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POV. Harry

Hubiera preferido habernos ido en el momento en el que encontraron una posible solución a todo lo que me estaba pasando pero no fue así y ahora me encontraba en una gigante habitación de piedra esperando por Louis.

Después de acordar ir con <<Los Mellizos>> quien quiera que sean, pensaron que lo mejor era tomar un descanso, después de todo había sido unos días difíciles para cada uno de nosotros. Como era de esperarse, Bebe y Zayn se fueron a su templo, mientras que Louis, Lottie y yo nos quedamos aquí.

A pesar de la primera impresión que tuve de Lottie, ahora podía notar que en realidad era una chica muy agradable y amable. Se había ofrecido a mostrarme cada una de las habitaciones que tenía el templo para que pudiera escoger la que creyera se viera más cómoda para mi, claro que eso había sido antes de que Louis dijera que no era necesario porque dormiríamos juntos. Ninguna de los dos quiso hacer más preguntas.

Lo siguiente qué pasó fue Louis poniendo su mano en mi espalda baja mientras me guiaba con cuidado a su habitación y yo fingía no estar completamente nervioso al mismo tiempo que observaba cada una de las pinturas y esculturas del templo. Cuando finalmente llegamos me dijo que pronto me traerían ropa limpia y que el tenía que arreglar unos problemas pero que no tardaría en volver. Finalmente desapareció en una nube de vapor.

Tal y como lo dijo dos chicas de cabello largo y belleza impresionante me trajeron ropa limpia y me indicaron donde estaba la ducha. Las pude escuchar murmurar algunas cosas que en realidad me hubiera gustado no entender. Sin explicación alguna mi oido se habia agudizado y ahora podia entender el griego antiguo que hablaban aqui, decidí ocultarle esa información a Louis.

Y ahora, después de tomar esa relajante ducha que no tenía idea de cuánto la necesitaba, estaba sentado en una cama justo de mi tamaño y extrañamente más cómoda que todas las camas que había visto anterior a pesar de seguir siendo de piedra, observaba el piso de mármol en la que podía ver mi reflejo mientras jugaba con mis pies moviéndolos de un lado a otro.

Me sentía nervioso aunque no sabía precisamente de que, si de la idea de Louis volviendo a la habitación y estar a solas, o del mucho tiempo que ya se había ido. Seguía sin saber cómo funcionaba el tiempo aquí pero estaba seguro de que ya había pasado demasiado desde que dejó el templo, me preocupaba que le pudiera pasar algo, o que alguien ya se haya enterado de mi estancia aquí.

—¿No te vestirás?

La voz de Louis me hizo saltar de la cama.

—Yo... Tardaste en llegar —fue lo único que pude responder y me arrepentí en cuanto vi esa sonrisa burlesca en la cara de Louis.

—¿Estabas preocupado?

Lo mire serio antes de rodar mis ojos y tomar la ropa que usaría. Camine hasta el cuarto que usaban de ducha donde había una gran tina hecha de mármol. Me vestí en menos de cinco minutos pero no fue hasta después de un largo tiempo que decidí salir, y para mi sorpresa Louis ya estaba en la cama leyendo mientras una sábana cubría hasta su cintura dejando todo su abdomen a la vista.

—¿Te quedaras ahí parado?

Odiaba que me tomara desprevenido, y más cuando la razón era por estar viéndolo, cosa que me era imposible no hacer. Literalmente, tenía el cuerpo de un dios.

—¿Donde dormiré?

El sonrió y descubrió la otra mitad de la cama.

—No dormiré contigo.

Quería hacerlo. De verdad. Pero la parte razonable de mi me decía que no era lo correcto, menos después de saber que todo lo que me había dicho antes de él era mentira.

Άλυμπος (Olimpo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora