Eres tú

29 (Casi te pierdo)💜

—Kak, chert voz'mi, eto sluchilos'? Vy zabyli, chto prezervativy sushchestvuyut?  —[¿Cómo carajo paso eso? ¿Se te olvido que existen los condones?]. Pregunta Agatha enojada.

—Basta Agatha, ya tengo demasiado la boda y ahora me acabo de enterar que estoy embarazada, no necesito que tú también me grites —Le digo a mi mejor amiga y me dejo caer pesadamente en el sofá de la sala de mi casa.

Resulta que he estado presentando ciertos síntomas inusuales lo que despertó una sospecha en mí. Inmediatamente fui a una farmacia, compré una prueba de embarazo que resultó positiva. En seguida, llamé a mi mejor amiga y le conté lo que estaba pasando. Ella en cuestión de minutos estaba frente a mí y me ha estado gritando desde el momento en el que pisó la casa, pero mi cabeza está en otro lugar.

Hace dos semanas Adriano me pidió matrimonio y ahora estoy embarazada, justo cuando menos necesitaba un bebé. Aún los trámites para adoptar a Beatrice no han terminado, debo esperar casarme con Adriano para que así sea más fácil, sin mencionar que estoy planeando la boda.

—Lo siento, amiga —Se sienta a mi lado. —¿Qué harás?

—Lo tendré, no hay nada más que hacer.

—Sabes que te apoyo en todo, ese bebé será nuestro sin ningún problema.

—Agatha, lo tendré y seguiré estando junto a Adriano.

—¿Qué? ¿Estas loca? ¿No te estás dando cuenta en el riesgo que pondrías a tu hijo si te quedas junto a Adriano? Él es un narcotraficante, no es un doctor o un abogado, es un narco. ¡Un narco Gala!

—¡Agatha basta! Adriano es el hombre que amo y padre de mi hijo, no lo separaré de él.

—Está bien, te apoyo. ¿Cuál es el siguiente paso?

—Hablaré con Adriano y luego con mis padres.

—Está bien —Seguimos conversando de cosas sin sentido hasta que mi teléfono comienza a sonar. Me acerco a mi bolso que se encuentra en la isla de la cocina, saco mi teléfono y es una llamada de mi prometido.

¿Hola?

Hola, cara. ¿Cómo estás?
¿Dónde estás?

Vine a casa a revisar mi
correo y ver como estaba
todo.

No debiste ir allí sola.
Debías llamarme y yo
iría contigo, ahora
mismo salgo para allá.

No te preocupes. Agatha
está conmigo al igual
que Fabrizio. Además,
ya me voy.

Está bien. Yo aún estoy
revisando algunas cosas
en el bar, llego en la noche.

Está bien.

Debo dejarte.
Adiós, cara.

Corto la llamada y tomo mis cosas. Luego de despedirme de Agatha subo a la camioneta junto al chófer y Fabrizio. Voy revisando mi teléfono cuando el chófer frena de golpe haciendo que separe la vista de este.

Frente a nosotros hay una camioneta blanca. Sin previo aviso dos hombres sacan sus armas y comienzan a disparar contra nosotros.

—¡Gala, abajo! —Escucho la voz de Fabrizio, pero ya es muy tarde. Un tipo me saca del auto, pone un pañuelo con alguna sustancia en mi boca y nariz haciendo que caiga en un profundo sueño.

Adriano Pov's.

—Se casa el pequeño Adrianito —Habla Calvin haciendo que una pequeña sonrisita se adueñe de mis labios. Nos encontramos en mi bar tomando algo mientras conversamos de temas triviales.