Desapareciste de mi vida un seis de Abril, te fuiste junto con tu promesa de un reencuentro
Marinette intentaba dar un trago a la sopa que la dama le había servido, sin embargo a penas y lograba pasar. Su encuentro con Adrien todavía la tenía con los vellos de punta, aún podía sentir su aliento rozando sus poros, sus labios consumiendo los suyos.—¿Y cómo te fue en tu salida con el caballero Agreste? — Marinette sintió que la cucharada se le atoró en la garganta ¿Cómo se había enterado? Intentó hacer que no notara lo alterada que la traía.
—Él tenía dudas de nuestro compromiso.— respondió mientras pasaba una servilleta de seda por sus labios para limpiarlos.— Sólo le reafirmé que soy una mujer comprometida por razones nobles.— tenía miedo, mucho miedo de que Xavier notara que había cierta mentira en sus palabras. No quería que supiera del beso. El joven tiró una risa petulante, parecía divertido.
—Sabes que no creo en tu palabra ¿No es así?— Marinette sintió que el corazón se le aceleró de un momento a otro, ni siquiera pudo pasar saliva.— Aún me preguntó cómo soy el único que se percató que ustedes dos se estaban cortejando.— la fémina apretó sus labios. Xavier suspiró.— Sin embargo no me preocupa lo que él quiera de ti; para el fin de semana ya serás mi esposa.— el joven se paró de su asiento y se encaminó hacia donde estaba al azabache, no sin antes hacer una señal con la mano para pedirle a la servidumbre que se retirara de la habitación. La chica sintió su sangre helar. Él pasó su dedo por el mentón de ella y lo deslizó suavemente hasta bajar al límite de su vestido contra su pecho.—Para ser una simple campesina, eres realmente de una belleza muy fina.
Marinette cerró los ojos sintiendo un asco tremendo al sentir los labios de Xavier tocando su cuello, a penas y contuvo las lágrimas.
—X-Xavier.— pudo pronunciar a penas.— La razón por la que quieres acabar con el compromiso de Chloe y Adrien es por verlo infeliz, Quieres a Chloe en tu posesión para hacerlo sufrir ¿no es así? — el chico rió.
—Suena demasiado simple cuando lo dices así.— y le depositó un beso en el costado de sus labios. Marinette a penas soportaba.
—¿Por qué estás demasiado empeñado en hacerlo sufrir? No comprendo.— el hombre se levantó como si aquella pregunta no le hubiera caído en gracia, después de un par de segundos la jaló con fuerza del brazo haciéndola levantar de su asiento a ella y apegándola a su torso. Sentía su respiración tan cerca de ella.
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Entre tinta y telas // Adrinette
FanfictionMarinette Dupain Cheng sabía que mudarse a Bristol, Inglaterra durante plena época victoriana traería muchos cambios a su vida, pero jamás imaginó verse sumergida en todo ese drama burgués. ¿Qué puede hacer una estudiante de diseñador cuando se ve e...