Capítulo 1

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Con una copa en la mano, Anastasia Steele miraba el fuego ardiente en su chimenea, las llamas le daban tranquilidad, podía pasar horas admirandolas. Apretó la copa con  fuerza y miro el contenido y de un solo trago se bebió todo el coñac, desde hacía días no podía parar de beber ese líquido delicioso, le encantaba como le quemaba la garganta y destruía el nudo que tenía en la garganta, odiaba las malditas ganas que tenía de llorar...

_Mi niña, ya es hora de que te des un baño y vayas a descansar, mañana tienes una reunión temprano_ La señora Silvia su nana, entró a su estudio, Ana siempre se la pasaba todo el tiempo ahí, cuando llegaba del trabajo se encerraba y solo salía para cenar y darse una ducha para después  irse a dormir, a Silvia no le gustaba nada el estilo de vida que tenía pero no la culpaba, solo podía culpar a su pasado.

_Solo beberé una copa más..._ le dijo Ana levantándose de la silla que tenía frente a la chimenea.

_¡No! Ya no vas a beber más.

_¿Disculpa?_ le pregunto Ana con la mirada fija en ella, en sus ojos se notaba el enojo, no le gustaba que le dieran órdenes, pero Silvia se preocupaba por ella.

_No quiero que bebas más, te volverás una alcohólica.

_¡No digas tonterías Silvia! puedo controlarlo, te aseguro que no soy cómo mi padre.

_Yo no digo eso pero...

_Ya, esta bien_ Ana dejo la copa en una mesita y se acerco a Silvia que estaba en el umbral de la puerta_ solo por que eres la única persona en la que confío, la que ha estado conmigo siempre_ dándole una palmada en el hombro, abandono la habitación, Silvia reprimió las ganas de llorar...Ana era una chica preciosa pero toda su belleza la opacada su mal carácter, aunque estaba segura de que algún día todo iba a cambiar.

...

Con su lencería de satén Ana se acomodó en su gran cama y tomo un libro, solo para que le diera sueño y por fin pudiera cerrar los ojos después de un día tan agotador.
Despues de unos minutos leyendo algunas páginas del libro de negocios, sus ojos comenzaron a cerrarse solos, dejándolo a un lado se acomodo y se dejo llevar por los brazos de morfeo.

...

_Señora Carla, lo que le ofrecemos le conviene a las dos familias_ decía el señor Steele.

_Hemos visto como su esposo le grita, no queremos eso...usted más que nadie debe comprender el dolor que sentimos, solo queremos ayudar a la pequeña Ana_ ahora decía la señora Steele mientras lloraba, Carla también rompió en llanto...

_Esta bien, se que será lo mejor para mi hija...ahora será de ustedes.

...

Ana despertó de golpe, aunque no había estado en esa escena donde su madre la entregaba a los Steele, cada vez que lo soñaba sentía que estaba ahí. Con el corazón acelerado se levantó de la cama y miro tras el gran ventanal que había en su habitación con la hermosa vista de Seattle, se obligó a respirar hondo para controlar su corazón, odiaba esas noches en las que recordaba todo lo que su "Prima" le había contado, Leila por alguna razón estaba enterada de la forma en la que se había convertido en una Steele, le había contado todo, cada detalle, después de su fiesta de Dieciséis y había arruinado su vida para siempre. Todo lo que tenía realmente no le pertenecía, todos los lujos que había tenido a los largo de su vida desde que ella tenía memoria le pertenencian a otra...una pequeña niña que había fallecido a los tres años, la verdadera hija de los Steele.
Ella nunca le había dicho a nadie que ya sabía la verdad, hasta que un día pudo desahogarse con Silvia, la única persona a la que quería mucho.
Después de tranquilizarse, regreso a la cama y se tomó una pastilla para dormir, en cuestión de segundos volvió a dormir profundamente.

...

Por la mañana Ana llegó a su empresa Steele Enterprises, todos la saludaron, como siempre con un gran respeto...o mejor dicho con miedo, ella tenía el poder de paralizar a sus trabajadores con solo una mirada, le encantaba la perfección y el control tanto en su vida personal, como en los negocios, no por nada la llamaban "La bruja Steele".
Gia Matteo su muy eficiente asistente, estaba esperándola en la puerta de su oficina con su té caliente para poder comenzar su día, era de las únicas que podía soportar a Anastasia y se consideraba su amiga, aunque no sabía si Ana pensaba igual.

_Buenos días_ la saludo con una sonrisa, Ana le devolvió la sonrisa y tomó su taza de té.

_Buenos días Gia ¿esta todo listo para la reunión?

_Claro que si, Bob debe estar terminando de atender a los inversionistas, solo están esperando a que usted este lista.

_Ya estoy lista, lleva mis carpetas_ Anastasia comenzó a caminar hacia la sala de reuniones con Gia tras ella con todas las carpetas, cuando llegaron todos la esperaban y al verla entrar se pusieron de pie_ Gracias señores, pueden tomar asiento_ los hombres la obedecieron y Ana le pidió a Bob encender el proyector y comenzar a exponer, pero lo vio demasiado nervioso, lo que hizo que se deseperara un poco, pero era algo normal ya que era nuevo.

_Señorita...Steele_ pronunció Bob con la voz entrecortada y muy nerviosa, Ana lo miro con interrogación.

_¿Sucede algo?

_Aun no estoy listo...no termine la exposición de la gráfica_ dijo Bob rojo de la pena y temblando, todos en la sala comenzaron a murmurar, la boca de Ana formó una delgada línea, no le gustaba nada lo que escuchaba.

_¿Por que ha pasado eso?

_Mi hijo pequeño enfermo y...

_¿Acaso no le importa su trabajo? Usted tenía el gran compromiso y responsabilidad de cumplir, si no puede entonces le pido que se retire...

_¡No por favor! Necesito el trabajo...

_Debió pensarlo antes de hacerme pasar el ridículo, debía cumplir señor y no lo hizo, en mi empresa no quiero flojos, Gia sacalo de aquí y arregla todo para su despido_ Gia con toda la pena del mundo saco a Bob que estaba casi llorando.
Ana no tuvo otra opción que improvisar con los apuntes que tenía y sacó adelante la reunión, tenía demasiado coraje pero tuvo que controlarse.
Al final la reunión habia sido todo un éxito y cuando entró a su oficina comenzó a beber coñac para calmar el coraje que sentía, en ese momento entro Gia.

_Bob esta oficialmente fuera.

_Eso quería escuchar, me dejo en ridículo con los inversionistas, se merecía unos gritos pero no podía hacerlo frente a todos.

_Mark esta afuera ¿lo hago pasar?

_Claro, aunque no le pedí que viniera a verme_ Mark era su "pareja" en turno, el hombre que le cumplía sus caprichos y la acompañaba a cada evento, con paso decidido Mark entró a la oficina y cerró la puerta_ ¿a que se debe la hermosa sorpresa querido?_ le pregunto con ironía.

_Ya no quiero ser tu maldito títere, quiero anular mi contrato.

_¡No puedes! Aúna te queda un mes de contrato...

_Si, pero no quiero continuar con esto.

_¿Por que? Te he pagado todo lo acordado.

_No quería decírtelo, pero bueno es la razón por la que me quiero alejar de ti...he conocido a una chica y estoy enamorado de ella, comprenderás que quiero iniciar una relación con ella_ el mundo de Ana se vino abajo, comenzaba a sentir cosas por Mark y la noticia le dolía, pero sabía que debía dejarlo marchar por que nadie podía amarla.

_Otra víctima más del amor, bueno, te deseo que tu nueva mujer no te engañe, puedes irte ya, tu contrato queda anulado.

_Hasta nunca_ Mark abandono la oficina y Ana se desplomó en su silla y se cubrió la cara con las manos, de nuevo sola, ahora debía buscar a otro que quisiera tomar el lugar de su "Títere".

{FRANATICGREY}

Por contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora