Άλυμπος (Olimpo)

ΙΑ

POV. Harry

—¿Eso es todo? ¿No dijo nada más?

Negué por quinta vez cansado. Bebe se negaba a creerme.

Después de que decirles a Louis y Liam las palabras del oráculo el camino fue demasiado incomodo. Ninguno de los tres emitía algún sonido, probablemente porque estábamos muy ocupados pensando en las oscuras palabras que antes había dicho, mismas que seguía sin comprender.

No entendía porque el Oráculo tenía que hablar de esa manera, me hubiera facilitado las cosas si solo dijera todo de forma literal sin tanta metáfora y rima forzada.

Volamos por Grecia hasta que nos elevamos lo suficiente para entrar al monte Olimpo. En esos momento las nubes y cielo me trajeron la paz que tanto necesitaba. Cuando vi un gran arco dorado con las letras griegas <<το βουνό Όλυμπος>> grabadas en el, supe que estábamos entrando al Monte Olimpo. El arco estaba sostenido por nubes mientras que debajo de el comenzaba el mismo sendero que ya había visto antes. Todo era parques y árboles hasta que los templos comenzaron a verse.

Liam nos dejo en el templo de Poseidon antes de partir. Aún recuerdo la mirada triste que me dio. Colocó una de sus manos sobre mis hombros antes de decir con pesar <<suerte chico>>. Si trataba de animarme, lo había hecho muy mal.

—Tienes que estar olvidando algo. Nada de lo que dices tiene sentido —repitió.

Desde que llegamos no había dejado de repetir la misma oración una y otra vez. Lo primero que hizo Bebe al vernos fue preguntar las palabras exactas del Oráculo y aunque no esperaba una fiesta de bienvenida, tampoco disfrutaba estar la última hora hablando de lo mismo, sobretodo porque mi tiempo se agotaba cada vez más.

Suspire cansado antes de responder.

—No Bebe —hable—. Estoy muy seguro que eso fue lo que dijo.

—¿Y se supone que debo de confiar en tu memoria? —replicó—. Eres un simple mortal.

La manera en la que pronunciaba la palabra <<mortal>> como si de una enfermedad se tratara hizo que mi sangre hirviera. Pronto volví a sentir el calor acumularse en mi cuerpo yendo directamente a mis manos.

—¿Harry? —pude notar el temor en la voz de Lottie.

No la mire. Lleve toda mi concentración a pensamiento positivos. Cualquier cosa que lograra calmar mi deseo de prender fuego al lugar servia.

—Lo que faltaba. Otra escena.

Di un paso al frente pero Louis se interpuso entre ambos. Todos en la sala sabia que mi relación con la diosa no era la mejor, especialmente porque ella parecía odiarme. Desde el primer día que la vi se había comportado de manera agresiva y cortante. Así que el tenerme aquí en el Monte Olimpo a su lado no parecía gustarle demasiado. Aún cuando yo trataba de mantener mi espacio y comportarme de la mejor manera para que ella no creyera que era estupido, ella se empeñaba en rebajarme y verme con desprecio.

—Se tienen que calmar —nos regañó Louis—. Todos estamos confundidos y no sabemos el significado de las palabras del oráculo. Pero peleando no lo resolveremos —miro a Bebe—. Eres la persona más racional e inteligente que conozco, necesito de ti.

Ella se cruzó de brazos. Pude notar como las palabras de Louis hicieron que enderezara su postura y mostrara una ligera sonrisa arrogante.

—Así que necesito que olvides tu disputa con Harry un poco. Por favor —asintió de mala gana la diosa—. Y tu —ahora me miraba—, se que esto debe de ser muy confuso y aterrador. Pero ahora te necesito sereno. Acabamos de descubrir dones tuyos de los cuales no teníamos la menor idea y mientras siga siendo así, eso implica un peligro para todos —me tomo de un hombro y con el otro levantó mi vista—. Necesito que confíes en mi. Nada te pasará mientras estes conmigo, de eso me encargo yo.