• Pareja: Walburga Black x Orion Black •
El 12 de Grimmauld Place se sentía frío, no importaba si la chimenea estuviera encendida o si alguien colocaba un hechizo para subir la temperatura, la casa que sus tíos y sus padres habían comprado para ellos era tan sombría que nada podía hacer irradiar calor.
Walburga sabía que este día llegaría, ya era una dama, recién cumplió los 17 y venia de la Noble y Ancestral casa Black, conocía sus tradiciones, solo que nunca creyó que la comprometerían con su primo Orion.
No es que le cayera mal, pero no eran muy cercanos, se llevaba bastante bien con Lucretia la hermana mayor de Orion, pero la verdad es que el chico siempre le pareció muy raro.
Orion casi no hablaba con nadie de su familia, con el único primo con el que llegaba a tener una charla era con el hermano mayor de Walburga, Alphard Black, pero eso solo ocurría cuando jugaban ajedrez.
En reuniones familiares, siempre estaba atento y callado, podía sentarse con todos los primos y aunque todos reían y bromeaban, él solo sonreía levemente, Walburga sabía que nadie podía comportarse como lo hacían todos los primos cuando estaban a solas, a todos y cada uno de ellos los castigarían de maneras crueles si no se comportaban a la altura de los Black frente a más personas.
Estaba segura que su primo tampoco tuvo amigos en el colegio, solo era un año mayor que ella, pero nunca lo vio con nadie, siempre iba leyendo un libro, no importaba si chocaba con alguien mientras caminaba, no dejaba de leer nunca, ahora entendía porque la casa tenia un estudio con un biblioteca enorme.
- Bueno ¿qué les parece si suben a ver las habitaciones y a revisar si todo esta en orden? no olviden que en dos semanas vendrán a vivir aquí. — Arcturus Black le había dicho, prácticamente ordenado.
Orion y Walburga solo asintieron y como les habían educado, Orion dejó a Walburga pasar primero para empezar a subir por las escaleras, donde se encontraba un pie de troll con una sombrilla amarilla dentro.
Ninguno sabía que decir, en dos semanas serían esposos y sentían que no se conocían de nada.
Ella abrió la puerta que daba a una habitación que tenia una cuna en el centro, al parecer a sus padres realmente les urgía tener nietos, su hermano Cygnus había tenido tres niñas, ninguna podría heredar el apellido, la hermana de Orion se había hecho una Prewett y su hermano Alphard había corrido con suerte de irse y evitar un matrimonio, es por eso que solo tenían a Orion para heredar, esperaba tener varones, ninguno quería el castigo que obtuvo Cygnus por solo procrear hijas.
- Creo que les urge mucho. — Había susurrado Orion.
- Si. — Walburga no sabia si podía continuar la conversación.
Siguieron por todo el piso y vieron todas las habitaciones, una de ellas era el cuarto del castigo, se quedaron petrificados al ver que sus padres habían colocado ese lugar en su nueva casa, todos los hijos e hijas Black temían por que los encerraran ahí, a ella la habían encerrado unas 3 veces en su vida, a sus hermanos ni hablar.
- ¿Alguna vez te...
- Cinco veces, ¿a ti? — Orion la había interrumpido, realmente no había necesidad de formular toda la pregunta.
- Tres. - El chico asistió y siguieron su camino.
Habían llegado a la sala de estar donde se encontraba el tapiz familiar, al igual que en todas las casas de Los Black, se podían ver sus nombres enlazados con una linea algo blanquecina, que se convertiría en dorada en el momento de su boda.
- ¿Puedo hacerte una pregunta? — Orion le había dicho en voz baja, al parecer su tono de voz siempre era así.
- Si, dime.
- ¿Quieres ser como ellos?
- No te entiendo Orion. — Walburga trataba de seguirle la idea, pero el chico hablaba tan monótonamente que no lo lograba.
- Como tus padres, los míos, nuestros tíos, como todos ellos.—Dijo moviendo la cabeza hacia las paredes que cubría el tapiz.
- No sé, no creo que se pueda ser de otra forma.
- Si se pudiera ser diferente, ¿aún te gustaría ser como ellos?
- Creo que no.— Había dicho decidida, sabia que su familia era horrible, todos sus primos y ella habían pasado por atrocidades, sabia que para sus padres no eran hijos, eran una moneda de cambio para seguir creciendo en la sociedad mágica.
- Yo tampoco quiero.— Por primera vez el chico la había visto a los ojos, unos ojos grises que irradiaban seguridad. — Cuando nos casemos, haremos nuestras reglas, no habrá cuarto de castigo o torturas, no permitiremos que le hagan eso a nuestros hijos.
Walburga no sabia que decir, siempre había querido una vida de ama de casa, más allá de las tradiciones, se imaginaba con un esposo e hijos, con un jardín hermoso al que cuidar además de sus bebés.
- Nosotros no lo haremos, pero si tenemos niñas, nos castigaran, yo también soy una Black.
- Aceptaremos ese castigo, pero no dejaremos que las lastimen, si son niñas no van a sentir que son inútiles por no poder heredar el apellido y si son niños no crecerán para sentirse superiores, podemos no ser como ellos Wal.
- Podemos no ser como ellos.— Walburga asintió y se acercó a Orion, se tomaron de la mano sellando el trato, caminaron al primer piso para decirles a sus padres que todo estaba en orden y que ya vendrían mas tarde a traer todas sus cosas.
Cuatro años después en el 12 de Grimmauld Place el segundo bebé del hogar llegaba de San Mungo para conocer su casa, era un lugar cálido y seguro, donde su primogénito Sirius lloraba en los brazos de su padre por la atención de su madre que en ese momento le daba de comer al pequeño Regulus.
Orion y Walburga habían hecho nuevas tradiciones después de su matrimonio, se habían hecho buenos amigos, tenia dos bebés encantadores, un jardín frondoso, Walburga se sentía bien con la decisión de sus padres de casarla con el más raro de sus primos, nunca había imaginado una vida tan buena como la que tenia con Orion.
•••••
Me conocen, yo los quiero así siempre.
Espero que les haya gustado, nos leemos mañana.
- Boris.
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Pumpkin Spice • Fictober 2020
Fanfiction• 31 días, 31 One shots • Serie de one shots basados en mi lista para este fictober 2020. Diferentes ships por cada palabra.