Durante varios días seguidos me siguió atormentando el dichoso mensaje de voz... ¿Quién sería esa tal Lindy? Si fuese una prima, una amiga... (¿A quién quiero engañar? Si fuese una amiga suya, me celaría... Y mucho). Peter se portaba tan bien conmigo y yo le estaba borrando mensajes de su contestador a escondidas. Parecía una loca... Pero había pasado una semana y Peter no mencionó nada del tema. Me alivió e imaginé que la chica esa no le habría vuelto a dejar ningún mensaje. Me equivocaba.
Estábamos sentados en una cafetería muy acogedora, con las luces bajas, tomándonos un café espumoso. Yo llevaba un jersey de lana ancho, que me abrigaba mucho y él iba con una ropa simple, pantalones vaqueros y camiseta, pero aún así estaba muy atractivo. Nuestro encuentro había sido igual que cualquier otro día, un abrazo y un beso, normal, pero ahora en la cafetería, Peter se encontraba pensativo. - Oye Maddie... ¿Sabes qué? Me pasó algo muy raro.
- ¡Dime! - Forcé una sonrisa y respiré hondo temiendo lo que podría venir a continuación.
- Ayer por la noche escuché los mensajes de voz de mi contestador... - <<¡¡OH NO, EL TEMA, HA SACADO EL TEMA!! ESTOY PERDIDA, NO SÉ FINGIR, SE VA A ENFADAR...>>
- Ah, mira qué bien... - Asentí con la cabeza y bebí un sorbo del espeso café, mirando para los lados como si el tema no fuera conmigo. En ese momento entró en la cafetería mi jefe, el de "Angel's Cake". Lo saludé amablemente con un gesto de mi mano y una cara agradable.
- Maddie... Escúchame un momento, venga. - Me pidió con una mirada de pesar y me cogió la mano que estaba sobre la mesa. Era tan bueno, siempre tenía mucha paciencia, me escuchaba, qué mínimo que escucharle yo a él, aunque significase meterme en problemas...
- Sí, perdona. Continúa. - Sonreí y le planté un beso en los labios. Él pareció conforme y se aclaró la voz para seguir hablando.
- Bueno, lo que te decía, ayer miré los mensajes de voz y me aparecieron varios mensajes de personas que me preguntaban porqué no los llamé o porqué no contesté a lo que me pidieron. Por ejemplo un grupo de alumnos que me decían: "Profesor, espero que este mensaje sí que lo escuche..." o una vieja amiga que decía "Veo que has ignorado mi anterior mensaje..." Y la verdad yo no entendí nada. - Peter parecía exasperado pero hablaba en una intensidad baja y un tono tranquilo. - Entonces miré en "Antiguos mensajes" y ahí estaban, dos mensajes guardados; de los alumnos y de un amigo... Pero el de Lindy no estaba. ¡Es todo tan raro! Parece que alguien entró en mi casa y borró algunos mensajes, otros los guardó... No sé qué interés puede tener alguien en...
- ¡Está bien! ¡Está bien! - No, no, no podía decírselo, no confiaría nunca más en mí... - El día que te llevé galletas a tu casa, ¿recuerdas? - Mi ex novio asintió (sí, digo ex porque seguramente después de esto me deje...). - Pues ese día tenías tres mensajes de voz. Sí, tres mensajes... Que escuché. - A Peter se le cambió la cara, se apartó de mí unos centímetros y abrió la boca en señal de sorpresa. - Lo sé, estuve mal, lo admito. Pero te guardé los mensajes para que los escuchases más tarde...
- ¿Me los guardaste todos? - Peter arqueó una ceja de manera interrogante, yo me mordí el labio y cerré los ojos, iba a contárselo.
- No... Todos no. Solo borré el de "Lindy, tu vieja amiga", ese no lo guardé. - Mi voz ya sonaba a celos, mi cara era de celosa y yo por dentro estaba a punto de explotar. ¿Pero qué derecho tiene una "vieja amiga" a mandarle mensajes a mi novio? ¿Qué se había creído esa? Y lo peor ¿él estaba de acuerdo? Qué pasa ¿pretendía quedar con ella? ¡¡Que se atreva!!
ESTÁS LEYENDO
Nací para amarte
RomanceHace unos años me sucedió lo peor, y al mismo tiempo lo mejor, que me pasó nunca; enamorarme. Sí, ese sentimiento del que todos hablan... cuando llega te destroza por dentro, no sabes qué hacer, a dónde ir, qué sentir... porque solo eres capaz de pe...