Capítulo 12: Un mundo diferente

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          - ¿Acaso morí... y renací en un nuevo mundo...? -dije para mi mismo


Mi vista era borrosa, intenté moverme lentamente pero no logré coordinar mis movimientos. Todo a mi alrededor se veía bastante borroso, tuve que esperar algunos segundos antes de recobrar por completo mi conciencia.

Sentía la impresión de que algo no estaba bien con mi cuerpo, otra vez. Intenté ponerme de pie, pero el equilibrio de mi cuerpo parecía diferente de lo normal. Al levantarme del suelo pude sentir como las protuberancias que ahora eran mi pecho se desplazaron bruscamente inclinando mi cabeza un poco hacia adelante.

Confundido decidí comprobar el estado de mi cuerpo.


          - ¡No... no puede ser...! ¡No otra vez!


Asustado mire a mi alrededor, pero una cálida rafaga de viento golpeó mi cuerpo provocando que varias hojas y una gran cantidad de mi largo cabello se pegara a mi rostro.

Al quitarmelo de encima pude ver que estaba en medio de un gigantesco bosque, a donde fuera que mirara sólo podía ver como enormes árboles y matorrales me rodeaban. Podía escuchar el canto de las aves, las pisadas de algunos animales, pero sobre todo el fluir de un riachuelo. Incluso en esta extraña situación podía sentir que ya había estado en este lugar antes.


Decidí avanzar con cautela para evitar tropezarme con alguna de las raíces que estaban esparcidas alrededor de todo el camino, podía sentirlas en las puntas de mis pies además de la tierra y la hierba que pisaba, al parecer estaba descalzo.

Con mucha dificultad logré llegar hasta mi objetivo, el riachuelo, para ver confirmar mis temores, otra vez.

Gracias a que el sol brillaba fuertemente pude ver mi reflejo en el agua.

Para mi desgracia, aún seguía en un cuerpo femenino, pero esta vez ya no era el cuerpo de una chica, era el cuerpo de una mujer joven, parecía como si mi cuerpo hubiese crecido varios años. Tenía muslos fuertes, trasero firme, piernas largas, una cintura esbelta y un par de pechos (que no tenían nada que envidiar a los de Vanessa) en mi torso.

Al parecer ya no tenía puesto mi disfraz de conejita sexy, lo que usaba ahora era algo que podía considerarse como el típico traje ligero de aventurero en un mundo de fantasía. Tenía una muy corta capa negra que sólo cubría la mitad de mi espalda, usaba una ligera camisa blanca junto a un brasier del mismo color que envolvía mis pechos, era la primera vez en mi vida que usaba un brasier y bragas blancas.


Instintivamente moví mis delgados brazos para frotarlos, no habían crecido mucho, pero sí lo suficientemente como para sentir constantemente el peso de estos sobre mis manos y mis hombros.

A diferencia de mi camisa o mi brasier, los shorts verdes que usaba estaban lo suficientemente ajustados para que se pegaran a mi muslos y trasero. La delgada cintura que tenía en mi anterior cuerpo pasó a ser voluptuosa, pero firme resaltando el increíble volumen de mis muslos y de mis tonificadas piernas, los shorts ayudaban a resaltar este hecho. Después de fijarme en mi torso y en mi cintura, me fije en mi rostro.

Como un largo mechón de cabello cubría la mitad de mi cara, decidí apartarlo con una mis manos revelando mi apariencia juvenil. Mis finos labios estaban cubiertos con brillo, mi nariz era más delgada y tenía cierto encanto, además mis delgadas cejas habían crecido resaltando mis hermosos ojos morados.

Dulce o Truco (GB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora