30 || Besos en el cuello...

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Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente

Mia y Payton estaban durmiendo juntos y abrazados, pero ella al querer levantarse, tomó el brazo de su amigo y lo corrió a un lado para así salirse de su agarre y poner un almohada en su lugar, la cual el castaño abrazo al instante con el pensamiento de que era la chica.

Ella caminó despacio hasta la puerta de la habitación para luego tomar el picaporte de esta y girarlo levemente, finalmente saliendo del cuarto.

Bajo por las escaleras hasta llegar a la sala donde se encontraba el árbol de navidad de la casa, se acercó a él y empezó a remover cada ramita, buscando un papel.

- ¿donde se supone que esta?- susurraba la pelinegra agachada a la par del árbol-.

La pelinegra buscaba y buscaba aquella carta, donde según ella el chico había escrito lo que quería para navidad. Todavia no habia comprado un regalo y pensaba hacerlo en la mañana de ese dia, cuando salga el sol.

Por otro lado, el castaño al sentir tan blando y frío aquello que abrazaba, se despertó y aun sin abrir sus ojos tanteó la cama con su mano buscando a la chica pero al no sentirla, miro por todos lados. Al no verla gruño molesto y se levantó de la cama para luego salir de la habitación.

Bajo las escaleras y fue a la cocina sin encontrar rastro de ella, empezó a escuchar mínimos susurros provenientes de la sala por lo que fue hasta esta y se recargo en la entrada, viendo a su amiga ahí parada junto al árbol de navidad.

- ¿se puede saber qué es tan importante como para que me dejes solo en la cama, abrazado a una almohada?- habló por primera vez provocando que ella se exaltará por la voz repentina-.

- n-no estoy hacien-endo nada- balbuceó volteando a ver al chico-.

- entonces volvamos a subir- dijo cansado y se le acercó-.

Ya estando frente ella, flexiono mínimamente sus piernas para después tomar las de la chica y elevarla, subiendola a su hombro como si fuera un bolsón de papas.

- Payt yo puedo caminar- rió ella agarrándose bien-.

- no dije lo contrario- respondió con una sonrisa y empezó a caminar-.

Tras subir las escaleras, se dispuso a adentrarse nuevamente al cuarto y cerrar la puerta con su cuerpo, se acercó a la cama y dejó caer a la chica en esta para luego subirse él también y acomodarse a un lado de ella; levantando la fina sábana para taparlos a ambos.

La pelinegra se dio vuelta dándole la espalda, sabiendo que él la abrazaba por detrás, que fue lo que paso. El castaño trató de acomodarse bien pero no conseguía estar lo suficientemente cómodo, por lo que dio vuelta a la chica, ahora teniendo de frente.

Tomo los brazos de esta y los paso por alrededor de su abdomen, levantó la pierna derecha de ella y la subió a su cadera, dejando su mano en su muslo, donde empezó a acariciarla. Escondió su rostro en el cuello de ella y con su brazo libre la atrajo más a él por la cintura. Al por fin estar a comodidad, soltó un pequeño suspiró relajándose.

𝘄𝗶𝗹𝗹 𝗶𝘁 𝗲𝘃𝗲𝗿 𝗯𝗲 𝗺𝘂𝘁𝘂𝗮𝗹? | 𝗽𝗺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora