Narra Mafuyu Sato
El sol entraba por la ventana, y los pajarillos pequeños comenzaban a cantar. Molesto. Sobre todo especialmente hoy. Que quiero paz.
Al levantarme note a Tomikoa viéndome fijamente.
No tardé en recordar lo que pasó anoche, y me sonrojo fue enorme. Debíamos cambiarnos o Natsuki nos vería, no sabría que explicación darle.
– te ves hermoso– sonreí, tan tierno.
– tú también– es lo único que puedo decir. No soy bueno en dar alagos– debo cambiarme, sino no llegaré a tiempo.
Me senté en mi lado de la cama matrimonial, para empezar mi día, pero Tomikoa me jaló del brazo para devolverme a mi lugar.
– te amo mucho– fue lo que salió de sus labios.
Yo también lo amo. Y no dejaré que mi familia se arruine por culpa de Ritsuka.
– yo mucho más– y a lo que temía fue lo justo paso.
– mamá, papá, buenos dias– Natsuki entro a la habitación y se tiró encima mío. Este niño. Lo adoro. Pero no era momento.
Rápidamente Tomikoa busco una forma de cubrirse. Tarde.
– mamá, ¿Porque papá está desnudo?–que buena pregunta.. ¿Que te respondo exactamente?
– porque papito tiene calor– que gran respuesta tuve.
– pero hace mucho frio– Natsuki si fuese tú mamá de verdad, estaría tal vez más avergonzado.
– pero papi tiene fr– a veces odio a mi esposo por la forma tan fresca de expresarse. Lo cual yo no puedo.
– verás hijo, mamá y yo queremos darte un hermano– si bien Natsuki se creyó la historia que yo me embarace de él. ¿Porque no está?
– papá, mamá es un hombre. ¿Como nací?– gran pregunta que hizo rápidamente llegar mi rubor.
– Mamá es el único hombre que pudo embarazarse!!
No estaba de acuerdo. Para nada. Yo no era su madre. Ni lo sería. Pero no puedo ponerme en contra y decirle así nada más que su mamá falleció.
– ¿Eso es verdad mamá Mafuyu?– ¿Qué hacer? Solo asentí mientras le colocaba el desayuno delante suyo.
Te detesto Tomikoa, cuando el niño se entere un día la verdad, me matará.
– un hermanito!!! Al fin seré el mayor– se le ve bastante calmado para tremenda declaración de que tuvimos relaciones– mamá!– sujeto mi rostro, eres un pequeño amor– quiero una hermanita.
Asentí, no soy una persona que le de todo el sentimiento de libertad. Tampoco sé cómo tratarlo, solo soy yo. Pero ese niño me ama como a una madre, y Tomikoa también me ama. Pero me aman como soy.
Tengo una familia perfecta.
.
.
.
.Tomé el tren junto a la Gibson. Tengo que hablar de todo lo que pasó este año a él.
Pero más grande fue mi sorpresa al verlo a él sentado tratando de ocultarse de mi.
¿Me habrá seguido? Incómodo pensar.
Espere la parada, y seguí avanzando, ladeaba la mirada, y ahí estaba, atrás mio haciéndose el que no me conoce.
Suspiré. Molesto. ¿Que querrá?
– te veo– fue lo único que dije para seguir avanzando.
– ¿Enserio?– no respondí. Solo seguí avanzando– oye, quiero que vuelvas conmigo– que caradura– digo a la banda, pero también conmigo– se rasco la nuca.
Note rápidamente como el tiempo nos había cambiado, ahora él era más alto, me sobre llevaba una cabeza de altura. Sin embargo yo no había crecido mucho.
Refunfuñe, no podía avanzar, ni seguir porque estaba atrás mio. ¿Que quiere? Ya dije que no una vez.
– no– aclare para seguir.
No espere la reacción repentina de él.
Y ahí estaba en plena calle, mientras el gran guitarrista internacional Uenoyama Ritsuka me besaba forzadamente.
Por alguna razón termine cediendo.
Pero no duró. Le atine un puñetazo en la mejilla. No ahora. No de nuevo.
– tengo una familia y soy feliz– fue lo que mencioné para seguir caminando.
El rubor en mi rostro era demasiado notable. Y mi furia que poseía en ese momento lo hacía notar el doble.
Así lo ame aún, no podemos estar juntos de nuevo. Ya no.
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Promesas Rotas (EDITANDO)
FanfictionOcurrió cierto día de invierno, una mañana, Uenoyama Ritsuka quedó nervioso mientras estrechaba su mano con un gran productor musical. Ahora sería solista, ¿dejaría Given? no.. puede estar en ambos lados.. ¿Mafuyu? tendrá tiempo para él.. -¿cuánto...