Capítulo 2

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Desperté, a duras penas me puse de pie para dirigirme al baño y abrir la regadera, en cuestión de segundos el agua tomó la temperatura perfecta. Deje caer mi ropa en el piso y entre para que el agua y jabón se llevarán cualquier rastro de sudor.

Salí después de unos minutos y envolví mi cuerpo en una toalla roja. Tome un conjunto de de encaje manga larga y short color naranja y unos tacones del mismo color.

Hoy mas que nunca tenía que ir arreglada, Heather y yo habiamos terminado así que no podía dejar ver algún rastro de debilidad, al contrario, tenía que demostrar que todo seguía siendo perfecto.

Agarre mi cabello en una coleta dejando unos mechones sueltos por enfrente, puse un maquillaje natural, delineé mis ojos, máscara para pestañas y un labial nude. Tomé mi bolso, en el cual traía algunos libros, ya que la mayoría estan en mi casillero.

Bajé las escaleras y mi madre estaba en la sala, la mesa del centro como siempre estaba llena de papeles, su laptop y sus tres celulares. Sin duda era una mujer ocupada.

- Me voy - le avise antes de salir.

- Que te vaya bien - me contestó.

Hace meses que no conducía, Heather siempre me recogía para ir a la escuela y saliendo me traía a mi casa, ademas de que cualquier cosa que necesitará ella lo hacía por mi.

Llegué al campus y estacione mi auto, me gustaba llegar algo tarde y así lograr capturar la atención de todos, cosa que no era difícil de conseguir. Bajé del auto y todas las miradas se posaron en mi, las de los chicos eran despectivas por obvias razones, y la de las chicas solo indicaba deseo. Solo que esta vez todos murmuraban entre ellos, seguro seria la ausencia de Heather a mi lado, abrazándome por la cintura y cargando mi bolso. Los ignoré y seguí caminando lentamente agitando mis caderas suavemente en un ritmo único.

- ¿Dónde demonios esta Veronica? - pensé, no lograba verla por ningún lado, y realmente la necesitaba.

Llegue a mi casillero, saque mi celular y comencé a teclear escribiendo un mensaje para Veronica.

- ¿Porqué tan acelerada? - una voz burlona me asustó haciendo que casi tiré mi celular.

- ¿Dónde estabas? - pregunté.

- En mi casa - contestó extrañada y con cara de confusión.

- No me dejes sola - le dije seriamente.

- Ves Cheryl, necesitas más amigas - se burló.

- Sabes de sobra que Cheryl y amigas no van en una misma oración, a menos que lleve un "no necesita" en medio - comenzamos a caminar hacia el aula.

Las clases se me hicieron eternas, debido a mi ansiedad porque diera la hora de receso y hacer que Heather se arrepienta de haberme dejado. Finalmente el estruendoso timbre nos libero del maestro de álgebra.

Acompañada de Veronica caminamos a la cafetería, acomodé mi cabello antes de entrar y escuche una carcajada de Veronica.

- ¿Ves lo que te digo?, ella tiene toda la razón mujer - la fulmine con la mirada y empuje las puertas de la cafetería para entrar.

"Adiós linda", "preciosa", halagos de ese tipo acompañados de leves silbidos y besos tronados se escuchaban al momento en que pasaba por entre las mesas. Ya se habían enterado, ya que estando con Heather absolutamente nadie se atrevería a abrir la boca.

Como amaba esta atención, desde los deportistas, inadaptados y chicas volteaban a verme, todos a excepción de alguien.

- ¿Dónde demonios esta Heather? - pregunté en un susurro audible solo para Veronica y para mí.

Me, Myself and I // ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora