Izan

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Aquí estaba él, abrazandome y yo estaba paralizada, quería pegarle por todo lo que me había hecho, pero simplemente no podía, no podía porque me resultaba tan reconfortante. Era como volver a vivir los mejores momentos de mi vida.

Sentía como si todo siguera igual, como si nada se hubiera acabado, como si nunca hubiese perdido a dos personas en tan poco tiempo.

—Izan.— dije en un susurro, pero de repente recordé lo que me había hecho y le aparté— no te acerques a mi Izan, no quiero que te acerques más — y le empujé fuerte hacia la pared.

—¿Hola Tam? ¿Eres tú o eres un alien metido en su cuerpo?— pero yo no estaba para bromas.

—He cambiado Izan, tú me cambiaste, hiciste que cambiara, y te doy las gracias.
Gacias por demostrarme que no se puede confiar en nadie y también gracias por enseñarme cómo tengo que tratar a la gente como tú. -Le miré a los ojos, él me miró fijamente con ¿confusión ? Sí, confusión era lo que había en sus ojos. Mis ojos se estaban humedeciendo- tú, tú fuiste el más importante para mí, pero me hiciste daño, mucho daño, ahora si me permites, tu familia me está esperando para cenar— hice una pausa.— y a ti también.

—Vale, bajemos.

Estabamos cenando y hablando de tonterías . Pero de repente la hermana de Anabel me preguntó algo que no me esperaba para nada.

—Oye, Tami, antes nos has contado de las cosas que te gustan y de tu madre, pero no nos has hablado de tu novio o de tu amor platónico o del chico que te rompió el corazón.

—Es verdad Tami, cuentanos— Dijo Anabel sonriente.

—No creo que sea buena idea— contesté.

—Venga, cuéntalo, todos nos morimos de curiosidad por ese amor pasado o por si tienes a alguien actualmente — dijo Izan curioso.

—Está bien— Suspiré.

—Cuando yo tenía unos— pensé— 15 años, era una chica muy feliz, con un papá y una mamá a los que amaba. - cuando recordé a mi papá sentí ganas de llorar, pero pude controlarlo y no cayó ni una lagrima.
—Yo les amaba a los dos por igual, pero a mi madre era a la que le contaba todo— suspiré de nuevo, estaba pensando inventarme un amor pasado, algo para pasar el momento y ya, pero me fijé en Izan que me miraba intrigado y decidí contar nuestra historia.

-Bueno, yo un día conocí a un chico, físicamente era lindo, muy lindo pensé que ese chico nunca se fijaría en mi— Miré a Izan a los ojos— Pero resultó fijarse en mi, eramos amigos, mejores amigos de hecho.
Después de unas semanas nos dimos nuestro primer beso, que para mi fue mágico claro, todavía no sé lo que sintió él ya que nunca me lo dijo. Yo estaba enamorada de él, de eso estoy segura.
A los tres días le vi con una chica, ella se llamaba Chloe, no parecían simples amigos y a mi eso me dolió mucho.

Pero la historia no acaba ahí, fui a hablar con él cuando ví que estaba sólo y le pregunté que porque se iba con Chloe que creía que me quería.
Yo realmente me sentí mal, y él me dijo que podía estar con quien le diera la gana, que nosotros no eramos nada más que amigos y que no me quería como nada más.
Cuando me dijo esas duras palabras, fue horrible, por no decir que fue la peor sensación de mi vida. Hasta ese momento quiero decir.
No quería que viese que estaba tan mal por él, así que decidí marcharme.

Estuve una semana entera sin salir de casa— él me miró con tristeza— Pero al final mi mejor amiga Jess me animó para salir y fuimos a una heladería.
De camino a casa me senté en un parque, era el mismo parque en el que conocí a Anabel.
Pues  entonces él llegó, con palabras de amor, regalandome los oidos. Y tonta de mi, le perdoné.
Sé que no es una escusa, pero le quería mucho.
Volvió a pedirme ser su novia, pero al mes él me dejo, le perdoné de nuevo y volvimos. Pero después de otros dos meses volvió a dejarme, y aunque no lo crean, yo le volví a perdonar.- mis ojos se humedecieron de nuevo
-Pero el momento que no perdoné fue cuando en el parque donde me pidió perdón por primera vez, él estaba con Chloe, besándose - una lágrima salió de mi ojo, pero la limpié rápidamente.
-Decidí marcharme rápidamente y cuando él se dio cuenta corrió hacia mi y me alcanzó. Me dijo que él no quería hacer eso y yo no podía hablar, y le besé, necesitaba hacerlo, necesitaba sentir sus labios, una última vez al menos.
Cuando nos separamos él sonrió pensando que le había perdonado de nuevo, pero no, ese beso fue el de despedida y lo único que salió de mi boca fue "Adios, conseguire olvidarte I... " - casi digo su nombre, ups
-Entonces se lo conté a mi madre y ella me apoyó mucho.
Pero lo peor de todo es cuando le conté todo a mi padre, él también me ayudó mucho a superarlo.
Un mes más tarde, mi padre tuvo un accidente de coche, - lágrimas salieron de mis ojos- él no consiguió superarlo y falleció.
Debido a la muerte de mi padre, mi mamá entró en depresión, así que yo estaba sola.
Mis amigas intentaban ayudarme, pero yo me negaba a hablarles y a aceptar su ayuda, yo no quería que nadie estuviese, escepto una persona.
Le necesitaba a él, estaba dispuesta a perdonarle y ser amigos, sólo necesitaba que viniese y me pidiera perdón, que todo había sido un error, no sé cualquier cosa y le habría perdonado.
Pero no, nunca supe nada de él en estos dos años, y si ahora viniese a pedirme perdón, le perdonaría , pero sería tarde para que volviera a confiar en él.

¡Juguemos! {EDITANDO} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora