𝐒𝐭𝐫𝐨𝐧𝐠𝐞𝐫 𝐓𝐨𝐠𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫 | 𝐅𝐢𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬.

« 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟎𝟑 »

☂︎ Tʜᴇ Uᴍʙʀᴇʟʟᴀ Aᴄᴀᴅᴇᴍʏ ☂︎

• Sᴛʀᴏɴɢᴇʀ Tᴏɢᴇᴛʜᴇʀ •

Narrador omnisciente.

—Número 2, dime lo que pasa —ordena Reginald Hargreeves.

—No lo sé, yo estaba viniendo para la mansión cuando...

—Con que estabas fuera de la casa —dijo enojado Hargreeves.

Diego solo bajo la cabeza, a causa de que rompió una de las reglas que su padre había puesto.

—Lo siento, padre —se disculpa cabizbajo.

—Hablaremos de eso después. Continua hablando —Dice haciendo un ademan con la mano.

—Como decía, estaba viniendo para acá cuando escuche unos disparos, fui a ver lo que sucedía. Cuando llegue las mire en el suelo, una de ellas estaba herida, y me pidió ayuda lo cual no me negué, las traje aquí para que madre la pudiera curar. Pero una de ellas no sobrevivió. Y después ella irradio luz, y después se desmayo —termina de explicar número 2.

—¿Padre que harás con ella? —pregunta Vanya curiosa.

Reginald se encontraba pensativo, miro a la joven que yacía en el suelo. La había estado buscando estos últimos meses, pero nunca logro encontrarla. Hasta que de la nada aparece en su casa gracias a uno de sus hijos.

—Grace, llévala a una habitación —ordena el millonario.

Grace solo asiente ante la orden de su amo.

—Te ayudo madre —ofreció su ayuda Luther.

La toma entre sus brazos para después salir de la enfermería.

—Pogo, llama a una funeraria para que se hagan cargo del cuerpo y llama al Orfanato para darles la noticia —el simio solo asintió para después retirarse.

Los jóvenes miraban con asombro a su padre pues nunca habían presenciado qué padre hiciera un acto gentil.

—Niños, regresen a su habitaciones —estos asienten y se retiran—. Número 2 acompañame a mi oficina.

—Suerte —susurran sus hermanos para después retirarse.

Reginald y Diego llegaron a la oficina del primer mencionado.

—Desobedeciste una de las primordiales reglas que implante, número 2. Por tus acciones te impuse un castigo. No saldrás de tu habitación hasta mañana en la cena, Grace solo te llevara el desayuno —lo mira fijamente, el joven solo lo escuchaba con la cabeza baja—. Pero por ser valiente y por ayudar a esas jovencitas, lo cual una de ellas puede ser la de las misiones, no te lo pondré. Pero si vuelves a romper otra regla más, no sólo será un día el que estes encerrado —sermonea Reginald a su hijo.

Diego suspiro del alivio, los castigos de su padre eran los peores. Una vez lo castigo por hacerle una broma a Klaus, su padre le hizo correr durante una hora sin parar en uno de los entrenamientos.

—Puedes retirarte —comenta su padre.

Por otra parte...

Grace junto con Luther se dirigieron a una de las tantas habitaciones que tenía la mansión, número 1 deja a la joven en la cama con mucho cuidado. Grace le quitó los zapatos y los puso en el suelo junto a la cama.

—Es muy hermosa, parece una aurora boreal —dice sonriente Grace mientras miraba a Alessa.

—Si, es linda. Me quedaré con ella por si despierta —se ofreció Luther a cuidarla.