Último Round [Gay]

17.- "Fuerte Desaparición"

Brent Jones

La misma sensación de querer hacer daño recorría por todas mis venas mientras el costal de boxeo era impactado por mi. Ni siquiera me preocupaba el sentimiento, había estado con esto todos los días, toda la semana.

Y es que, ¿Cómo no sentirme frustrado? Cuando todos los días a mi puerta llegaban fotos de mi sol saliendo de su universidad, del café. Lo estaban siguiendo, y me estaba matando no saber nada de él.

La única forma que tenía para verificar que estuviera bien, era por las fotos que llegaban a mi. Era igual de peligroso mandar a Ricky a verlo, podrían seguirlo de cualquier manera.

Sabía por qué lo hacían, Verner tenía el único propósito de que decidiera no ir a la pelea y de causarme miedo.

Pues, lo logró.

A cada momento mi temor crecía, el hecho de no poder estar cerca para cuidar a Myles. Pero ya no me podía acercar, ya no quería arriesgar más.

Eso me estaba matando por dentro, porque aún con todo el miedo, algunas fotos las tiraba, y otras las conservaba, solo porque quería ver el rostro del rubio, que con los días fue cambiando su sonrisa a solo una expresión neutra.

Empezaba a ser más frustrante con el paso de los días, me llenaba más la inquietud en cada vena de mi cuerpo. Yo en serio temía de que lo lastimaran.

Entre más lo pensaba, más fuerte golpeaba, mi única forma de liberar este miedo ya era contra el costal.

Al final, no pude buscar al hermano de Myles, no después de que Ricky me amenazara con que traería al rubio aquí personalmente.

—¿Puedo pasar?— escuché detrás de mi, interrumpiendo mi concentración —voy a pasar.

—Ya estás adentro— le contesté al moreno.

—En menos de una semana es tu gran cierre de pelea— comentó Ricky poniéndose cómodo en alguna silla —finalmente le dirás adiós a las peleas, ¿Qué harás después?

—Buscar a Myles— respondí seguro, sin dejar de practicar.

—Dime de una vez por todas qué es lo que ocultas— lanzó —simplemente no puedes irte de la vida de alguien así de la nada, y luego decir que la buscarás, ¡Dañarás su estabilidad emocional y mental!

—Te contaría, pero es mejor no hacerlo— me detuve un segundo, sentía el cansancio y sudor inundarme, ya había perdido la noción del tiempo que estuve aquí.

No me dijo nada, yo por otro lado, terminé acercando el costal a mi hasta abrazarlo.

—Lo extraño— dije decaído, imaginando que lo que abrazaba era Myles —no veo la hora de terminar con esto.

Si de verdad fuera a cumplir el trato con la escoria Verner, yo no estaría entrenando, pero cumpliría medianamente. En el ring, él iba a dañarme mucho, eso lo sabía, probablemente termine con la nariz rota o algo cercano a las costillas.

Pero cuando vuelva a estar bien, voy a ir tras de él, y voy a regresarle en golpes todas sus amenazas.

—Lo he visto en la calle varias veces, ni siquiera me nota— agregó —¿Sabes por qué? Porque parece que le falta alguien, y sabes perfectamente quién es.

Desenrollé las vendas de mis manos. —Yo espero que su hermano no.

—¡Tú, tarado!— elevó la voz —¡Te alejaste del pobre chico que ya ni siquiera pone atención alrededor cuando camina! Sé que quieres protegerlo de algo, no sé si de ti o alguien más, pero más allá de eso, lo estás lastimando.