Capítulo 18: El pasado de Vanessa parte III

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          - Vanessa, en verdad lo siento.

          - ...

          - Cuando me enteré que vivíamos en el mismo vecindario, en verdad quería disculparme contigo y solucionarlo todo, pero cuando ayer llegaste a mi hogar y me viste usando ese traje de maid sabía que si te decía en ese instante que era yo, sólo terminarías odiándome más. Yo en verdad quería ser tu amigo...

          - ...


En realidad me dolía todo el cuerpo y estaba cansada de todo esto, estuve a punto de sólo aceptar las disculpas de Kato para poder volver a mi casa e ignorar todo lo que sucedió en estos últimos días, pero justo antes de irme, recordé las palabras que mi madre me dijo ayer.

Después de reflexionar durante un tiempo me levanté del suelo y decidí ser sincera conmigo misma


          - kato perdón por golpearte, supongo que también tienes algo de razón...

          - ...

          - No pensé en los sentimientos de mis padres aún cuando ellos sabían cómo me sentía cada vez que nos mudabamos y no podían hacer nada al respecto... No debí pensar que por actuar de manera seria y despreocupada todo estaría bien y que mis padres no se preocuparían por mí...

           - ...

           - Tampoco debí de tratarte de esa horrible manera, lo siento.

           - ... Perdón por golpearte también Vanessa, fue mi culpa mentirte sobre mi identidad y levantar tu vestido en el centro comercial.

           - Kato... prométeme que si en algún momento vuelves a sentirte mal contigo mismo o con tu propio cuerpo, sólo tienes que decírmelo, te prometo que estaré aquí para animarte

Él se levantó y mientras intentaba contener sus lágrimas me dijo:

          - Está bien.



Después de ese día Kato y yo nos volvimos buenos amigos, aunque no nos veíamos mucho en la escuela, ambos nos reunimos a diario en su casa para jugar y hablar sobre las cosas que nos pasaban. Extrañamente no lo volví a ver travestido desde aquel día en donde hicimos las paces, pero aún así me sentía feliz de estar a su lado.


Así pasamos juntos durante varios años, estaba segura que continuariamos así durante muchos más, pero lo que no sabía es que las cosas volverían a cambiar.


Un día mientras me preparaba para ir a jugar con Kato a su casa, mi madre llorando me abrazó con muchas fuerzas y me dijo que nos volveríamos a mudar, al parecer un extraño virus afectaría a todo el mundo y por eso nos iríamos a la casa de mi tía Taki fuera del país en donde estaríamos más seguros hasta que la epidemia pasara.

Sólo podía intentar asimilar todo lo que mi madre me dijo mientras ella me pedía muchas veces disculpas entre lágrimas.





(Un par de días después)


          - Deshazte de todos tus disfraces eróticos, sé que los tienes escondidos en alguna parte de tu habitación, tengo un mal presentimiento cada vez que los recuerdo.

          - Tal vez lo haga -respondió él

          - Si no lo haces tendré que destruir todo lo que amas

          - ... Ka ka ka ka, está bien, me desharé de ellos.


Estaba al frente de la casa de Kato antes de volver a mi hogar para subir al avión junto con toda mi familia, ya le había contado que debía irme del país así que nos estábamos despidiendo.


          - Kato... enserio lo siento... enserio lo siento...

Sabía que sólo estaría en el exterior por un par de años, pero aún así no pude evitar llorar

          - Parece que eres una crybaby Vanessa

          - ¿Se supone que ahora soy un demonio con corazón de humano? Además mírate, también estás llorando.

          - ...

          - ...

          - Vanessa prométeme algo, si no lo haces no podré estar tranquilo hasta que vuelvas

          - No te enviaré fotos de mi cuerpo por internet

          - Bueno, en realidad me gustaría ver como creces durante todo este tiempo... ¡Pero no me refiero a eso!

          - Está bien, dilo...

          - Vanessa madurar no significa ser una persona seria y mucho menos fingir que nada te afecta. Madurar es poder bromear, reír y divertirse, pero recordando siempre las responsabilidades y a los demás. Por favor Vanessa, prometeme que no preocuparas a tus padres ni a las demás personas que conozcas a donde quiera que estes.

          - ...

No esperaba que Kato pudiera decir cosas tan profundas, aún así sabía que él tenía razón.

          - Esta bien lo prometo, pero tienes que prometerme algo también.

          - ¿...?

          - Promete que intentarás hacer amigos, no puedes quedarte solo hasta que yo vuelva.

          - ... Lo pensaré

          - Una vida sin amigos es bastante aburrida, ¿No lo crees?

          - ... Tienes razón, no te preocupes, cuando vuelvas te mostraré a los amigos que puedo hacer. Te estaré esperando Vanessa

          - Kato... gracias

No pude aguantar más y comencé a llorar otra vez

          - Sabía que eras un crybaby

          - Está bien Kato, espérame, te prometo que volveré.

En ese momento ambos nos abrazamos con todas nuestras fuerzas durante algunos minutos.


Cuando nos separamos corrí hacía mi hogar intentando limpiar las lagrimas de mi rostro mientras me decia a mi misma que no defraudaría a Kato y que seguramente volvería a la ciudad para encontrarme otra vez con él.

Dulce o Truco (GB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora