« 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟎𝟔 »

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☂︎ Tʜᴇ Uᴍʙʀᴇʟʟᴀ Aᴄᴀᴅᴇᴍʏ ☂︎

• Sᴛʀᴏɴɢᴇʀ Tᴏɢᴇᴛʜᴇʀ •

Narrador omnisciente.

Durante el transcurso que paso Alessa en su "nueva vida", había mejorado sus movimientos de combate y se había convertido en una de las mejores agentes de la comisión junto con Hazel, Cha Cha y por supuesto, Número 5. Pero una parte de ella no se sentía completa, sentía que no pertenecía allí. 

Cualquiera que trabajaba en La Comisión conocían a la famosa hija de la encargada de nombre Lena. La encargada no quería que por ningún motivo recordara absolutamente nada de su vida pasada, ya que todo iba de acuerdo a su plan, por ello, le dijo a la castaña que su nombre era Lena. Algunas veces tenia misiones con Hazel y Cha Cha, estos se habían vuelto grandes compañeros de trabajo. En sus horas libres comían y platicaban de cómo les había ido en sus misiones.

Debes en cuando le daban dolores de cabeza muy fuertes, pero su "madre" le decía que eran síntomas de la amnesia. Todos los días Alessa se levantaba a las 8 de la mañana para irse a trabajar. Desayunaba con su madre y después se iban juntas al trabajo.

Narra Alessa.

El día de hoy me asignaron una misión, se trataba de un hombre que se estaba entrometiendo con el tiempo. Antes de ir, me fui a cambiar a los vestidores para ponerme mi traje. Después de eso fui a mi locker para tomar mis armas las cuales consistían en una arma de fuego con sus municiones, pero esa no la utilizaba mucho, lo que usaba era una hermosa katana con la manga color negro y unos toques de dorado con plateado. Me acomodaba mucho con ella, ya que con el arma se terminan las municiones muy rápido. Algunas ocasiones  utilizo mis poderes cuando se pone feo la cosa, pero ahora que lo pienso, siempre se pone feo.

Al terminar de alistarme fui a despedirme de mi madre.

—Madre —digo entrando a su oficina. Pero miro que estaba con otra persona mientras lo tomaba de la mejilla—. Lo siento, debí tocar.

—Lena querida, anda pasa. Cinco ya se iba —dice yéndose a su escritorio.

Observo que el señor Cinco tomaba sus cosas para salir, no antes de darme una sonrisa amistosa. Aveces nos topábamos en los pasillos, pero solo eso.

—¿Qué pasa, Lena? —me pregunta con una sonrisa.

—Solo quería despedirme, tengo una misión justo ahora —le digo mientras tomo asiento y tomo unos dulces que tenía en su escritorio para comerlos.

—En ese caso te deseo suerte, aún que no la necesitas porque siempre tienes éxito en cada una de ellas —dice mientras me guiña el ojo.

Pues claro que era buena, me gusta hacer mi trabajo bien hecho.

—Gracias, ma. Nos vemos más tarde —me despido dandole un beso en la mejilla.

Salgo de la oficina para después irme a la sala de maletines. Tomo uno y me dirijo a la sala de partida, estando ahí activo el maletín y me teletransporto. 

Estando frente a la casa del hombre llamado Thomas, camine adentrándome a su patio, lo bueno que era de noche así se me hacia más fácil hacer mi trabajo. Primero examinaría los alrededores de la casa pero escucho la puerta de entrada abrirse, me escondo detrás de un arbusto para ver qué mi objetivo salía de ella, era un hombre de unos 32 años. Este se estaba yendo directo a su carro, me acerco sigilosamente hacia él, Thomas estaba a punto de abrir la puerta del piloto pero le doy un fuerte golpe en la cabeza haciendo que caiga al concreto quejándose del dolor. Se voltea a verme aturdido mientras toma su cabeza. Yo desenfundo mi katana para dar fin a su vida.

𝐒𝐭𝐫𝐨𝐧𝐠𝐞𝐫 𝐓𝐨𝐠𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫 | 𝐅𝐢𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora