Por contrato

Capítulo 21

Cuando Ana regreso a Seattle fue a la casa de los Grey para encontrarse con todos, querían verla, estaban emocionados por el bebé y por ella, que ahora estaba fuera de peligro.

Cuando entró a la casa había un letrero te bienvenida colgado y cada quien le dio un ramo de flores con globos, Ana se sintió muy bien al recibir esos detalles de gente a quien le importaba.

_Me alegra tanto verte_ le dijo Grace y la abrazó.

_Gracias por todo esto_ dijo Ana emocionada.

_Estoy ansiosa por conocer a mi sobrino_ le dijo Mía quien traía una bolsa pequeña en sus manos y se la dio, Ana la abrió y encontró unos zapatos pequeños para su hijo_ son tan dorables ¿cierto?

_Lo son_ contestó ella con lágrimas en los ojos.

Después de estar un rato platicando Christian les dijo a todos que Ana necesitaba descansar, así que la subió a su habitación para que se diera un baño y se recostara un rato.
La guío por la habitación hasta el cuarto de baño, ahí comenzó a quitarle la ropa.

_¿Que haces? puedo hacerlo yo.

_Quiero hacerlo, quiero ver tu cuerpo_ el siguió desvitiendola hasta dejarla en ropa interior. La observo unos segundos de pie a cabeza para después desabrochar su sujetador y bajarle las bragas, observo sus cuerpo y su vientre redondeado_ Estas perfecta, como siempre. Ahora date una duche_ le dio la media vuelta y no pudo resistirse a darle una nalgada.

_¿No quieres ducharte conmigo?

_Si quiero pero perderé todo el autocontrol que me queda...

_Podemos ducharnos rápido y luego ir a la cama...o primero podemos ir a la cama y luego casa quien se da una ducha_ Ana se acercó a él para levantarle la camisa, había extrañado tanto su glorioso cuerpo, Christian sonrió y la cargo en sus brazos hasta la cama, no podía negarse a esa invitación.
Con cuidado se colocó encima de ella y repatyio besos por todo su cuerpo. En sus hombros, pechos, vientre, piernas y luego se regreso a su femineidad para saborearla, Ana abrió la boca al sentir su lengua, gimió tan alto que pensó que alguien la había oído, así que mejor se mordió los labios. Christian seguía torutandola con la lengua hasta que explotó en su boca, ya estaba preparada para él así que se acomodó entre sus piernas y lentamente se introdujo entre sus pliegues que lo rodearon deliciosamente. Le hizo el amor, mientras devoraba sus labios y se prometió nunca volver a dejarla ir...

_Eres Mía Ana...

_Soy tuya Christian.

...

Aunque Christian no quisiera que Ana estuviera presente en el juicio, tenía que ser así.
Quería ahorrarle el mal momento de ver a Leila. Esa mujer parecía no tener corazón, miraba a Ana con tanto odió que hasta Christian sintió escalofríos, lo único que pudo hacer fue darle palabras de aliento a su mujer.
El juez mandó a un receso y al volver tendrían el veredicto final, Ana salió de la sala con Christian a sus espaldas, quería tomar aire fresco pero su tía Elena la detuvo en el pasillo.

_Ana por favor debes hacer algo para que Leila no esta encerrada en la cárcel_ le suplicaba desesperada.

_Ella intento matarme...

_Pero no lo hizo, solo estaba triste por lo de Jack...

_¡Basta Elena! deje de protegerla, es por eso que esta en esta situación, nunca le pusiste un alto, pagara las concecuencias de sus actos, así como tú.
Y cuando quieras ir a juicio por lo de la herencia, te prometo que estaré ahí y en tu cara te demostraré que no puedas quitarme nada y la verdad no lo mereces_ con el enojo a flor de piel, Ana se dio la media vuelta y salio a darse un respiro.