Prefacio Β/Β

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—En la antigüedad, era muy común que los humanos crearan dioses para darle una explicación a las cosas que creían no se podrían explicar, aunque al parecer eso no ha cambiado mucho—comenzó el profesor—. Pero de los dioses que hablaremos esta semana, son los griegos y todos sus mitos, o al menos los más importantes.

El rizado suspiro mientras miraba el techo. Eran cerca de medio día y las clases comenzaban a ser más pesadas. El día comenzó con una clase de español, y ahora la aburrida materia de historia antigua. El jamás usaría esa materia, estaba seguro de eso.

Cada semana se sentaba en el mismo lugar mientras escuchaba al profesor hablar de antiguas civilizaciones, su arte, construcciones, y lo más ridículo, sus dioses. Estaba convencido de cada dios era más penoso y con una función más inútil que el anterior.

—Lo más relevantes de estos mitos siempre fueron Zeus, Poseidón y Hades, al lado de los doce olímpicos. ¿Alguien sabe de quienes se tratan?

—¡Yo! ¡Yo! ¡Yo!

Harry miro a su castaño amigo mientras negaba riendo. Sabía lo fanático que era Niall de todas estas historias. Los días anteriores no había parado de hablar sobre lo emocionado que estaba con que llegara la semana de historia griega. En realidad, había pasado todo un día en la casa del castaño viendo películas o videos sobre esos dioses, con la excusa de que Niall quería ir bien preparado.

El señor Slon le hizo un gesto para que comenzara a hablar, y Niall se paró en su mismo asiento para que todos lo pudieran escuchar.

—Bueno, obviamente Zeus, siendo el dios de los cielos y los truenos. Su hermana, quien también era su esposa, Hera, diosa de las mujeres y el matrimonio...

—¿Esposa y hermana? —lo interrumpió John.

—Como escucho joven Miller. Era muy común que los dioses griegos se relacionaran entre familia —aclaro el señor Slon—. Continúe Horan.

—Poseidón, dios de los mares y terremotos. Atenea diosa de la sabiduría...

Estaba seguro de que su amigo seguía hablando porque lo veía de pie a un lado suyo, pero las palabras ya no tenían sentido en su cerebro. Tantos nombres y puestos lo habían comenzado a confundir. Cuando se dio cuenta de que ya podría tomar el hilo de la clase, se resignó a ver por la ventada esperando que el profesor no lo viera como blanco de su siguiente pregunta, pero su suerte se vio rota cuanto escucho su nombre siendo mencionado.

—¿Y bien? —insistió el señor Slon.

—Yo... —vacilo Harry viendo a su amigo.

El castaño trato de articular con su boca la pregunta que había hecho el profesor, pero para Harry le fue imposible leer sus labios.

—Le pregunte sobre Cronos.

Asintió por inercia.

—Genial, entonces no le molestara hablarnos de él, ¿cierto?

Se maldijo internamente y miro una vez más a su amigo esperando un tipo de ayuda, pero no había manera de que le susurrar todo el mito sin que el profesor se diera cuenta.

—¿Era el padre de todos? —pregunto tímido.

El maestro asintió esperando que continuara, pero para Harry le fue imposible recordar toda la historia, así que el profesor solo negó para comenzar a caminar hacia el pizarrón y escribir la siguiente tarea.

—Bien, como tarea quiero que lean todos la Ilíada y la Odisea de Homero. Estoy seguro de que encontraran algunos fragmentos en el internet. Mañana lo comentaremos, ¿bien?

Se escucharon algunos lamentos de parte de los alumnos, y un pequeño grito de Niall, quien fue el único en mostrar emoción por la tarea, dando pequeños susurros donde mencionaba que leerla por quinta vez no hacía daño.

Tomo todas sus cosas y salió del salón mientras escuchaba a su amigo contarle todo sobre el mito de Cronos, pero no lograba ponerle atención o recordar los nombres que, al parecer, el castaño se sabía de memoria. Veía a su amigo dar pequeños brincos mientras contaba la historia, hasta que se detuvo frente a él con una mirada de terror e impresión.

—¿Lo imaginas? ¿Comerte a tus propios hijos?

Fue esa última pregunta lo que lo hizo prestar atención.

—No Niall, porque son solo historias. Es literalmente imposible comerte a una persona completa, y que siga viva.

—No cuando eres un titan, y lo que te comes son dioses —respondió obvio Niall.

—¿Realmente crees en eso?

—Son interesante.

Caminaron hasta la fuente en medio del patio y se sentaron ahí a comer su almuerzo hasta que diera la próxima clase, hablaban sobre el partido de futbol que había tenido la escuela en la mañana, siendo su grado el perdedor.

La platica continuo hasta que una chica rubia camino en dirección a ellos, y cuando estuvo al frente se sentó en el regazo de Harry sin siquiera saludar a Niall.

—Hola amor —saludo dándole un corto beso a los labios de Harry.

—Si, hola, Camille. Un gusto verte —le dijo Niall sarcástico.

La rubia solo le dio una sonrisa falsa para después comenzar a hacer comentarios negativos sobre la hamburguesa que comía el castaño, mientras Harry solo negaba molesto tomándola de la cintura para que no cayera al suelo.

Estuvieron algunos minutos escuchando a la rubia quejarse sobre su clase de español que había tenido antes, y de como una de sus compañeras hizo el ridículo al no saber una respuesta. Niall la escuchaba cansado y apartando la vista de ella lo más posible, mientras que Harry daba pequeñas sonrisas sin decir más.

Cuando la clase de Camille comenzó, se despidió de un beso ruidoso de Harry y nuevamente ignoró a Niall, para después dar la vuelta. Comenzó a caminar moviendo sus caderas y cabello exageradamente.

—Termínala —dijo el castaño una vez que estaba lo suficientemente lejos.

Harry ni siquiera se sorprendió por el repentino comentario de su amigo, pues no era la primera vez que le decía algo así. Sabía que su relación cada vez tenía más problemas, hasta llegar a un extremo tóxico, solo que aún no podía dejarla, era como si una fuerza lo atrajera a ella.

—Lo hare.

Niall lo miro no muy convencido, y dio una negación con su cabeza antes de dejar la fuente para comenzar a buscar un bote donde tirar la envoltura de su hamburguesa.

El rizado se acostó en la barda de la fuente poniendo su mano sobre sus ojos para evitar que el sol le lastimara. Trato de relajarse un momento por la tensión que su novia le había provocado, pero se vio interrumpido cuando escucho algo caer en la fuente. Se incorporó rápidamente para buscar a la persona que le lanzo lo que le haya lanzado, pero no encontró nada.

Confundido al no notar a nadie sospechoso, volvió a mirar a la fuente, pero no había más que agua y pequeñas ondas formadas por lo que sea que haya caído y que ya había desaparecido.

—¿Listo?

Miro a su amigo frente suyo y asintió caminando a lo que sería su siguiente salón.

Ignoro la sensación de estar siendo observado durante todo el trayecto, o que en su camino fueran apareciendo pequeñas gotas de agua, que al parecer, lo seguían.












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- A

Άλυμπος (Olimpo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora