Marinette Dupain Cheng sabía que mudarse a Bristol, Inglaterra durante plena época victoriana traería muchos cambios a su vida, pero jamás imaginó verse sumergida en todo ese drama burgués.
¿Qué puede hacer una estudiante de diseñador cuando se ve e...
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El amor y el odio se suelen confundir
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Adrien no dejaba de observarla con detención mientras su padre hablaba con ella ¿Qué estaría ocurriendo ahora por su cabeza? ¿Yves la había amenazado? ¿Era esto una clase de venganza hacia él por su compromiso con Chloe? ¿Su plan desde el comienzo fue hacerse de un adinerado inglés para vivir una vida cómoda?
—Sinceramente no me lo esperaba de usted, señorita Dupain, siempre me pareció una mujer muy enfocada. — dictaba su padre sobre la joven azabache. En sus ojos no había duda o confusión, simplemente reflejaba seriedad y decisión. — ¿Está segura de lo que está haciendo? — miró el rostro de su padre, no lo denotaba mucho pero justo ahora analizaba las respuestas que le daba la fémina con detención, como si hubiera algo que no lo convenciera.
—Señor Agreste, ofrezco mis más sinceras disculpas por todas las molestias causadas; es claro que usted debe una explicación así que se la daré.— enunciaba Marinette sin siquiera voltear a ver al rubio quien la observaba desde la esquina de la habitación.— Vengo conociendo al joven Roth desde que arribé a Bristol, en mi primera salida me lo encontré en la plaza central y a pesar de estar comprometido fue un caballero muy atento conmigo quien siempre estuvo dispuesto a ayudarme en cualquier necesidad que me surgiera.— Mentía ¿Por qué carajos lo hacía?— Yo juro no haber hecho nada en contra de su compromiso con la señorita Bourgeois, sin embargo, no puedo negar que sentí cierta satisfacción al momento de enterarme que rompió su compromiso; nos dio tiempo para conocernos mejor y volvernos más íntimos.— la sola idea le provocaba a Adrien ganas de vomitar, de golpear a aquel bastardo, no podía tener la imagen de ellos dos juntos, esto le estaba enfermando.
—Bueno, en vista de la situación no me queda más que desearle un matrimonio feliz; pero espero que entienda que no se puede alojar más en esta mansión; eso nos daría un compromiso innecesario con la familia Roth. — sentenció su padre. Esto cada vez sonaba peor ¿Marinette dormiría en la cama de aquel degenerado? ¿Es que acaso no aprendió nada? Apretaba molesto sus puños, empezando a clavarse las uñas sobre sus palmas; hacía mucho que no experimentaba un sentimiento parecido, la misma impotencia recorriendo por sus venas.
