2 días después
Emma...
Luego de tanto tiempo, llegó el día de mi casamiento, estaba contenta pero triste a la vez, finalmente sabiendo o no la verdad de Zayn, elegí a Erick.
Estábamos almorzando.
— debes comer algo princesa, ni siquiera desayunaste.
— no tengo ganas amor — dije algo triste.
— ¿qué es lo que tienes pequeña? — pregunta Chris.
— nada sólo estoy nerviosa.
— tranquila luego viene la chica que te va a peinar y después la que te va a maquillar — dice Agus.
— está bien, esperaré en mi habitación.
Me acosté tapándome.
— amor, ¿qué es lo que tienes? — dice entrando.
— nada mi vida — dije haciéndolo acostar a mi lado.
— ¿no quieres casarte?.. sólo dímelo y seguimos siendo pareja.
— si quiero amor, sólo estaba un poco mal pero ya está, tú anda hacer tus cosas — dije besándolo.
Luego llegó la que me iba a peinar y entró a mi habitación sin golpear y Erick se separa de mi.
— Hola, me llamo Aylen.
— Hola, ¿espera Aylen? ¿quién te contrató? — Erick simplemente tapa su cara negando.
— more y Chris, ¿me conoces?
— ¿qué relación tenías con Chris o More?
— los conocí hace años por medio de Erick.
— espera un momento — baje de mi habitación y a donde estaban los demás y Erick vino corriendo detrás de mi.
— ¿qué pasó hermanita?
— ¿QUÉ ES LO QUE VA A PASAR? ME TRAJERON A QUE ME PEINE ESA, NO PODÍAN CONSEGUIR OTRA SI DE TODOS MODOS VOY A PAGAR — grite enojada y Erick trata de calmarme.
— ¿cómo la conoces? — pregunta Chris.
— no soy estúpida Christopher, desde que me dijo su nombre me di cuenta, quiero que se vaya.
— está bien, Chris dile que se vaya. — manda Erick.
— ¿y quien te va a peinar? — pregunta more, agarre mi celular y llamé.
— listo, vendrán las que me maquillaron para mi casamiento con Zayn.
La chica se fue y poco minutos llegaron las chicas subimos a mi habitación.
— bueno, primero quiero saber porque estas triste — dijo una de las chicas mientras empezaba a peinarme.
— no es nada, sólo recuerdos
— mm está bien no preguntaré sobre eso.
Continuamos hablando mientras me peinaba y maquillaba, miro la hora y eran las seis.
— mucho tiempo tardamos — reí.
— si a las siete y media tienen que estar en la iglesia, iré ayudar con las niñas tú ponete el vestido y lo que te vayas a poner.
— está bien gracias.
Me comencé a vestir.
— ¿puedo pasar? — pregunta Richard.
— claro.
— wow, que bella.
— gracias, ¿ya es hora?