18 || Sentirse querido

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Payton

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Payton

Empezaba a despertarme. Me estire haciendo fiaca y en un intento de levantarme de la cama siento como unos brazos finitos me aprietan el abdomen, dejándome acostado nuevamente.

Extrañado me voltee a ver y era ella...

- vamos a quedarnos dormidos un ratito más Payt- murmuró adormilada-.

*gritos internos de felicidad*

- s-si- me quede quieto-.

No puede ser que ELLA me haya pedido eso... ay boludo, voy a desmayarme.

Mi cuerpo estaba tenso, no sabía que hacer, trataba de respirar despacio para no molestarla.

- ay quedate tranquilo, acomodate- me soltó-.

Me volví a acostar como estaba desde un principio solo que esta vez me quede frente a frente con ella, y me abrazó otra vez ocultando su rostro en mi.

Sentí unas lagrimas en mi pecho. Eran de ella.

- perdoname Payt, perdóname y te juro que no te vuelvo a dejar solo nunca más...- susurró entre pequeños sollozos-.

- es que me dolió mucho Mia...

- por favor- me miró con ojitos de perro y un puchero se formo en sus labios involuntariamente-.

- no es tan fácil...- mire a otro lado-.

No era capaz de mirarla a los ojos, si lo hacía me iba a convencer...

- esta bien; voy a esperar lo que haga falta- se acomodó como antes- solo... perdoname algún día por favor.

- si...- susurre-.

Lentamente levante mis brazos y los enrolle en su cintura, cuando tuve más confianza apreté el agarre y escondí mi cara en su cuello, volviendo a quedarme dormido.

Narrador omnisciente

Y así se quedaron ambos, abrazados y sintiéndose bien por el calor del cuerpo del otro.

Encajaban perfecto, ya sea como pareja o como amigos, el defecto es que no se dan cuenta de ello.

O al menos ella.

Una hora, dos horas y hasta tres se quedaron simplemente durmiendo.

Hasta que ya habían descansado tanto, que se cansaron de hacerlo.

Los dos se levantaron dirigiéndose al baño de la habitación, en este caso del castaño, para lavarse los dientes y cara.

Una vez habiendo terminado con eso, decidieron bañarse, cada uno por su lado por supuesto.

En esa tarea tardaron una media hora aproximadamente.

Luego, salieron a desayunar juntos a una cafetería. Muy común pero a ellos les encanta.

Cuando llegaron se pidieron un submarino de chocolate cada uno, junto a unos alfajores del mismo sabor que vendían en el lugar.

Se esperan un buen dolor de estómago para más tarde.

- hace mucho que no veníamos, ¿no te parece?- inició conversación la chica tomando un sorbo de su chocolate caliente-.

- bueno, si te la pasabas con Mateo todo el tiempo se nos hacía un poco difícil venir- opino él en un tono molesto mientras revolvía su bebida con el sorbete-.

La pelinegra se sintió incómoda ante el comentario de su acompañante, y en consecuencia dirigió su mirada al costado, evitando la de él.

- emm, si si, tenes razón- confirmó Payton al darse cuenta de lo que había causado- perdón no me fije en lo que decía...

- no te preocupes, en realidad tenes razón- sonrió con tristeza-.

Se quedaron sin hablar por unos minutos, solo comían sus alimentos.

- ¿puedo... preguntarte algo?- habló pausado Payton-.

Ella solo asintió con la cabeza.

- ¿por qué no me hablaste mas de un día para el otro?.

- es que... a él no le gustaba que habláramos y eso...- habló bajo-.

No hace falta para que les diga de quién es "él", ¿o si?.

- ¿me dejaste de hablar solo por que a él no le gustaba? No, es increíble lo que hace el amor- dijo sarcástico-.

- perdón.

- cada vez me pones mas dificil esto de perdonarte Mia- confesó-.

No le crean, él se está muriendo, metafóricamente, por perdonarla.

- ya termine- ella cambió el tema-.

- yo igual- se levantó- voy a pagar- aviso y se retiró-.

Aunque al momento volvió con una sonrisa tonta formada en sus labios.

- Mia, no trajimos plata- rió nervioso-.

Ella soltó una carcajada.

No se lo estaban tomando en serio, en realidad les causaba gracia lo estúpido que era la situación.

Osea, ¿quien va a tomar un café sin llevar plata? Solo ellos.

- ¿como vamos a resolver esto?- preguntó un trabajador apareciendo a las espaldas del castaño-.

- ella vino conmigo, se va a quedar acá mientras yo busco los quinientos cincuenta pesos- se organizó- vuelvo enseguida- salió de la tienda-.

Camino tan solo una cuadra y se quedó ahí esperando.

Por el lado de ella, al trabajador lo llamaron en otra mesa y fue a atender.

Mia aprovechó la situación y sin que el chico se diera cuenta, salió del lugar y fue a donde su amigo.

Esta es una buena estrategia para tomarte dos cafes gratis.

Claro si es que los de la cafetería son tan idiotas como para aceptar un trato tan tonto.

Son ilusos si pensaron que en verdad los chicos iban a volver solo para pagar.

Una vez ambos se habían juntado nuevamente, caminaron de la mano por las calles de California, admirando las distintas vidrieras que se encontraban al paso de estos dos.

A lo largo del día comieron variedades de alimento y porquerías, jugaron juegos de niños en ferias, escucharon música y compraron objetos que les parecían interesantes.

Se la pasaron de maravilla.

Esa tarde era algo que ambos necesitaban.

Estar horas con su media naranja, suena simple pero en realidad es difícil de conseguir.

Esa fue la primera vez en la que ambos se sintieron realmente queridos por otro

Y es una experiencia excelente, ¿saben?.

••
Creo que por fin, después de tantos capítulos, las cosas entre Mia y Payton estan bien ;D. Recuerden, "creo".

brisaxpayt09

𝘄𝗶𝗹𝗹 𝗶𝘁 𝗲𝘃𝗲𝗿 𝗯𝗲 𝗺𝘂𝘁𝘂𝗮𝗹? | 𝗽𝗺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora