Dulce o Truco (GB)

Capítulo 17: El pasado de Kato

Desde que era un niño siempre sentí que mi cuerpo no era mi cuerpo, mi cuerpo era el cuerpo de otra persona. Cada vez que me sentía solo en mi casa siempre pensaba en eso, no podía evitar pensar que yo no era como yo y no tenía a nadie a quien decirle cómo me sentía.

Estaba agobiado por esos malos pensamientos y por todas las dudas que sentía sobre mí mismo.

¿Es normal pensar en todo eso? ¿Soy la única persona en el mundo que se siente así?, ¿Acaso soy un bicho raro? Todos mis sentimientos negativos se acumulaban cada vez más y no sabía que sería de mí en el futuro si algo dentro de mi no cambiaba, terminé creando un cajón en donde me oculté del resto de las personas.

No era capaz de decirle a mi padre cómo me sentía, desde que mi madre murió mi padre tuvo que hacerse cargo de mí, trabajar y hacer las labores del hogar. Todo su esfuerzo y la tristeza por perder a su esposa provocaron que su estado físico se deterioara lentamente, dejó de cuidar de su estado de salud, perdió mucho peso y sufrió de una gran depresión. No quería hacer que aún después de todo lo que ha pasado y ha hecho por mí, se preocupara aún más.

Un día mi padre antes de irse a su trabajo me vio bastante deprimido intentando ocultarme en un rincón de mi habitación, para animarme él decidió llamar a su jefe y decirle que se tomaría el día libre pues se sentía bastante enfermo.

Ese día ambos salimos a caminar por toda la ciudad, me divertí bastante con él, había pasado mucho tiempo desde la última vez que salimos solos los dos para jugar.

Cuando la tarde estaba a punto de caer y nos preparamos para volver a nuestra casa, de repente me fijé en algo que llamó mi atención. Me dirigí al frente de una tienda para materiales de costura y me detuve al ver a una mujer usando un hermoso vestido de volantes blanco con un lazo azul recorriendo borde del cuello de este (que combinaba con su largo cabello blanco como la nieve). Al parecer ella estaba saliendo de la tienda junto con su esposo y su hijo hacía su hogar.

- Esa señorita es bastante linda, ¿Cierto Kato? -dijo mi padre al ver que me fijaba en ella

- En realidad... lo verdaderamente hermoso es su vestido

- ¿...?

Estaba totalmente fascinado por él, ese vestido hacía que una persona con rasgos normales para el estándar de una persona promedio, se volviera algo simplemente digno de admirar. Lo importante ya no era el aspecto de la persona, era el vestido. Ni siquiera podía entender todo lo que sucedía en mi cabeza, sólo sabía que no podía parar de mirar el vestido asombrado.

Mi padre después de frotar su barba durante algunos segundos entró a esa tienda y no tardó en salir cargando consigo algo que estaba dentro de una gigantesca bolsa, él se acercó a mí y me dijo:

- Kato, se que te aburres mucho estando solo en casa, asi que te daré esta máquina de costura para que te diviertas intentando crear un vestido igual al que usó esa señorita.

- ¿Seguro que podemos costear esto?

- No te preocupes, papá se hará cargo de eso

- Papá...

Lo único que pude hacer fue abrazarlo fuertemente y agradecerle con todas mis fuerzas.