Explicación.

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¿Por qué Will tenía esa cara de preocupación?

Bueno, me había besado con Izan, pero él no sabía nada del beso, y tampoco sabe que hemos quedado en que me llamaría para vernos algún día.

De repente mi celular comienza a sonar, era Izan.

*Llamada telefonica*

—Iz.

—Tami.

—¿A qué se debe tu llamada?

—Veámonos ahora Tami. Necesito contarte todo, todo.

—¿En el parque?

—En nuestro parque.

—De acuerdo

*Fin de la llamada*

—¿Quién era?

—Una amiga mía llamada Orina.- ¿Orina? ¿Por qué dije eso? Bueno, me tengo que ir me va a decir algo importante.

Salí corriendo y fui al parque, cuando llegué Izan estaba ahí esperandome.

—Iz.

—Tam.—Una sonrisa se formó en su cara.

—¿Estás seguro de querer hablar de todo esto ahora?

—Sí-asentí con la cabeza indicándole que continuara.- Bueno, -Suspiró.
-Cuando estaba con Chloe, yo no la besé, ella me cogió desprevenido y me besó.
Ella sabía que tú ibas a pasar por ahí. Después, cuando fui corriendo hacia ti, tú seguias corriendo.
Yo sentía que las fuerzas se me iban, porque yo no podía dejar de pensar en las veces que te había perdido, todas las veces por malentendidos.
Pero esa vez, fue demasiado dolorosa, tanto para tí como para mi, Tam.
Quise ir a pedirte perdón, a explicártelo e intentar arreglar las cosas, pero mi hermana Clara me dijo que no fuese. Yo ya te había hecho demasiado daño, y si tú me perdonabas y después te daba la noticia ibas a acabar destrozada.- le miré con confusión, ¿qué noticia?

—¿La noticia?

—Mi abuelo vivía lejos de aquí, y estaba muy enfermo, mis padres pensaron que lo mejor era irnos a vivir allí, ya que también estaba mi abuela y no queríamos dejarle sola en esos momentos.
A lo pocos días mi abuelo falleció.-hizo una pausa. - Sí, yo también te necesitaba a mi lado, eras la persona de quien estaba enamorado. Y no estabas.
Habría estado junto a ti, te lo prometo, pero no pude.
Bueno, mis papás decidieron que nos quedasemos a vivir allí para hacer compañía a mi abuela ya que ella nunca había estado sola y sabíamos que era muy duro para ella.
Al final, tanto por la muerte de mi abuelo como por haberla cagado  contigo hasta el punto de perderte, comencé a beber todas las noches. Perdí la consciencia en más de una ocasión.
Pero eso no era suficiente para mi, necesitaba más, pero conseguí pararlo a tiempo.
Me di cuenta de que eso no funcionaba para olvidar, era una herida difícil de cerrar.
Con ayuda de psicologos y más especialistas, conseguí recordaros sin dolor, sin sufrir.
El día que Anabel me habló de tí, pensé que no podías ser tú.
No obstante no dejé de pensar en ti a lo largo todos esos días con la esperanza y el miedo de volver a verte.

—Cuando yo vi a Anabel me resultó familiar, pero no supe por qué, nunca pensé que podría tener algo que ver contigo.

—Cuando mi mamá dijo que Tami iba a venir a cenar a casa, sentí que el corazón me daba un vuelco.
Pero cuando entré a la casa y te vi ahí, Tam, sentí cosas que nunca pensé que llevaban apagadas mucho tiempo.- lágrimas salieron de sus ojos, yo se las limpié rápidamente.

¡Juguemos! {EDITANDO} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora