Semanas después
Emma...
Después de semanas estamos a 21 de mayo en este tiempo sólo lo he visto pocas veces al chico raro, con Erick estamos súper bien.
Ahora estamos almorzando para llevar a Cielo al Kinder.
— huele delicioso esto. — dije y comencé a comer.
— me alegra que le guste señorita — dice Susi.
— lo siento debo ir al baño — dije ya que estaba descompuesta.
— hace semanas estas así.
Cuando salgo del baño.
— capaz debo estar enferma o algo.
— también con todo lo que comes — dice mi hermano.
— cállate, tú igual.
— Bueno pero el 26 tienes turno con tu doctora menos mal. — dice Agus.
— ese día teníamos reunión con Renato y Ricky — dice mi novio.
— y hablaremos de lo tuyo para que cantes.
— Bueno, yo no tengo problema de ir sola si sólo es porque Agus me saco el turno.
— está bien princesa.
— ¿llevamos nosotras dos a Cielo? — pregunta Agus.
— si vamos.
Salimos caminando.
— mami, ¿por qué ya no nos sigue el chico? — pregunta Cielo.
— porque se sacó las ganas — dije y Agus me golpea el brazo — perdón hija, porque no se capaz no nos seguía a nosotras.
Llegamos al Kinder e hicimos entrar a cielo, estábamos volviendo caminando.
— espera estoy mareada — dije agarrándome de ella.
— ¿qué tienes? ¿Estás bien?
— no veo nada, estoy descompuesta y mareada.
— espera llamaré a Erick.
— no, no lo hagas.. sólo — y empecé a vomitar.
— ¿te sientes bien? — dijo una voz conocida.
— hasta que el chico raro apareció, cuídala iré a comprar una botella de agua.
Me volví a levantar, levante mi mirada y lo tengo al chico raro al frente mío.
— ¿te encuentras bien? — me pregunta preocupado.
— Ahora un poco mejor, me hizo mal lo que comí.
— si no comiste nada. Acá tienes agua, toma. — dice Agus. — ¿Y tú? ¿te decidiste aparecer?
— no quiero molestarla ni que tenga problemas con Erick, si piensas que te use no lo hice, no dejó de pensarte.
— está bien gracias. Ahora debo volver.
Caminamos con Agus hasta nuestra casa.
— ¿por qué has tardado tanto? ¿Te viste con el chico raro, no?, por eso no querías que vaya. — dice Erick haciendo drama.
— no hables estupideces, se descompuso casi se desmaya. — dice Agus un poco enojada.
— ay, lo siento pequeña, ¿por qué no vas al hospital?
— no es nada amor, sólo que tú irás a buscar a Cielo.
— y tú vas a descansar al menos ver una serie o algo pero acostada. — dice mi hermano.