Epílogo

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¿Donde estoy?

El hombre parecía confundido traía puestas unas ropas sucias y rotas, era una camisa cerrada color negro y un pantalón del mismo color, despertó al lado de una carretera en pésimo estado, a la distancia se podía encontrar estructuras y edificios destruidos, y para mejorar el caso, el cielo mostraba una faceta gris para avisar una próxima tormenta.

Demonios... Mi nombre... ¿Cuál es mi nombre? ¿Como llegue aquí?.

Tras levantarse lentamente el hombre sintió un fuerte pinchazo en la pierna. Y se dio cuenta que tenía una herida con algo de sangre seca cerca de su rodilla.

Solto un ligero chillido al levantarse, pero logro hacerlo y al parecer podía caminar.

Desafortunadamente no tenía nada en sus bolsillos, nada que le haría recordar algo de su pasado, al comenzar a caminar hacía los edificios esperando que alguien podría ayudarlo. Sintió la incomoda presencia de otra persona. -¿Hay alguien ahí?-, dijo adolorido.

Un ligero gruñido se escuchó a la distancia, el hombre se asustó al ver del otro lado de la carretera un hombre, pero no un hombre normal, esté estaba podrido y tenía la mandíbula fuera de lugar, colgando y movidose de lado a lado, tenía (obviamente) todo el rostro lleno de sangre seca y unas ropas rotas y sucias.

El hombre retrocedio unos pasos solo para enojar más a la bestia que corría hacía el a una velocidad endemoniada, el hombre trato de correr pero el dolor hizo que casi se cayera, no tenía mucho tiempo, el repugnante olor de ése ser ya estaba en el aire.

Un tubo de la valla de la carretera estaba en el suelo, reaccióno lo más rápido que pudo y al tomar el tubo se volteo lo más rápido que pudo y le dio un gancho en toda la "mandíbula" a ése ser para luego darle un fuerte golpe al puro estilo de un bateador en la cabeza, haciendo está volar hacía otro lado.

El hombre comenzó a respirar más fuerte, se sentia mal por haber matado otra persona, dejo caer el tubo y comenzó a caminar lo más rápido que pudo para llegar al pueblo.

Antes de llegar al pueblo llegó a otro tramo de la vía, estaba cansado y adolorido. Se apoyo en un coche desmantelado, pero tuvo que ocultarse, ya que veía a otros 8 quizás 9 de ésa cosa que trato matarlo.

-Miérda, ¿y ahora como salgo de aquí?-, susurro a lo bajo.

Vio a su derecha, había un camino abierto donde claramente lo observarian, fijo su vista a la izquierda, un tramo de árboles se esparcia hasta el horizonte, así que decidido ir hacía el bosque.

Pero justo cuando iba a caminar, un suave silbido ligero y musical sonó desde los árboles, fue corto pero sonó lo suficientemente fuerte para escucharlo.

Una flecha salío volando hacía la cabeza de dos zombies, un hombre se bajo de esté árbol, traía una capucha negra, unos lentes oscuros y una mascara médica color blanco.

Salío corriendo hacía los zombies con el arco colgado a la espalda y una pequeña hacha de una mano, se la lanzó a otro en la cabeza y corrió hacía los demás con una patada.

Levantó el hacha y la clavo en los demás de manera rápida, cuando quedó solo uno, lo patéo fuertemente y piso su cráneo con sus zapatos, destruyendo el cráneo al instante.

El encapuchado volteo lentamente hacía el hombre.

-¡Hola! Mi nombre es Robert, ¿y tu eres...?-, dijo esté hombre con una incomoda felicidad.

-No... No se, no recuerdo nada en realidad, ni siquiera tengo la menor idea de donde estoy-. Dijo algo decepcionado el hombre.

-Bueno tranquilo no, no eres el primero que le pasa eso-. Dijo calmandolo. -Hagamos algo, te llamaré Tom por ahora-.

-Está bien supongo-. Dijo más calmado, -Te dirijes hacía el pueblo supongo-.

Robert solto una carcajada seca, -¿Estas bromeando?, ése lugar está infestado de plaga. Lo único seguro es la aldea-.

-¿Me pueden ayudar allí con mi herida?-, preguntó "Tom" señalando su pierna.

-Si tranqui...-, su voz cambió rápidamente. -Quédate quieto y no te muevas-.

Tom volteo a ver que veía su nuevo compañero. Y noto dos luces de auto viniendo hacía ellos.

-¿Un auto?-, dijo Tom confundido.

-No... Es de día-.

Las luces de pronto se separaron y corrieron hacía lados diferentes.

-¡Rápido!-, grito Robert y comenzaron ambos a correr hacía el bosque. A Tom le dolía y se le hacía difícil seguir el paso.

Un fuerte golpe azotó a Tom y hizo que cayera, lo siguiente no lo esperaba, un extraño mounstruo se le lanzó encima, era indescriptible, caminaba en cuatro patas y  lo más perturbador era esa esfera luminosa que colgaba de su cuello.

Tom grito y Robert lanzó su hacha lo más rápido que pudo, dándole justo en el pecho y matandolo al instante.

-¿¡Ya se acabo todo!? ¿Estamos a salvo?- dijo Tom nervioso.

-No... Ésos hijos de perra siempre atacan en parej-. Fue interrumpido por el otro que se le alabanzo encima.

Robert golpeaba al ser que trataba de morderlo.

Tom se paró levantando el cadáver del mounstruo.

-¡La hacha! ¡Usa la hacha!-, la criatura casi le muerde el rostro. -¡Oh vamos tío!-.

Tomo el hacha y la lanzó a una de las piernas de la criatura, Robert la tomo y la clavo en el pecho de la criatura cortando la piel hasta el final matandola de manera instantánea.

-Joder tío menúda forma de matarlos-. Dijo Roberto levantandose.

-¿Que son ésas cosas de todos modos?-, preguntó Tom viendo los deformés cadáveres.

-Neh, son otras de las criaturas que surgieron después del accidente, no te preocupes no son tan peligrosas, vamos al refugio es por aquí-. Dijo algo relajado.

Caminaron entre los árboles un rato, y Tom rompió el silencio.

-Oye, no sabías que eras español-.

-No lo soy en realidad, pero un amigo si y tiendo a copiar mucho las actitudes de otros-.

-Ah... ¿En que años estamos?-.

-Si no mal recuerdo... En el 92... Si en el 2092 hace años fue el renacimiento y desde entonces, todo el mundo a estado así...-.

Una gran puerta metálicas estaba frente ellos, construida a base de laminas de diferentes metales.

-Llegamos-.

Robert solto un ligero silbido musical y las puertas se abrieron.

Al entrar un hombre alto y afroamericano saludo a Roberto.

-Hey Rob... La jefa está bien enojada contigo-.

-¡Robert hijo de perra!-. Grito una mujer caminando hacía Rob.

La mujer era rubia, tenía un cuerpo fornido de unos 20 años, llevaba puesto una camisa sin mangas con una chaqueta de cuero encima, unos jeans y unas botas negras.

-¿Por que demonios sales sin mi permiso? No entiendes que somos los únicos que quedamos verdad-. Dijo ella enojada. -¿Y tu quien demonios eres?-.

-Yo... No lo recuerdo-. Dijo Tom y se agacho. La herida se le había vuelvo a abrir.

-Tranquilo te llevaremos a la enfermeria-. La joven y Robert lo ayudaron a moverse.

-Y tu... ¿Quien eres?-. Preguntó Tom.

-Soy la jefa del probablemente del último grupo de la resistencia que siga vivo en todo el mundo...-.Hizo una pausa y luego dijo.

-Mi nombre es Samantha Trooper-.

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Sorry la tardanza, espero les haya gustado, y bueno, esté es el fin sip me encantó hacer está historia gracias jaja, la nueva vendrá en febrero así que a esperar jajaja, una cosita más, el hombre no es John, no se hagan la idea equivocada... Todo tendrá sentido luego. Y bueno es es todo...

...Hasta la próxima parte!

falla de contenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora