—¡Adriano, déjame! —Le ordeno mientras intento levantarme de la cama, pero sus fuertes brazos me lo impiden. Resulta que hoy es el último día de Beatrice y ambos quieren pasarse el día en cama, pero yo no quiero. —Adriano debo ir a ducharme —Le reclamo.
—No, quédate —Hace puchero.
—Adriano, no puedo.
—Por favor, quédate.
—Debo ir a ducharme.
—Está bien —Se da por vencido. Dejo un casto beso en sus labios y voy a mi habitación. Inmediatamente me dirijo al baño y hago mis quehaceres.
Me visto con unos jeans azules, un top gris, unas sandalias de piso en color blanco y una blusón de color azul con blanco.
Hago de mi cabello una trenza y coloco algunos accesorios para luego bajar al primer piso. Adriano envió a Beatrice a ver a su abuela y tía quienes acaban de llegar de Italia. Voy hasta el despacho del italiano, toco dos veces y escucho un pase de la parte de adentro.
—Hola —Saludo al ojiazul.
—Hola, cara ¿Qué pasa? —Adriano ha comenzado a llamarme de esa manera que significa querida en italiano.
—Debo ir a la universidad y a casa de mis padres —Rodeo el escritorio para quedar frente a él.
—¿Por qué? ¿Pasó algo? —Me toma de la cintura para sentarme en su regazo.
—Tengo varios semanas sin asistir a la universidad y quiero saber que debo hacer. Además, quiero ver a mis padres, llevo mucho tiempo sin verlos.
—Está bien, te acompaño —Nos ponemos de pie y vamos hasta el estacionamiento de la casa, subimos a su deportivo gris y salimos hacia la universidad.
Él detiene el auto frente al campus, por suerte a esta hora todos están en sus salones. Bajamos del auto y vamos directamente a la oficina del rector.
—Bienvenida, señorita Gala.
—Muchas gracias.
—Leí las noticias y creí que estaba muerta hasta que la fiscal se comunicó conmigo.
—Sí, como ya sabe mi situación es delicada y quiero saber, ¿Qué pasará conmigo?
—Bueno, no creo que haya problema en que dé los exámenes finales, pero sí no obtiene una calificación excelente, tendrá que repetir el trimestre.
—Entiendo —Me levanto. —Muchas gracias.
—De nada.
Salgo de su oficina y con Adriano subimos a su auto para ir hasta la casa de mis padres. Toco el timbre y abre Amanda.
—¡Amanda! —La abrazo.
—Bienvenidos, adelante —Se hace un lado dejándome entrar junto con el italiano. Mis padres y hermano están sentados en los sofás de la sala, me acerco a ellos y los saludos.
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Eres tú
Teen FictionLa vida le había quitado a Adriano lo que más quería, su padre y hermano. Sin embargo, una noche aparece la pequeña Gala quien derrumbar todos los muros de su alrededor y lo convierte en un hombre diferente, sin mencionar que es la única capaz de ha...