa..–

– ¡No quiero excusas en este punto, Marcus! ¡Largo de mi vista! – El pobre hombre no tuvo más remedio que abandonar el lugar, sin ninguna mirada de pena por parte de sus compañeros. –

Los chicos sentían puro miedo. ¿Era capaz de mandar a la misma muerte a su gente? El tipo es un desquiciado, pensaba Joy.

– Seulgi, necesito que lleves a Kenma. Dile a los médicos que quiero gran parte de su atención en él, es mi prioridad ahora.

– Sí, señor. – Por fin lograron ver el rostro de la chica, ya que para dirigirse al jefe con esas palabras, debió quitarse aquel pañuelo de su rostro. La única que buscaba su atención en ese momento era Irene, solo que las palabras no salían de su boca. –

Pronto la chica levantó con ayuda de otro soldado, el maltratado cuerpo de Kenma. Entre ambos estaban por sacarlo de la habitación cuando los gritos de Chan detuvieron todo.

– ¡Déjeme ir con él!

El jefe ya estaba nuevamente en su silla cuando debió alzar su vista otra vez, mirando ahora con cierta desconfianza la repentina desesperación del maniatado.

– Dime, ¿Por qué debería dejarte ir con él y no con los demás?

– Él es...demasiado importante para mi. No puedo permanecer tranquilo si está lejos de mi.

El chico meditó bastante sus palabras. Realmente no tenía deseos de ser bondadoso, pero él se vió reflejado en Chan por unos segundos al ser tan dedicado al rubio.

– Bien, irás. Al amanecer volverás con tu grupo y comenzarán a trabajar para mi. Jaehyun los llevará a sus habitaciones, descansen todo lo que puedan porque tendrán duros entrenamientos.

Los primeros en abandonar el lugar fueron los guiados por Jaehyun, quedándose únicamente Seulgi, el soldado, Kenma, Chan y el jefe. Él mismo fue quien desató los nudos de sus sogas, recibiendo solo un asentimiento por parte de Chan.

– No necesitas ser tan desconfiado, no planeo matarlos. Además, no tenemos tanta diferencia en edades, pronto me verás como un amigo. – Finalmente mostraba su sonrisa, una que no iba con su comportamiento cuando lo conocieron. – Claro, un amigo que tiene poder sobre ti. No te pases de listo si logras tenerme confianza.

Seulgi llamó con un leve golpe a Chan para que pudieran atender a Kenma en la enfermería, y esto fue suficiente para sacarlo de su "charla" con el jefe.

– Le quitas lo interesante al momento, Kang.

– Eso no me afecta, señor. – Esto último lo dijo con un tono un tanto despectivo. Chan solo temía que tuviera que pasar el mismo final que Marcus, pero el jefe apenas mostró molestia por esa forma de dirigirse a él. –

– Haré de cuenta que no dijiste eso. – Con su mano hizo ademanes de que se marchara, y eso hizo, al menos poco a poco para no mover demasiado a Kenma. – Bienvenido, amigo. Y, solo para que lo sepas, soy Johnny.

(Minutos después, enfermería)

El cuerpo de Kenma reposaba en una cómoda cama blanca, ya con sus heridas tratadas y mejores puntos en su pierna. Definitivamente sanaría por completo ahora, pronto podrá caminar.
Chan permaneció cerca en todo momento, incluso los médicos tuvieron que apartarlo para poder trabajar. Requirió de mucho esfuerzo, pero lograron mantenerlo tranquilo.

Ahora el chico permanecía al lado de Kenma en un incómodo banco, pero poco importaba en ese momento. Solo ver el calmado rostro del rubio aliviaba toda incomodidad o miedo pasado.

– Dios, tuve que pasar muchas cosas por ti, ¿Sabías? Demasiadas. – Mientras hablaba, su pulgar acariciaba suavemente la mano de Kenma. – Pero siendo honestos, creo que la pasaste peor que yo. Me siento muy mal conmigo mismo ahora por no poder encontrarte antes.

Chan observaba su rostro como si éste fuera a responderle, lo cual no pasaría; le administraron varios calmantes y seguro despertaría en varias horas.

– Ya quiero que estés con todos nosotros, poder ser un grupo de nuevo. Incluso tenemos nuevas integrantes, seguro te agradarán. – Ahora su mano acariciaba lo más suave posible la mejilla del rubio. – Ya estamos juntos, como debe ser. Incluso si estamos dominados por un tipo que apenas conocemos.

(12:48 PM)
Kenma.

El dolor en mi cuerpo definitivamente debe ser ilegal. Jamás en mi vida sentí tanto dolor como éste, ni a mi enemigo podría desearle algo como esto.

Alto. En primer lugar, ¿Por qué me duele tanto el cuerpo? ¿A dónde fue mi ropa? ¿Por qué veo doctores?

– ¿En dónde carajos terminé?

– Oh, veo que despertaste. – Uno de los médicos se aproximó a mi, tomando la tablilla que dejaron a un lado de la cama. – Ajá, heridas tratadas, uso de muletas por dos días y administración de calmantes cada noche. Parece que la pasaste mal, pequeño.

– Y que lo diga, ni siquiera recuerdo cómo terminé aquí...¡Espere! ¿A dónde fueron las personas con las que iba?

– ¿Venías con alguien más? De ser así, no debe estar aquí. Dos de nuestros soldados te trajeron junto con otro chico que no conozco.

– ¿No recuerda algo característico de esa persona?

– Amm...¿Alto? Cabello oscuro, tal vez. No logré ver demasiado, lo siento. Mi turno apenas está por terminar y estoy muerto.

– Está bien, gracias de todos modos...

El doctor me dejó luego de revisar mis heridas y pedirle a una enfermera que me trajera algo de comer.

Así que aquí estoy, comiendo gajos de mandarina mientras espero ver un rostro conocido. Definitivamente no fui recogido de la calle al azar y me alejaron de mi grupo, eso es una estupidez. Deben estar en alguna parte, ¿Pero dónde?

– Disculpe, ¿Puedo ver al paciente Kozume?

Esa voz.

– Tú...

Grupo Apocalíptico↣(Stray Kids x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora